Our Last Vacations [Satzu] 🔶

Fiesta en el pueblo Pt. 1

Todas estaban disfrutando la vista de la ciudad desde un restaurante rústico que se encontraba en la terraza de un edificio de ahí. Se observaba el lago, las calles empedradas, los miles de árboles a las afueras, personas caminando por todos lados, las hermosas guirnaldas y focos colgando por todos los edificios y casas con estilo antiguo. Eran las cinco y el ambiente no podía ser mejor.

"Mina, ¿puedes pedir la clave del Wi-Fi?" preguntó Nayeon. Mina era su traductor allí. Nadie aparte de ella sabía hablar nada de italiano y no parecían estar entusiasmadas sobre la idea de las clases express de su madre antes de irse; así que ahora tenían que ver cómo se las arreglaban.

Después de preguntarle al mesero, Mina regresó a la mesa con un papelito donde la clave estaba anotada. Nayeon lo iba a tomar pero Sana fue mucho más veloz.
"¡No me jodas, yo tuve la idea de pedirla!" Nayeon se quejaba con Sana y ésta solo le mandó un beso.
En cuanto se conectó dejó el papel en la mesa para que los demás también se conectaran.

No habían pasado ni cuatro días desde que había tenido acceso y tenía miles de notificaciones. Se sorprendió, unos cuantos mensajes y llamadas perdidas eran de Eunha.

Eunha 🎨

Sana-Chan

Oye

No estás en casa?

Como sea.

Sowon y yo nos peleamos. Sabes que tres años de relación ya me están matando

Quería divertirme un poco

Tienes 3 llamadas perdidas de Eunha 📞

Sana estaba a punto de contestar cuando vio que tenía más notificaciones. Estas eran de apps que tenía para juntarse con chicas.

Rara vez tenía problema con eso porque la mayoría eran universitarias o tenían casi la misma edad que Sana. Por lo que salía normalmente bien, y de paso, pasaba buenas noches en moteles usualmente lindos y caros.

Sus padres rara vez se pasaban por la casa porque casi siempre estaban de viaje por negocios en cualquier lugar. Primero comenzaron con viajes de uno o dos días, hasta que se hizo normal que Sana no los viera durante un mes entero y se limitaran a enviarle mensajes y dinero de vez en cuando. Al menos era lo bastante responsable para estar sola según ellos. Y además, usualmente se la pasaba en casa de Mina, así que no había problema.

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"¿Así que un chico se te acercó y te lo dio?" preguntó Mina
"¿Siquiera era guapo? Porque sino, entonces no tendría oportunidad con el nuevo amigo de Mina. Oye, ¿cómo dices que se llama? ¿Angel?" hablaba Nayeon de forma curiosa. Chaeyoung se molestó y se sintió mal cuando notó lo roja que se puso cuando hablaron de aquel chico que Mina conoció el día del partido en el lago.

"Se llama Angelo. Y no hablamos de mí, sino del encuentro con el otro chico y Tzuyu" rió Mina tratando de cambiar de tema.
"En realidad el chico era normal. Ordinario si me lo preguntas, y el volante es algo sobre una fiesta al aire libre esta noche, o eso logré entender por su estúpido acento" Sana fingió interés y celos para Tzuyu, y cuando la vio de reojo se dio cuenta que estaba viéndola también. Pero lo único a lo que realmente le prestaba atención era a su teléfono. No es como si en verdad hubiese sentido celos. ¿O sí?

Todas se quedaron perplejas ante las palabras de Sana. Ella sonaba diferente a lo usual, se veía diferente a lo usual. Momo quizo acabar con el ambiente tenso en la terraza proponiendo quedarse para aquella fiesta del pueblo.

"No lo sé, mi mamá quería que regresaramos temprano" decía Mina no muy convencida.
"¡Vamos! Tal vez Angelo también esté aquí. No pierdes nada. Venga, ya luego le hablamos y le explicamos a tu mamá que nos quedamos a la fiesta". Tzuyu también se quería quedar, ella en verdad disfrutaba este tipo de eventos. Todo lo contrario a Sana que quería irse lo más pronto de ahí. Aunque cuando lo pensó más detenidamente, accedió, pues al menos así tendría más tiempo acceso a Internet, responder varios mensajes y ponerse al día.

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Tú y 233irene han hecho un match

"Mierda, sí que es muy linda... Si hubiese dado un match antes de irme... Demonios. No creo que quiera verme cuando le diga que el único día libre será dentro de casi un mes y medio"

Esa era solo uno de los tantos Match que Sana había hecho por esas aplicaciones. Detestaba no poder disfrutar de algo de diversión como esa en Italia. Tampoco es que le fuera imposible flirtear con una chica europea, de hecho, se le hacía una ilusión muy grande el hecho de hacerlo con alguien de otro continente. Pero de momento no había tenido la oportunidad. Y decirle a sus amigas sobre ello tampoco era un gran plan.

Sus pensamientos y acciones estaban todas enfocadas en su celular hasta que de repente apareció el aviso de batería baja y se apagó.
"No puedo tener peor suerte, en serio" dijo para sí misma.

Aprovechó para bajar de la terraza y buscar a sus amigas, quienes ya estaban perdidas en el ambiente de la fiesta al estilo europeo. La música sonaba muy alto y la plaza estaba llena de personas bailando al son de las canciones y otras comiendo, hablando o fumando con amigos.

"¡Sana! Oye" una voz y una mano sobre su hombro la hicieron perder el sentido un segundo.
"Ah, eres tú. Lamento no bajar, estaba escribiendole a mi madre" mintió Sana.
"Zhou, dime. ¿Te gusta aquí?" preguntó curiosa acercando su rostro un poco más en busca de un sonido más claro.
"¡Claro! Italia es bellísima. Me encanta" Sana rió ante su comentario.
"No, tonta, me refiero a que si te gusta la fiesta" Sana la miró con su sonrisa tierna y encantadora de siempre, lo que causó un obivo rubor en las mejillas de Tzuyu.

"Claro, sí. Es genial, me recuerda a las fiestas que tenía en Taiwán con mis compañeros, solo que aquí no veo a tantos perdiendo el control gracias al alcohol" apenas había terminado de hablar cuando Sana la tomó de la muñeca y la llevó hasta la pista donde muchos estaban bailando. Tzuyu pensó que Sana solía ser así, improvisando y haciendo cosas o tomando decisiones de la nada. Eso se le hacía un tanto misterioso y encantador.

Sana comenzó a moverse de forma libre y delicada al mismo tiempo; sus pasos se ajustaban muy bien al son de la música y el juego de luces de la tarde noche daban una vibra majestuosa ante los ojos de los demás. Tomó la mano de la menor y la acercó más a su cuerpo
"vamos, baila tú también" en realidad, esto no era parte de su plan. Sana sí estaba disfrutando bailar con la chica, la cual tardó un momento en seguirle el paso pero luego se acoplaron muy bien.

Las luces y el fondo hacían que Sana viera a Tzuyu como un ángel, era demasiado hermoso. De ese tipo de bellezas que rara vez puedes ver tan de cerca. Incluso podías tocarla.

Ya no se pudo resistir más. Se acercó más y más hacia el rostro de la más alta y dejó un beso en su mejilla, casi rozando sus labios.

"¿Pero qué carajos hice?"