Después de dos días de espera en el lago para volver a tener contacto con los humanos, las bestias con cola comenzaron a impacientarse.
—Vaya, qué fastidio estar quieto. Mejor vamos nosotros a verlos — comentó Shukaku, expresando su aburrimiento.
—Nada de eso. Ya falta poco para que lleguen. Sean pacientes. Estoy seguro de que hoy vendrán a este lago por agua y nos verán aquí — dijo Kurama, tratando de calmar los ánimos.
En ese momento, avistaron a un niño en la orilla del lago. Tenía una expresión de asombro y miedo al verlos, llevando en sus manos un recipiente en busca de agua. Kurama decidió hablarle para tranquilizarlo.
—Tranquilo, niño, no te haremos daño. Llevamos mucho tiempo viviendo aquí, así que puedes venir cuando quieras y tomar toda el agua que necesites — aseguró Kurama, buscando establecer una conexión pacífica.
—¿No van a comerme? — preguntó el infante con temor.
—¿Comerte? Nosotros no comemos, así que puedes estar tranquilo con eso. Ven cuando quieras, y dile a los demás humanos que pueden tomar toda el agua que quieran — aclaró Isobu, otra de las bestias con cola. El niño los miró fijamente a los ojos, tratando de entender la veracidad de sus palabras.
—Wow, dicen la verdad. Mi mamá, cuando me mira así como ustedes, es cuando me habla en serio. Mi nombre es Yamamoto, y seré el próximo jefe de la aldea — compartió el niño mientras tomaba agua y se dirigía corriendo hacia el bosque en busca de su padre, el actual líder de la aldea.
Cuando Yamamoto encontró a su padre, le relató la extraordinaria experiencia con las bestias del lago.
—Papá, hay nueve grandes animales en el lago, pero son buenos. No me hicieron daño, e incluso pueden hablar — dijo el niño emocionado.
—No bromees así conmigo, hijo. Si dices que hay grandes animales, podrían haberte hecho daño. Pero tranquilo, traigo mis flechas y a mis mejores hombres. Vamos por agua y a cazar a esos animales — respondió el padre, mostrando escepticismo ante la historia de su hijo.
—No, papá. Ellos no comen y son buenos — insistió Yamamoto, sintiendo impotencia al no poder convencer a su padre.
—Suficiente, Yamamoto. Todos los animales comen. Eres solo un niño, no sabes nada del mundo de los adultos. Vamos por el agua y a cazar a esos animales — concluyó el padre, decidido a tomar medidas de precaución.
El niño siguió a los adultos con una mezcla de impotencia y esperanza, deseando en su corazón que las nueve grandes bestias pudieran escapar del peligro inminente. La tensión entre las bestias con cola y los humanos se intensificaba, tejiendo un hilo de incertidumbre que afectaría el destino compartido de ambas especies en este rincón especial del bosque y el lago que ahora llamaban hogar.
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Naruto: la historia de los bijuu.
РазноеEsta novela se ubica en una época muy antigua. Miles de años antes de crearse las cinco grandes naciones ninja. Cuando las nueve bestias con cola eran unos chachorros y convivían con el Sabio de los Seis Caminos. A partir de un trágico evento los bi...