El escape

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Moverme era difícil, pero los nervios y el terror que me invadían hacían que me moviera rápido, sacándole ventaja al monstruo....
En lo que veo por una rejilla que el conserje se dirigía al cuarto de calderas
-¡Oh no! ¡¡LA CALEFACCIÓN!!
Dije jadeando, mientras veía que el monstruo se chocaba en una esquina, desesperado por atraparme y devorarme vivo. En eso oigo el ruido de un interruptor y el calor sofocante empieza a invadir los conductos de metal, no me podía mover pero en cambio el monstruo viscoso se había echo más rápido y ágil.
Estaba asustado, aterrado, sofocado... Atrapado... iba a morir....
Me di vuelta para luchar contra esa cosa, apoyado sobre mis codos vi que esa cosa estaba encima de mí, con esa boca llena de dientes, abierta.... Esa lengua larga, que casi tocaba mi cara.... La saliva del monstruo empapaba mi camiseta...
Era el fin, hiba a tragarme y lo único que hice fue huir; cerré mis ojos esperando mi destino, sentía como se acercaba.... Podía sentir su respiración en mi rostro....

No vi lo que pasó, no sé lo que pasó...
Pero algo sabía, desde ese momento me convertí y formaba parte del monstruo, y ya era hora de que la curiosidad atrajera a la única  y última persona en esta escuela...

Slimy monsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora