Capítulo 20. El Rescate

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*Vegeta*

Bulma se aproximó a leer la nota. Y pronto la vi desvanecerse. La sostuve rápidamente para mirarla.

―¡Bulma! ¿Qué tienes? ―pregunto desconcertado.

Lleva una nota en sus manos, la tomo y leo. Han secuestrado a sus padres. Me invade el miedo, lo que ella siente también lo siento yo.

―¡Bulma, reacciona! ―exclamé.

La abrazo y estalla en llanto, ha reaccionado. No quiero soltarla, quiero cuidarla y no puedo permitir que le suceda nada.

―Ve... Vegeta. Mis padres... ―solloza en mis hombros abrazándome muy fuerte.

―Descuida, vamos a encontrarlos. Ven, salgamos de aquí. ―la llevo abrazada.

Caminamos hasta el auto. Demonios ¿Qué hago? La ayudo a que suba despacio, y cierro la puerta para dar la vuelta y subir.

―Los vamos a encontrar, eso te lo prometo. ― le digo y ella no para de llorar.

―Vegeta, quédate conmigo, tengo miedo. ―su voz se entrecorta.

―Descuida, nena. No te abandonaré. ―digo mientras tomo su mano.

Llegamos a su casa, subimos a la habitación y la dejo acostada. Bajo hasta la cocina, y le preparo un té y me dirijo a su habitación.

―Ten, princesa. ―la encuentro llorando y la abrazo.

(...)

Se ha quedado dormida y me dispongo a llamar a Kakaroto, es el único amigo de Bulma más cercano que conozco y su esposa Milk.

~Llamada Kakaroto~

―Mm... ¿Quién es? ―pregunta.

―Kakaroto, soy Vegeta.

―Vegeta ¿Qué ha pasado?

―Han secuestrado a los padres de Bulma.

―¡Por Kami! No puede ser. ¿En donde estás?

―En su casa. Ellos salieron por un problema que se les presento en la corporación y no regresaron. Bulma está muy nerviosa, ahora duerme pero necesito hacer algo.

―Esta bien, espera si llaman Vegeta, yo me voy a vestir y salgo para allá con Milk.

―Bueno. ―Cuelgo.

~Fin de llamada~

Maldita sea, esta es la noche más larga que he tenido. Subo a la habitación y ahí está ella, tan dulce en sus sueños pero al despertar tendrá el sabor amargo de lo ocurrido. Me acuesto a su lado y la abrazo.

(...)

*Bulma*

Todo está oscuro. Papá, mamá ¿Dónde están? Una luz se ve reflejada en la habitación de al lado.

―¡Querida Bulma, aquí estamos! ―escucho la voz de mi madre.

Corro inmediatamente a la habitación y me encuentro con una escena desgarradora. Son ellos, son mis padres, tirados en un charco de sangre con un disparo en la cabeza. ¡No! Papá, mamá, ¡no...!

―¡No... no... no...! Mis padres no.

―¡Bulma, despierta! ―escucho la voz de Vegeta a lo lejos.

Despierto agitada, sudada, y nerviosa. Él está a aquí. Ha sido una pesadilla. Lo abrazo y no quiero alejarme. Él me proporciona tranquilidad.

―¿Nena estas bien? Tranquila has tenido un mal sueño. ―musita mientras corresponde a mi abrazo.

Un Amor Inesperado en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora