《You Got That Thing | J.Jk》✔︎

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Agarremela que me crece hahahakak

Después de un rato tirada y adolorida debajo de las gradas me digo que es momento de levantarme. Voy en dirección a la enfermería. Al parecer nadie de los que estaban alrededor se dieron cuenta de que golpearon a alguien en sus narices.

Camino como si no hubiera pasado nada hasta el edificio de la escuela. Algunos estudiantes me ven raro al pasar. Seguramente debido a mis rodillas raspadas. Bajo mi vista para examinarlas; si, efectivamente se ven destrozadas y me arden horrores.

Una vez que salgo de la vista de personas dejo de actuar y grito mil maldiciones mientras camino hacia la enfermería con pasos extraños. Mi espalda parece estar ardiendo en llamas de dolor y mis rodillas arden como el infierno. Y seguro que mañana me aparezca moretón en el vientre por tremendo golpe que recibí de MinKi.

Joder, nunca hubiera pensé que se atrevería a golpearme. Puede que siempre esté pensando lo peor de las personas pero esperaba que hubiera recapacitado un poco con los años. Veo que solamente empeoró su conducta. Esto es demasiado.

Abro la puerta de la enfermería y me adentro después de asegurarme que no hay nadie ocupándola. Busco a la enfermera, pero parece que se ha tomado el día libre.

Bueno, creo que me toca hacer el trabajo difícil a mi: curar y desinfectar mis heridas sin ayuda. Genial.

Saco algunas gasas del armario junto con algunas vendas y pomadas. Acomodo el material sobre una amplia mesa en la cual me siento con las piernas estiradas. Tomo un poco de algodón y lo mojo con desinfectante. Suspiro unas cuantas veces preparándome para lo que se viene y pego el algodón a la zona lastimada de mi rodilla. Comienzo a retorcer la pierna en la que lo apliqué con un movimiento similar al que haces cuando un bicho se para sobre tu rodilla y la levantas bruscamente para que se vaya. Solamente que en esta ocasión lo que intento disipar es el escozor que me provoca el líquido desinfectante abriéndose paso en la carne dañada.
Una vez que he acabo, suelto un largo suspiro de alivio.

Comienzo a vendar mis rodillas mientras pienso en una excusa creíble para decirle a Jimin; porque obviamente no le voy a decir que ha sido MinKi quien me ha golpeado. Eso solamente le traería y me traería problemas con el peliblanco.

Después de colocarme un poco de pomada para el dolor muscular -que seguramente surgirá en un rato- en la espalda y en el abdomen decidí acostarme a dormir en una de las camillas del lugar. Estoy harta de este instituto y me faltan dos años dentro. Cualquiera me podría decir "si no te gusta cámbiate a otro" pero ya no puedo hacer nada. Mis padres, a pesar de que no lo parezca, son bastante estrictos con temas de responsabilidad. Si ya tomé la decisión de inscribirme aquí, debo terminar aquí.

Me cubro hasta la cabeza con las cobijas blancas de la camilla y cierro los ojos. La ventaja de haber recibido unos cuantos golpes es que ahora ya no tengo tan frías las piernas. Bendita sea la calefacción de la enfermería.

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Me despierto por los rayos del Sol que se cuelan por las persianas de la enfermería apuntando directamente a mis ojos. Me distraigo observando el techo blanco de la enfermería esos primeros minutos de no saber no quién eres al despertar. Con lentitud me intento reincorporar en la cama pero un estallido de dolor que recorre mi cuello y espalda me hace volver a acostarme. Joder, no pensé que iba a quedar tan adolorida. Supongo que la adrenalina del momento me hizo subestimar el maltrato que recibió mi espalda.

Después de varios intentos por fin logro sentarme sobre el colchón. Tomo mi celular con un bostezo y al desbloquear la pantalla reviso la hora. Por una vez en la vida mi reloj biológico funciona para algo; me he despertado unos minutos antes de que termine el evento.