Fred Weasley (3)*

45 3 0
                                    

Acabábamos de llegar a casa de Hagrid y estábamos escondidos mirando por la ventana su conversación con cara de sapo. Si no fuera porque Ron y Hermione me sujetaban ya le habría contestado un par de cosas.

Umbridge se fue, por fin, y entramos con Hagrid, que nos contó sobre su búsqueda de los gigantes. Escuchamos ruidos de tormenta así que supuse que los mortífagos estarían en sus trámites de huida. Poco después volvimos al castillo y yo me separé para buscar a Fred. Pero parece que él me encontró a mi primero. Porque volví a sentir como me medio secuestraban. Esta vez me llevó a la sala de los menesteres.

-De verdad. No se que manía te ha dado con secuestrarme así de la nada pero esto tiene que parar.- Me giré hacia el y me crucé de brazos.

-Ya bueno, pero entonces no sería divertido.- Me miró sonriente y yo asentí a regañadientes. Luego abrió sus brazos. Lo miré falsamente dubitativa y enarqué una ceja.

-Vamos. Sabes mejor que yo que quieres.- Intenté resistirme pero el siguió insistiendo y al final acabé saltando a sus brazos, como siempre.

Estuvimos lo que quedaba de tarde jugando y dándonos mimos hasta que llegó la hora de ir a cenar y fuimos con los demás. La cena y la noche transcurrieron de manera normal. Pero estaba preocupada. Si no me equivocaba los mortífagos ya debían de haber escapado de Azkabán.

Esa noche dormí con Fred en la sala de menesteres. Él sabía que me pasaba algo así que le conté sobre los mortífagos y estuvimos hablando un rato. Luego caímos rendidos de sueño. Me había venido bien hablar con él.

Al día siguiente nos levantamos y fuimos a desayunar. Fred, George, Ginni y yo estábamos hablando cuando vimos a Harry, Herms y Ron entrar. También vimos a Seamus disculparse y decir a Harry que le cree. Sonreí por eso. Es una buena noticia.

Pasó el día y ya estábamos en clase practicando el patronus. Harry se paseaba revisando y explicando cosas mientras yo ayudaba a los gemelos y a quién me pidiese ayuda. Todos estábamos practicando cuando de repente oímos unos golpes. Creo saber de quien se trata.

-Umbridge.- Susurré.

Me acerqué al espejo junto a Harry y Colin y en cuanto este se rompió mandé a todo el mundo para atrás. Debería de haber previsto esto, ya no me da tiempo a planear una huída, ni calmada ni precipitada.

Colin se acercó al pequeño agujero a ver, pero Harry y yo le apartamos para mirar.

-De esto me encargo yo.- Como la agarre la mato, pero es que la mato. Nos alejamos todos de la pared. -Bombarda máxima.- Ya está. Si esta señora ya me ponía de mala hostia cuando leía los libros, ahora que lo vivo sueño que la estrangulo y me pongo feliz.

Protego!- Grité. La pared saltó por los aires y aparecieron cara de sapo, Flitch y varios Slytherin. Tenían a Cho. Sabía que no había dicho nada por iniciativa propia, pero aún así me daba pena.

Estábamos en el despacho de Dumbeldore y Umbridge decía sus mamarrachadas, como de costumbre.

- ...vimos sus mentiras como lo que eran. Una cortina de humo para hacerse con el control del ministerio.- Yo la, mato. Es que como la pille no la suelto.

-Naturalm...

-¡Y una mierda!- Todos me miraron sorprendidos. -¡Aquí lo que pasa es que les ciega tanto el jodido miedo que no quieren aceptar que Voldemort ha vuelto!- Nadie hablaba. -Lo que hacíamos era practicar hechizos por nuestra cuenta porque.- miré a cara de sapo. -Ya que a nuestra profesora no le apetece y no nos enseña una mierda alguien tenía que hacerlo. A menos que quiera que todo el mundo muera ahí fuera.- Miré al primer ministro. -Porque Voldemort ha vuelto. Y estoy segura de que usted lo sabe tan bien como yo. Solo que está tan cagado de miedo que hace todo lo posible por no afrontarlo y mira hacia otro lado inventando historias sobre Harry, Dumbeldore y Sirius Black. El cual, si no recuerdo mal, ya ha sido considerada inocente y probada la misma.- Ale, ya está. Ya lo solté todo.

Just some HP one shots (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora