Yo soy tú Rey (Thor x Loki)

Serás solo Mio

 Últimamente había algo que no me dejaba tranquilo, una idea que no dejaba de darme vuelta la cabeza. ¿Por esos chicos dijeron que yo era su padre y me protegieron?, eso fue muy extraño, nunca los había visto antes. Algo andaba mal, he intentado hablar sobre esto con Thanos pero siempre evita el tema, o me dice que son solo ideas mías y que me concentre en una forma de recuperar todas las gemas del infinito. Recuerdo que son y su poder, sin embargo, hay recuerdos que tengo borrosos y es extraño porque..., son prácticamente siglos de mi corta vida hasta ahora. Seguramente me está ocultando algo y debo averiguar que es. Además también está ese vengador rubio que me dijo algo muy extraño. ¿Que me ama?, ¿como se puede amar al enemigo?, en especial si es hombre, no lo entiendo. Todos los midgardianos están locos.

Thanos, su séquito y yo, nos encontrábamos ahora en una nave en el espacio. El titan todavía no podía creer que unos insignificantes seres como lo eran los midgardianos lo hayan podido derrotar. Él buscaba soluciones y lo único que escuchaba era la cruda verdad una y otra vez. Que habíamos perdido contra los vengadores. Luego de me lo ordenaran, teletransporte mi imagen a la tierra y pude ver con mis propios ojos, como los vengadores con la ayuda de las gemas del infinito, no solo devolvieron a todas las personas que quedaron atrapadas en la gema del alma, sino que con la gema del tiempo, volvió todo a como era antes de la catástrofe que ocasiono el titan. Que por alguna extraña razón no me afectó a mí. Incluso Thanos retrocedió en el tiempo. Yo presencie cuando este retroceso en el tiempo sucedió. Al parecer mis aliados eran ese Rubio y uno de los vengadores que vi, una bestia verde. El enemigo era ese monstruo color morado. Él me llamó hermano cuando aparentemente Thanos me asesinó. <<¿Entonces somos hermanos?, ¿familia?. ¿Será esa clase de amor de la que me hablaba antes?, ¿será que esos niños son mis hijos?>>

_ ¡Aghh...!, me estalla la cabeza. Si yo tuviera o hubiera tenido una familia lo recordaría. ¡¿Por qué no puedo recordar nada?! _ vociferé molesto, volviendo de golpe a mi cuerpo que aún se hallaba en el espacio. Suspiré para luego respirar profundo y calmarme un poco. _ Ya sé que voy a hacer.

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_ ¡AHHHH!, ¡Mi amor!, ¡estoy tan feliz de verte de nuevo! _ Wanda ni bien visualizo a Visión, saltó de alegría a sus brazos, exclamando estás palabras. _ Te amo, te amo, te amo. _ le repartió besos por todo el rostro, formando una sonrisa en su novio que la abrazó con más fuerza contra su pecho.

_ Yo también, amor. _ Ellos se veían muy felices ese día. Ahora todo había vuelto a la normalidad luego de que lográramos arrebatarle a Thanos casi todas las gemas del infinito. Es una lastima que no haya podido estar feliz por ellos. Ni siquiera ahora, que ya ha pasado un mes, y no se nada de Loki. Sé esfumo, no aparece por ningún lado, ni siquiera Wanda pudo rastrearlo con sus poderes. Al final los vengadores, incluso mis amigos, ya dejaron de intentarlo. Hela siempre estaba encerrada en su cuarto y no salía más que para comer, Fenrir todo el día se la pasaba durmiendo y cuando despertaba solo era para preguntar por Loki. Me partía el alma verlos así, pero él que más me preocupaba era James; solo actuaba como un robot todo el tiempo, haciendo todo de forma automática. Su dolor lo llevaba por dentro y eso poco a poco lo destruiría. Debía buscar la forma de solucionar esta situación. Odiaba tener que ser fuerte por alguien más. También extrañaba a Loki, mucho, quería verlo. Creí que el poder de las gemas bastaría para recuperar a mi hermano, pero no resultó, el doctor extraño solo me dijo que debe ser cosa de la gema que le borró la memoria. 

_ ¡Muy bien chicos!, ahora que ganamos, hay que hacer ¡una fiesta! _ propuso Tony obteniendo la aprobación de todos, a mi no me hacia ninguna gracia. Se me oprimirme el pecho de solo pensar en una fiesta, estando Loki desaparecido, porque aunque haya pasado tiempo, el dolor en mi pecho seguía estando muy presente. Me sentía muy mal por sentir envidia de su felicidad, pero no podía evitarlo. Me levanté furioso del sillón donde me encontraba sentado, llamando la atención de todos ahí.