Koharu.
Podía jurar que los latidos de su corazón se escuchaban hasta la siguiente cuadra mientras esperaba a Jaehyun en la entrada de la escuela. Eran las 2:43 pm. Debía estar ahí en dos minutos.
Le asustaba. No tanto el hecho de que Jaehyun fuera uno de esos chicos raros que acosan a las chicas para luego abusar de ellas y matarlas. Morir era lo que había estado deseando desde hacía más de un año. Le asustaba que él se diera cuenta de lo rara, estúpida y patética que era.
¿Para qué querría verla? ¿Por qué insistió tanto?
Sin darse cuenta llegaron las 2:45 y con ellas también llegó Jaehyun, bajando los escalones lentamente.
—Hola —dijo él, con voz titubeante, como si quisiera ocultar algo.
Koharu tragó saliva y se inclinó en una vergonzosa reverencia.—Hola —contestó en voz muy bajita.
—¿Estás lista? —preguntó Jaehyun.
—¿Para qué? —oh, incluso si pusieran un megáfono frente a la boca de Koharu nunca, jamás, se podría escuchar si quiera a treinta centímetros a su alrededor.
Gracias a Dios, Jaehyun sabía leer los labios.
—Te dije que quería pedirte disculpas por lo de esta mañana —dijo él como si fuera lo más obvio del mundo.
—Sunbae, pero no pensé que lo habías hecho a propósito. No tienes que hacer esto —dijo tímidamente.
Los hoyuelos del chico se mostraron cuando sonrió de una forma adorable que casi hizo que Koharu callera al suelo de rodillas.
—Ok, entonces tú me ayudarás a mí —se acercó a ella y con movimientos rápidos le quitó el bolso del hombro colgándoselo en el propio.
Koharu se quedó estática y con la boca seca, sin poder respirar, solo de pie en su lugar. Lo vio caminar por la calle alejándose de ella.
Suspiró y decidió seguirlo. A fin de cuentas él tenía su bolso. El camino fue silencioso. Literalmente ninguno de los dos dijo nada, solo caminaban y caminaban y Koharu sintió que colapsaría en cualquier momento más de tres veces.
—En qué necesitas mi ayuda, sunbae —preguntó ella cuando ya tenían varias calles recorridas. Estaba en una particularmente concurrida, donde había distintos restaurantes.
Jaehyun se paró abruptamente frente a la puerta de uno. “Kuro Ramen”.
—¿Sabes, Koharu? —se volvió rápidamente a ella, sonriendo—. Siempre vengo con los chicos a este lugar a comer udon. Hay un letrero adentro que dice “El Auténtico Sabor de Japón”. Pero nunca he ido a Japón, así que necesito, de verdad necesito, que me digas si en realidad saben igual que los que venden allá —se dio la media vuelta, abrió la puerta y la mantuvo así esperando a que Koharu pasara, pero ella seguía pasmada sin comprender realmente lo que estaba sucediendo—. No te preocupes, yo pago.
Quiso reír, quiso brincar y golpear la pared con frustración. ¿Era en serio? ¿Todo aquello era real?
¿Qué carajo está pasando?
Entró por fin. El lugar era acogedor, no tan grande, pero tampoco tan pequeño, con mesas pegadas a la pared izquierda y de lado derecho la estación de cocina. Solo dos de las mesas estaban ocupadas.
—Bienvenidos —dijo el hombre que cocinaba arduamente desde la estufa en un perfecto japonés.
—Buenas tardes —contestó Koharu en su idioma natal.
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sad line◎Jung Jaehyun◎NCT
Hayran Kurgu"-Déjame ayudarte, tú me ayudaste a mí. -Koharu... -Jaehyun, ¿por qué eres voluntario en la Línea de Prevención del Suicidio? -Por la misma razón por la que te sientes culpable por la muerte de tu padre... todos tenemos un pasado oscuro, bebé." •Het...