Dallas pasó por delante de él a la vez que la chica posaba sus ojos en el castaño y hacía un gesto de sorpresa. Jungkook le hizo un asentimiento con la cabeza para no ser descortés pero fue detrás del chico que ni siquiera se había dignado a mirarle. Le siguió hasta la barra y se inclinó sobre su cuerpo pidiendo una copa a la camarera cuando en realidad lo que buscaba era su contacto. Dallas encendió un cigarro aun ignorándole, dio una honda calada y se giró hacia él soltando el humo mientras hablaba.
— Dos días seguidos en el Etéreo, ¿se trata de un milagro? ¿Quieres a Zoe? Aún no le he escogido cliente— dijo con una calma total pero sus ojos ardían en llamas metalizadas.
El castaño se molestó porque supiera su nombre pero también se preocupó porque hubiese escogido en ese momento el nombre real de la chica, nada de lo que él hacía era sin premeditación.
— No sé quién es Zoe— dijo en alerta.
— Claro que lo sabes, la conociste cuando aún no era Dama el primer día que la traje aquí asique supongo que fue el nombre que usó para presentarse ¿o me equivoco?
Dallas le estaba regalando una sonrisa muy falsa, de las que veías el peligro a quilómetros.
¿Era posible que la chica los hubiese descubierto? No... eso le hubiese traído muchos problemas y no estaría allí en ese momento.— No me acordaba de su nombre, solo eso. ¿Cómo has sabido...?
Dallas se mantuvo unos segundos más de la cuenta en silencio, consiguió que el castaño se empezara a poner nervioso con su escrutinio. Sabía que estaba estudiando cada una de sus reacciones al milímetro. Casi podía sentir como entraba en su mente y se empapaba de cada uno de sus recuerdos. Pero eso era imposible, no debía perder la calma.
— Eres la única persona que conozco que pide esa marca de vino. Sabe horrible para ser tan caro.
Jungkook se encogió de hombros con indiferencia y empujó la mejilla con la lengua repasando a su amigo de arriba abajo. Lo había hecho bien, su expresión no había dejado traslucir nada, Dallas volvía a centrar la vista en la vitrina sin alterarse por su comportamiento atrevido.
— Echo de menos tu cuerpo— susurró Jungkook.
— Y más que lo vas a echar.
Dallas se colocó el flequillo que llevaba liso sobre la frente y posó la barbilla en su puño sin mirarle siquiera. Detuvo su mano en cuanto tocó la piel de su estomago disimuladamente por debajo de su camisa.
— Dallas...
El castaño no podía evitarlo, ya estaba totalmente perdido en la sensualidad y el peligro que desprendía. Ni él mismo podía tomarse en serio cuando decía que estaba cansado de sus juegos, en cuanto le tenía delante la lujuria se apoderaba de él y echaba por tierra cualquier pensamiento racional.
— No me toques Jungkook o te follaré hasta partirte en dos y te advierto que te marcharás de aquí echando de menos mi cuerpo más de lo que lo haces ahora.
Jungkook sonrió y sus ojos se rasgaron con picardía.
— Eso no tiene sentido.
— Compruébalo— dijo retándole con sus ojos de plata fijos en los suyos.
El castaño se lamió el labio y volvió a introducir su mano por la camisa de Dallas después de comprobar que nadie les prestase atención. Acarició lentamente sus abdominales y se rio, le apetecía jugar aunque más tarde se arrepintiese.
Siguió al chico de plata que se levantó sin decir una palabra y se extrañó cuando pasaron de largo los reservados. Zoe les siguió con la mirada sentada al lado de Yoonhori y la otra mujer hasta que les perdió de vista.
Caminaron por los pasillos y dejaron atrás los camerinos llegando a la parte trasera del escenario.
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MUÑECOS ROTOS [+18]
FanfictionOscuro, excéntrico, lujurioso, peligroso e inestable. Sé bienvenido al Etéreo. No olvides guardar el secreto. ADVERTENCIA ⚠️ Alto contenido sexual explícito y delicado, lenguaje obsceno. Mención de abusos y enfermedades mentales. Pareja principal:...