capítulo once.

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Logan estaba recargado en el auto, esperándome. En su rostro se notaban los nervios, más bien diría miedo. Al verme rodeó silenciosamente el auto y entró.

El camino a casa fue silencioso, ninguno de los dos emitía sonido. Realmente no tenía ganas de discutir, mi cabeza me mataba y con lo que había pasado aún más.

– Y voy a hacer lo que SEA para que se fije en mí y parece que ya lo estoy logrando.” – esas palabras resonaban una y otra y otra vez en mi cabeza. ¿Sería posible? ¿Sería posible que él me dejara por ella? ¿Que se atrevería a destruir lo nuestro? ¿Estaría dispuesto a eso? La preocupación comenzó a carcomer mi cabeza cuando recordé que Ashley al conocernos me había mencionado que él era un mujeriego. Comencé a dudar… ¿y si él ya me había engañado años atrás? Tal vez yo estaba exagerando y desconfiando del hombre con el cual me iba a casar y a pasar una vida juntos, pero con lo que acaba de pasar… imposible no desconfiar. Tomé el valor de hablar.

- Logan.

- ¿sí?

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Claro.

- ¿Tú realmente estas dispuesto a casarte conmigo?

El paró el auto a un costado del tráfico  y me tomó las manos mirándome a los ojos.

- Claro bebé, pero qué cosas dices. – dijo besando mis manos.

- Sabías que tú eres y fuiste mi primer novio ¿Verdad? – el asintió. – Bueno, creo que he  sido sincera contigo todos estos años y quiero que tú también lo seas… Porque estoy harta de todo esto. – Las lágrimas comenzaron a salir. - ¿Tú tienes algo con Melody? Dime la verdad.

Él abrió sus ojos hasta más no poder e inmediatamente negó con la cabeza. – No, claro que no  - tomó mis mejillas. - ¿Cómo puedes desconfiar de mí?

Me alejé sonriendo sin ganas.  – bueno, principalmente porque te arreglaste sin motivo y luego te encontré a las risas con Melody. Además ella acaba de admitir que le gustas así que... Sólo quiero saber si realmente quieres casarte porque esto no es un juego.

- No, es linda pero, para que querría otra mujer cuando ya tengo a la más hermosa. – Trató de besarme, pero corrí mi rostro.

- Contéstame la última y te dejo en paz. – Dije limpiando las lágrimas. Yo no quería llorar, porque me sentía vulnerable. - ¿Por qué te encontré a las risas con Melody en el Centro comercial? ¿Fuiste a encontrarte con ella? o fuiste a acompañarme.

- ____. – agachó la cabeza. – Te diré la verdad. – suspiró. – Si, fui a encontrarme con ella, me había enviado un mensaje diciendo si quería ir a tomar un café y de paso analizábamos el caso. Yo acepté porque no tenía nada que hacer. Pero también fui por cuidarte o piensas que no me preocupa que te hagan algo.

– Entonces… ¿Por qué no me lo dijiste desde un principio?

- Porque te enojarías y no quería eso.

- Me mentiste.

- No, no te mentí.

- Tienes razón, Comenzaste a ocultarme cosas.

- Perdón, cariño. – Quiso besarme, pero nuevamente corrí mi rostro

- Logan, vámonos… mi cabeza me mata. – dije posando una mano en mi frente

Sin decir nada y con una expresión muy rara en su rostro, volvió a arrancar retomando el camino a casa.

Llegué a casa con una jaqueca impresionante. Lo único que hice fue tirar las bolsas de compras y subir a mi habitación a tomar un baño relajante. Luego salí y me tiré en mi cama, realmente no quería bajar a comer… Mi estómago estaba duro y el dolor de cabeza no disminuía.

- ____... – Dijo Rossi desde la puerta.

- ¿Sí?

-¿No bajas a comer?

- No, la verdad que no. – me senté en la cama cruzando mis piernas. – No me siento bien.

- ¿Quieres algún té o que te de un antiácido, antifebril, o algo? – preguntó sentándose a mi lado.

- No, te lo agradezco, pero no se me apetece nada.

- Perdona que me entrometa pero… ¿Sucedió algo contigo y Logan? Él está un poco decaído y bueno tú… Estás rara.

- Las cosas entre Logan y yo… No van muy bien que digamos. – Dije bajando la mirada. – Yo creo, creo… que él bueno… que no quiere casarse y que anda...

- Piensas que anda con otra. – Concluyó.

- Exacto. Y si así es ahora, no me quiero imaginar cómo será cuando estemos casados.

- Yo creo que sólo es un mal entendido. Él te ama y mucho. – Refregó mi espalda. – Estaré abajo, por si necesitas algo. – dijo saliendo por la puerta.

- Gracias. – Sonreí.

- De nada, cariño.

Me recosté mirando al techo y luego de un par de segundo cerré mis ojos.

***

Me desperté por el rugir de mi estómago. Ya era hora de comer algo. Miré el reloj de la pared y marcaba las 16:34 P.M.

-“Demonios.” – pensé. Ya iba a ser hora de ir a hablar con Sheila por lo de la casa. Bajé las escaleras y Logan estaba tirado en el sillón viendo una película… Al parecer ya se había dormido y la película siguió su transcurso.  James, Rossi y Dylan no aparecían. Fui hasta la cocina y tomé un trozo de torta de chocolate que quedaba, luego volví hasta la sala a despertar a Logan.

Llegué hasta donde él estaba recostado, a pesar de todo el enojo que aún tenía, debía admitir que se veía tierno.

- Hey Logan… - Murmuré acercándome. – Logan, despierta. – lo sacudí un poco.

-¿Ah? – Dijo enderezándose de golpe.

Hizo tal movimiento torpe que caí encima de él con torta y todo. Comencé a reírme a carcajadas, mientras él trataba de entender lo que sucedía y para colmo su cara estaba embarrada de torta de chocolate.

- ¿Crees que es gracioso? – dijo tratando de no reír.

- Sí que lo es. – dije quitando un poco de torta de su cara.

Poco a poco se fue acercando hasta juntar nuestros labios, debía decir que el sabor de sus labios más el del chocolate era adictivo.

- Logan. – Dije entre besos. – Debemos ir a ver la casa.

Me levanté y acomodé mi ropa. Nos miramos y comenzamos a reírnos, ambos teníamos la cara con chocolate. Logan parecía que se había hecho un facial y yo… Bueno aún no me había visto al espejo.

***

- Ok, Sr. Henderson. – dijo con una gran sonrisa en su rostro. – Fue un gusto hacer negocios con usted. No se va a arrepentir, se lo aseguro.

- Creo que hice una compra muy buena.

Luego de tener todos los papeles en mano y verificar que todo estuviese en orden. Nos quedamos solos en la gran casa.

Silbé en admiración  . – Aún no puedo creer que la compraste.

- No quería andar con muchas vueltas. – dijo abrazándome por la espalda.

- ¿Cuándo nos mudaremos?

- Cuando tú quieras. – Besó mi mejilla.

AMOR ENCUBIERTO 2 (Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora