- Ah que calor hace! ¿Podrás acompañarnos a Cesar y a mi al centro de la ciudad, Ismael?.
Al otro lado de la línea telefónica, Ismael daba vueltas sobre su silla giratoria para computadora mientras resolvía las últimas ecuaciones que le habían encargado como tarea.
- Claro bro, ¿A qué hora nos veremos con César en el centro? ¿Y donde?- En una tienda de cómics a la que fuimos hace una semana.
Ambos chicos se despidieron para así preparar su camino hacia el centro de la ciudad de Monterrey, un trayecto de 40 minutos aproximadamente.
El día era caluroso, pero el otoño estaba cerca y una brisa boreal refrescaba el ambiente con cada soplo, lo que hacía que se sintiera un clima agradable para el cuerpo humano.Justamente en el centro de la ciudad una gran nube negra apagó el Sol otoñal, y el ambiente se enfrió tanto que los movimientos de las personas se tronaron rígidos y temblorosos, nadie dirigía su mirada hacia el callejón donde se encontraba César ante aquella monstruosa criatura, ya que el apuro por encontrar refugio y abrigo les impedía hasta observar con claridad los acontecimientos a su alrededor.
Una neblina espesa se dispersó por el lugar, mientras tanto, César no dejaba de observar a aquella pesadilla frente a sus ojos, quien desvió su atención a los acontecimientos atmosféricos extraños que cambiaron por completo la situación.
- ¿¡Qué significa ésto!? - Gritó para sí mismo aquel demonio, dándole la espalda a César, quien sin pensarlo dos veces, corrió hacia la tienda de cómics tras de el <Cerrado, ¡no puede ser!> Pensó al ver el cartel de dicha tienda, el cual evidentemente, decía dicha palabra, cerrado.- Aaaarrgh!!
Gruñó el demonio al ver que el chico había escapado, con tanta niebla, no podía distinguir hacia donde había escapado su jugosa presa, de pronto se sorprendió al ver una silueta tras la neblina, supo que no era una persona común y corriente, ya que su vestimenta no era para nada casual, nadie usaba poncho con capucha en esa época del año - ¿¡Qué quieres aquí, bruja!? -. arremetió el demonio contra dicha silueta, no era más que una bruja, lo supo al sentir su aura: Se trataba de una bruja poderosa, un aura fuerte le indicaba dicha cualidad.- Vengo por el chico.
Anunció una voz femenina cálida y jóven, una voz tan suave que era un placer auditivo escuchar sus parlamentos. - No vengo a lastimarte, a menos que te interpongas en mi camino, Daniel -. Sentenció al final la bruja misteriosa en un tono seco y decidido, pero sin perder la delicia en sus palabras.- Yo vengo por el chico también, es mi deber asesinarle, Elizabeth ¿¡A caso no lo entiendes!?
- ¡Tu buscas tu propio beneficio, Daniel, tu amo no merece lo que buscas para el!!
Los ojos de la criatura se tornaron rojos carmesí, y su cuerpo comenzó a expeler un calor inmenso, tanto que hasta César, estando a cinco metros de distancia, sintió el golpe de una honda expansiva chocar contra el, llenando la atmósfera del lugar de un calor nuevamente.
- ¿Cuanto te encanta usar maniquís eh?
Eres tan cobarde, jamás vendrías hasta a aquí en carne y hueso, me decepcionas, Daniel. Pero tu maniquí de clima cálido tiene sus desventajas, y a mi me encanta el frío....Al decir esto, la bruja, Elizabeth, estiró sus brazos hacia sus costados, chasqueando los dedos, generó dos trozos de hielo glacial, saltando de una manera sobrehumana, se quedó levitando en el aire, mientras dejaba una estela de hielo que producía de entre sus manos, lanzó una gran carcajada y entonces lanzó los trozos de hielo al monstruo maniquí, el cual no tuvo oportunidad alguna de esquivar ambos ataques.
Las bolas de hielo golpearon su torso, quedándose pegadas a el como una goma de mascar pegajosa, mientras se expandía entre sus piernas, dejándolo pegado al suelo, inmovilizando sus brazos, sus piernas, y al final, su rostro.
La bruja generó una tercer bola de hielo con sus ambas manos hacia el cielo, con gran fuerza la lanzó contra el cuerpo inmovilizado de la bestia, quien se hizo añicos, explotando en mil pedazos, entre pierdas, arcilla y algo parecido al lodo, muy húmedo.Finalmente, Elizabeth descendió al suelo <eso fue tan fácil> pensó. - ¿Qué rayos? -. Un susurro despertó el sentido de Elizabeth, dos auras, ambas singulares, la niebla no daba tregua a la visión, asi que decidió desaparecerla y contenerla.
Al fin Elizabeth logró divisar a César, sólo que su aura se sentía débil, en cambio, las otras dos.... eran sencillamente diferentes.....
- Vuenas tardes, caballeros, jóvenes, guerreros
- ¿Qué? -. Pronunció una de las auras, mientras ambos jóvenes salían de su escondite tras una esquina.
- ¡¡Ismael!! ¡¡José!! .- Gritó César, mientras corría hacia ellos.
- ¡Alto ahí! -. Ordenó Elizabeth, César se detuvo, al igual que Ismael y José, quienes ya estaban cerca de la bruja. - Alto ahí chicos, tengo grandes noticias para ustedes....
Acompañenme, ya verán....Elizabeth estiró su mano hacia los chicos, quienes se dispusieron a saludarle cordialmente.
De manera rápida un hombre completamente de negro, como un ninja cayó desde el tejado, justo entre los chicos y Elizabeth, a quien atacó, la lanzó con telequinesis, lanzando a César al mismo tiempo, después giró hacia Ismael y José, quienes quedaron inmoviles, el atacante lanzó a José un par de metros, después golpeó a Ismael en el estómago, dejándolo sin aire, lo tomó sobre uno de sus hombros, y salto de una manera sobrehumana hacia el tejado de uno de los edificios que formaban el callejón.
- ¡¡Ismaeeel!! -. Gritó José mientras perdía de vista a su amigo.......
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Caza Sombras: El Diamante Escarlata
PertualanganTres desendientes del clan de los Cazadores de Sombras comenzarán una búsqueda que marcará sus vidas.