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Helpless (Treebros)

Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo creador.

Advertencia: Headcanons. Pareja homosexual.

-Helpless-

Uhh~ I do, I do, I do ~

Hey ~

Oh, Dios.

Esa maldita canción no dejaba de darle vueltas en la cabeza desde hacía semanas, pero estaba tan feliz que no se quejaba sobre ello.

Incluso a veces se encontraba a sí mismo tarareándola, para sorpresa y extrañeza de su familia, aunque no le daba gran importancia a ello.

Creía incluso haber oído a Zoe murmurar algo al respecto... Pero no alcanzaba a hacerle mucho caso.

No, su cabeza se encontraba girando en otra cosa, y por primera vez en años, no guardaba relación con un cigarrillo o similares.

Uh~ I do, I do, I do~ ¡Hey!

¿C-connor? ¿Q-qué? ¿Estás drogado de nuevo o qué mierda?

I'm helpless~

...Corrección. Tienes algo peor que la droga... Dios.

A decir verdad, su hermana tenía razón. Aquello que ahora hacía bombear como loco a su corazón y nacer sonrisas fugaces a cada tanto era mucho más fuerte que el crack o la marihuana.

Felicidad.

¿Hacía cuanto no la vivía sinceramente?

Bah, da igual. No necesitaba romperse la cabeza en ello, sino disfrutarlo.

La alegría que afloraba entre sus sonrisas fugaces y andar calmado era tanta que parecía opacar todo lo demás; ya ni recordaba si en todo aquel tiempo discutió o no con alguien en casa.

Andaba alegre y distraído en demasía.

Y es que ¿Cómo no estarlo? ¡Si hacía menos de un mes se enteró de algo grandioso!

Mi nombre estaba allí... ¡El mío y sólo el mío! ¡No el de Zoe, el mío! ¡Él me ve a mí!

Por primera vez su propia existencia opacaba a la de su hermana, permitiéndole al fin el protagonismo a los ojos de alguien más.

Connor Murphy lo sabía.

Estaba en la mira de alguien, y eso le encantaba.

Quien hubiera pensado que por él simple detalle de firmar el yeso a alguien tan solitario como él mismo terminaría dando semejante sorpresa de manera accidental.

Lo sentía un poco por Evan, recordaba su rostro apenado cuando tomó aquella carta suya de la nada, pero... En verdad que nunca tuvo una mala intención al hacerlo.

Le echó una ojeada más que nada por curiosidad y porque creía que así se aseguraría si era basura o pertenecía a alguien; sin embargo, se topó con una sorpresa mayor al distinguir su nombre entre las letras pulcramente impresas, al igual que con dulces palabras acompañándolo.

No podía creerlo ¿En verdad alguien pensaba así de él? ¿En verdad su patética existencia significaba algo para alguien con quien apenas cruzó palabras? ¿En verdad era a él a quien dirigían esas palabras y no a alguien más talentoso, amable e importante como lo era su hermana siempre?

Descubrirlo de aquella forma fue como recibir un balde de agua fría, sus dedos aun jugueteaban nerviosos cada que lo recordaba.

Y es que... Nunca siquiera imaginó ser notado por alguien, mucho menos significar algo. Ya ni en su propia familia, y eso lo decía todo.

No era un chiquillo ingenuo, en su hogar no era más que una pieza sobrante y lo sabía, era la posición que se había ganado. No servía de nada lloriquear al ver que recibía la misma mierda que alguna vez dio, pero... Aquella carta.

Ugh... O-otra vez ese nudo en la garganta...

Y por primera vez, no era por un sentimiento derrotista, sino por una calidez que lo llenaba de energía.

Algo que no había sentido en mucho tiempo y que lo dejaba con una sonrisa boba mientras miraba el techo de su habitación.

¿Qué le estaba sucediendo? No estaba muy seguro, pero...

...Si ese chico gordito y de amable sonrisa llamado Evan era el causante, esperaba poder verlo pronto.

Anhelaba sentirse así de nuevo, cálido e indefenso sobre algo que comenzaba a conocer, sobre un nuevo vínculo.

Tal vez... ¿Almorzar juntos? ¿Hablar en el pasillo?

Quien sabe, hace mucho que no intentaba acercarse voluntariamente a otros, pero esto lo valía.

Evan Hansen sin duda lo valía. Además... Ahora que lo recordaba, debía devolverle la carta; solo necesitaba encontrar el momento ideal.

Podría buscarlo antes o después de clases... Cuando ese cuatro ojos de Kleiman no esté cerca. No me iba a dejar que ese amante de memes lo arruinara.

Tenía mil ideas dando vueltas en su cabeza, así como cierto recuerdo de haberlo visto alguna vez debajo de algún árbol del patio escolar.

Evan...

No se arriesgaría ni al más mínimo error, sus indefensas y recién nacidas emociones lo merecían.

Helpless...

Notas finales: Este par es muy homo e imaginarlos con esa canción, los vuelve aun más jotos (?)