Chloé Bourgeois se encontraba junto a su amiga Sabrina, escondida detrás de uno de los arbustos del parque al lado de la escuela, espiando a sus compañeros de clase Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng.
Justo al finalizar las clases el modelo le había pedido a la azabache acompañarlo pues tenía una cosa muy importante que decirle y la panadera había aceptado con sus clásicos tartamudeos y frases incoherentes. Ella lo había escuchado todo desde su asiento y aquello le dio muy mala espina. Por eso, había decidido seguirles junto a su leal amiga Sabrina.
La rubia no podía escuchar lo que decían pero tras media hora observándolos como se tomaban de las manos, se miraban cómplices y los sonrojos en las mejillas de ambos no cabía la menor duda de que aquello era una cita. Sin embargo, lo más doloroso fue ser testigo de su primer beso.
La hija del alcalde no pudo soportarlo más, se volteó y comenzó a caminar apresuradamente en dirección contraria a donde se ubicaba la pareja. Tenía los puños apretados, el corazón se le había partido en mil pedazos, empezaba a respirar entrecortadamente y las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos. Quería gritar, quería llorar, quería abrazar a su osito de peluche más que nunca pero su orgullo le impedía mostrarse débil ante los demás... no en plena calle delante de todos, no delante de la pareja de enamorados que seguía besándose ajena a lo que pasaba a su alrededor, ni siquiera delante de Sabrina.
No obstante, la pelirroja se había dado cuenta de la reacción de su amiga y sabía que, en ese momento, la hija del alcalde estaba completamente destrozada. Adrien siempre había sido especial para ella. Él era la única persona con la que se sentía capaz de mostrar su lado más tierno y sensible. Soñaba desde hacía tiempo que acabarían juntos pues eran amigos desde la infancia y lo acababa de perder ante sus narices contra su rival más acérrima. Aquel beso que se estaba dando la pareja en ese momento era la prueba más irrefutable de ello.
Sabrina corrió al lado de su amiga. Quería consolarla pero conociendo a Chloé sabía que era mala idea. Ahora mismo tenía el orgullo herido y que sintieran lástima de ella no era la mejor solución.
Estuvieron un buen rato andando sin decirse nada. Sabrina miraba de reojo a la rubia pero ella seguía con la vista en frente, fijada en la lejanía, como si no se percatase que su mejor amiga estaba allí con ella.
De pronto, Chloé se paró de improviso y dijo:
–Sabrina necesito estar a solas.
–Pero Chloé yo...
–Eres mi mejor amiga. En realidad, eres mi única amiga y sé que quieres ayudarme –le interrumpió la rubia–. Pero ahora mismo estoy hecha una furia y no quiero pagarlo contigo.
–Está bien Chloé pero si me necesitas llámame, ¿vale?
–No te preocupes –le contestó la hija del alcalde intentando esbozar su mejor sonrisa. Se despidió de Sabrina y se marchó del lugar con rumbo desconocido.-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
Chloé Bourgeois caminaba enojada por las calles de París. Necesitaba calmarse, despejarse con cualquier cosa, algo que le hiciera olvidar lo que acababa de presenciar y que provocaba que se le partiera el alma.
Era consciente que, en ese mismo instante, era carne de Akuma y si no encontraba una solución de inmediato Hawk Moth no tardaría en aprovecharse de sus emociones y volvería a ser akumatizada.
Eso era algo por lo que no quería volver a pasar. Lo único que le faltaba para rematar ese día sería ver la cara de decepción de Ladybug por tener que salvarla otra vez. Además, ella ahora era una heroína... era Queen Bee. Todo el mundo lo sabía y debía actuar como tal. Demostraría a todos, incluso a la catarina, que podía con la situación y que era digna de ser la portadora de la Abeja.
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Relatos [MLB]
FanfictionRelatos cortos sobre distintos ships y personajes de la serie. Aunque, ahora me doy cuenta que varios tienen de protagonista a Chloé Bourgeois y Plagg... qué puedo decir, ellos me inspiran xD Aquí encontrarás de todo: tragedia, comedia, amor, drama...