Pim
_ ¡Enhorabuena! Finalmente te casas_su voz ronca me llega, supervisando los últimos detalles de la tarde. Las pocas docenas de sillas transparentes en la orilla, formando una media luna, flores rojas, el perfume vaporoso del mar y el fondo musical de los violnines encerrando el vaivén de las olas acercándose al altar. Todavía hay gente bañándose
– 1255 –
en sus aguas, aprovechando del sábado y del sol, deslzándose lentamente sobre el horizonte.
Dita acaba de textearme hace unos minutos. Vienen de regreso de Punta Sal, donde han pasado el día con Anaís, para poder mantener en secreto los preparativos.
"Vestidas y alborotadas. Ana sigue sin saber nada y está desesperándose"
_¡Finalmente la cazo, joder!_ tonadita española, con fondo Dutch- perucho. Nos fundimos en un abrazo con sonoro espaldarazo.
Sebas será el artífice de nuestra alianza. Él, que ha sido testigo de mi fe en mi mujer y en la vida que nos quedaba, me ha ayudado también a des-construirme para construirme nuevamente por y para ella. Para devolvérmela a través de la esperanza más cristalina. La fe.
Siempre había pensado que la idea de Dios estaba hecha para justificar lo que esperábamos de la muerte. Ahora he comprendido que está para entender la vida y sobrellevarla cuando menos brilla, cuanto menos te da y más te exige.
"Que no creas no me dice que no existe"
Esa ha sido la frase de batalla de Popje todos estos años y he sabido respetar su credo. Pero hace sólo unas semanas he tenido una epifanía al respecto, sólo girando a mis espaldas y sintiendo...
Un completo ateo, criado bajo religión luterana_ meramente conceptual_, sin convicción ni dogma de fe, era en realidad un creyente, hecho a pulso, muchísimo tiempo atrás, en pos de un poder superior y universal. Una fuerza que me ha mantenido de pie en momentos en que no hubiera podido más que hundirme sin ese soporte, sin fe. Sebastián, que es un amigo y un consejero de vida me hizo verlo, sin querer y con total claridad.
Ana encierra todo. Ella es mi límite y mi centro.
Con ella soy un amo, sin ella estoy subyugado en una eterna derrota.– 1256 –
Puedo decir que nuestra vida como marido y mujer marchó tan bien que ni nosotros podíamos creerlo. La forma en que nos acoplamos, alma, mente, piel, deseo...
Cómo seguir y huir, finalmente encuentran un ciclo favorable.
La confianza que Ana aprendió a depositar en mí era la expresión genuina de su amor y fue el meollo del éxito. Porque yo no lograba frenar mi hambre de aspirar cada uno de sus suspiros.
Era una necesidad que calaba mis huesos.
Ella confiaba con el corazón y programaba a un receloso cerebro que_ a regañadientes_terminaba aceptando que yo sólo podía ser una extensión de ella misma, íntimamente complementaria.
Mi amor, mi devoción, mi completa disposición y paciencia en la labor de hacerla lo más feliz posible, era mi variable en nuestra ecuación.
Yo vivía por ella y para ella.
Nos amábamos tanto que a veces sentía que no tenía espacio para darle a este mundo nada más.
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En El Bosque, Clementina
Roman d'amourAtractivos, exitosos, enamorados. La pareja de oro..., sólo lo parece. Cuando Clementina encuentra a Bosco, a punto de subirse a un avión con su amante, se ve obligada a enfrentar el ocaso del amor, en manos de sus imposibilidades en el sexo. Ella s...