Los Recuerdos Perdidos De Samantha © (Morgan#1)

capítulo tres

Abril de 2014.

La cabeza me da mil vueltas, más de las normales y las de que nunca me han dado en toda mi vida. He de decir que bebí demasiado la noche anterior y creo que me afectó al cerebro mucho.

No soy propensa a beber, cuando lo hago es por algún motivo que hizo que tomara aquella equivocada decisión. He de haber asqueado hasta a la humanidad en ese momento, pero ahora yo me arrepiento de esa osada acción.

Ay, virgen de los pecadores, quítame este sufrimiento.

—Por fin te dignas a despertar, amor. —Entra a mi cuarto Josh y me tira una manta a la cara.

—Te callas o te corto lo que llamas testículos. Te dejo los huevos colgando de algún sitio o mejor, se los doy a los leones, estúpido.

No estoy de humor, se nota, ¿no?

—Que agradable te has levantado hoy, Morgan. —Sonríe y me pasa el vaso con agua y una pastilla blanca.

—Ahora tengo que ir a trabajar y estoy en la mierda —susurro y trago, sintiendo como mi garganta arde.

—Debes pensar en las consecuencias cuando bebes, amor. —Se inclina hacia a mi y me sonríe.

Bendito sea de útero que saliste.

Amén.

—Creo que debería vestirme. —Me levanto de la cama, sintiéndome seguida por sus ojos.

—Hazlo.

—Deberías irte. —Lo miro y ríe.

—No vería nada nuevo. —Me guiña un ojo.

—Quédate con esos recuerdo porque eso nunca más va a volver a pasar, Josh. —Suelta una carcajada y niega repetidas veces con la cabeza para salir y cerrar la puerta tras él.

Ahg, estúpido.

—Deja de mírame asi —pido y pongo una mano sobre mi cabeza.

Maldito dolor de mierda.

Centellas, tengo que parar de pensar o decir palabras malas, dicen que luego sacas una adicción y te vuelves algo mal hablada.