El Abuelo

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Me levanté como cada mañana,me toqué la cara y luego me rasqué la cabeza,una vez terminado de estirarme me levanté,agarré lo primero que vi en el armario,el típico pantalón negro junto a una camiseta larga con el estampado de "Game over".

-Miau.-
-Runruneos¿Como entrastes a mi habitación?.-Le pregunté sabiendo que no recibiría respuesta alguna.

Bajé a la cocina,mi padre estaba lavando platos y intentando adelantar las tareas de la limpieza para luego evitar hacer hacer las tareas domésticas.

-Greg,tienes encima de la mesa el bocadillo.-

Asentí con la cabeza,lo agarré y me dirigí a lo que llaman " Instituto" o como le decimos nosotros"Bienvenidos a la carcel".

En el Instituto

-Hola Greg.-Saludó Silvia con aquella voz tan irritante.
-¿Hola?.-Límite a decir

Ella me miró con sus ojos azules y junto a esa mirada de caracol me sonreía con sus braquets.

-Ahora toca Inglés.-Añadí para romper el hielo.

-Si,con el Sr.Monrou.-Dijo ella brincando mientras se le movían las dos coletas rubias.

Llegamos a la aula,lo normal,niños saltando,gritando,peleando...En fin hacían lo que querían.

-Hi,of duties you will have to do.-Decía Sr.Monrou

-Habla español que no entendemos.-Dijo un chico de la última fila,como siempre llamando la atención.

-Haréis un trabajo sobre cualquier tema.-Aclaró él.

-¿En Inglés?.-Preguntó Silvia con aquella voz de pito que tanto me molestaba.

-Como soy también vuestro tutor,solo por este caso os lo dejaré hacer en Español pero no contará nota para Inglés.-Dijo él.

-¿Seguro que el tema es libre?.-Preguntó Max.

-Si.-Afirmó el profesor.

Terminamos las clases y así pasaron de lentas todas las demás hasta llegar al recreo.

-Que bocadillo tan apetitoso.-Dijo Silvia poniendo su cara muy cerca de mi bocadillo.

-Aparta,no quiero que le pases gérmenes.-Le dije yo,con una cara de asco.

Me aparté de ella y me senté solo en un banco,lejos de todos.
Mientras comía mi bocadillo se me acercó un señor mayor y se sentó al banco.

-Hola joven.-Saludó él.
-Hola.-Respondí yo para no ser maleducado.
-¿Por qué no juegas con ellos?.-Dijo el viejo señalando el patio lleno de niños jugando a la pelota.
-Sinceramente me caen mal.-Le respondí dandole un bocado al bocadillo.
-¿Y tú que eres?-Volvió a preguntar
-Una persona¿No lo ves?.-Le dije con un tono borde.
-Si,si lo veo joven¿Te puedo contar una historia?-Preguntó

Asentí,no tenía nada mejor que hacer así que decidí escucharle.

-Hace tiempo...cuando tenía 18 años me convertí en un jugador profesional del ajedrez,en aquella época era toda una envidia y mas por mi edad.-Dijo el.-Un día hice una jugada que me hizo ganar todo el torneo.-

-¿Y como lo hicistes?.-Le pregunté con curiosidad

-Le dejé matar a la reina.-

-Eso es una tontería,la reina es fundamental.-Le respondí

-Sabes,para ganar uno tiene que sacrificar algo,en mi caso sacrifiqué a mi reina y así logré el éxito.-Aclaró él.

-El ajedrez da muchas lecciones de la vida¿No?-

-Si,no solo da lecciones,te enseña a desarrollar la mente.-Dijo el viejo

-Gracias,me gustó su historia.-Le dije despidiendome,ya que había sonado el timbre.

Regresé a clases con la historia del señor en la cabeza,me gustó su frase de " Para ganar hay que sacrificar la reina" me pareció poética y elegante.

-¿Qué tanto piensas?.-Preguntó otra vez Silvia

Era muy pesada y irritante.

-Sientate que llega un profe.-

Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora