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Esta mañana me levanté con un dolor en el cuello que me hizo replantearme si era tan necesario asistir a la escuela, pero mi madre se quedó en casa anoche y no quise tener que dar explicaciones. Así que me armé de valor y me alisté para asistir a la escuela, en donde puedo asegurar que el uso de mi cerebro será más para mentir y crear excusas que para estudiar.

Me adentro al aula con la mochila en brazos, intentando no rozarla con el moretón de mi abdomen y la dejo caer sobre mi asiento nada más llegar. El aula está sola a excepción de dos chicas que están sentadas hasta atrás haciéndose el maquillaje y conversando entre ellas. No falta demasiado tiempo para que comiencen las clases, pero siempre todos se quedan afuera hasta que suena la campana que anuncia el comienzo de la jornada de estudios, es entonces cuando entran como una manada de animales salvajes.

Ver a mis dos compañeras de atrás me ha recordado de la existencia de los espejos, por lo que uso la cámara de mi teléfono para comprobar que me he tapado con maquillaje a mis muy fieles amigas desde hace ya una semana, las ojeras. Todo parece estar en orden.

Dejo el celular en silencio sobre la mesa. Cuando por fin comienzan las clases, me dedico a divagar sobre cualquier estupidez que me cruza por la cabeza y a evitar moverme demasiado a la hora de guardar o sacar mis apuntes de mi mochila tirada en el suelo, así no me lastimo.

Después de tres horas comienza el receso, entro a la cafetería llena de estudiantes que buscan conseguir un poco de comida para aguantar las siguientes horas de estudio y me siento en una de las mesas más alejada posible de los insectos populares. No es novedad que pase los recesos sola en mi mesa de siempre, con la única compañía de mis audífonos, pero lo que si es nuevo es que mi mesa ahora esté repleta de chicos con uniforme deportivo que devoran su almuerzo con rapidez.

- ¿Qué hacen en mi mesa? - me paro en seco sosteniendo mi comida. Todos voltean a verme rápidamente.

- No veo que tenga tu nomb-

Jin golpea con el codo a YoonGi en el estómago y este se abraza a sí mismo con un quejido de dolor - Esperarte para sentarnos todos juntos -palmea el lugar junto a él.

- ¿No es como un tabú que los raritos se sienten con los populares? - tomo lugar entre él y Taehyung con suma delicadeza.

- Nosotros no somos populares - le resta importancia con un gesto vago con la mano.

- Habla por ti - dice JungKook con su típico tono altivo.

Ruedo los ojos - ¿Entrenaron hoy o la victoria de ayer les creó un gusto por traer el uniforme deportivo? - ignoro el comentario de JungKook.

- Entrenamos recién con Choi en modo bestia. Jimin tiene suerte de haberse quedado ayudándole a la maestra de matemáticas - responde YoonGi.

- Entonces es cierto que se ha divorciado...Parece como si hubieran corrido una maratón.

- Tú pareces haber sido arrastrada por el suelo y no nos estamos quejando - se refiere a mis rodillas.

- Ya, ya - interrumpe Taehyung - No peleen - exclama usando su típico tono alegre. Y lo vuelve a hacer; deja caer bruscamente su brazo sobre mis hombros, arrancándome un alarido de dolor.

Toda la mesa se queda observándome en silencio. Parece como si el mundo fuera un video que ha sido pausado, con todos los ojos apuntados incómodamente hacia mi dirección.

《You Got That Thing | J.Jk》✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora