~En Fairy Tail~
Natsu despertaba lentamente después de haber quedado inconsciente, el Dragon Slayer solo tenia nada más que dolor, sentía que su brazo se estaba derritiendo y su cabeza apunto de explotar, no podía pensar, tal era el dolor causado por el tumor en su brazo, con la fuerza que le quedaba finalmente abrió los ojos.
La habitación en la que se encontraban estaba apenas iluminada, Natsu se dio cuenta de que estaba atado a una silla y no podía moverse, levantando la cabeza, vio que no estaba solo, a pesar del constante y pulsante dolor de su cabeza, reconoció a las dos personas frente a él, una era Dimaria Yesta, una de las 12 Spriggan de Alvarez, aunque su visión era borrosa, podía reconocerla fácilmente.
Cuando vio con quién estaba hablando, el dolor en su brazo creció hasta que su mente se llenó de angustia y rabia, vio a Lucy ensangrentada y semi desnuda encadenada a una silla.
Dimaria: ¡Empezaré con tus ojos! -gritó airadamente- ¡Entonces veremos si puedes darme esa mirada tuya!
Cuando Natsu vio que su amiga se encogía de miedo cuando Dimaria la agarró del cuello y con su espada cerca de los ojos de su amiga, el dolor dentro de él se creció hasta que alcanzó su limite, podía sentir algo oscuro apoderarse de él, algo con lo que no podía luchar.
La chispa que detonó todo fue cuando Lucy gritó una palabra: "¡NATSU!"
La espada de Dimaria estaba a centímetros de los ojos de Lucy que paro su acción cuando la mujer escuchó algo detrás de ella: el sonido de cuerdas quemándose, la mujer tuvo suficiente tiempo para darse la vuelta antes de ser golpeada por una mano ardiente, Lucy se apartó también de la onda expansiva, su silla se rompió y la rubia cayó al suelo, cuando aterrizó con un ruido sordo, Lucy se golpeó la cabeza y quedo inconsciente.
Natsu sujetó a Dimaria contra la pared con una mano en su garganta, la maga del Tiempo se atragantó antes de patearlo, cuando Natsu soltó a Dimaria, la rubia se hinco recuperando el aliento.
Dimaria: ¡Tú! ¡¿Cómo puedes moverte ?! ¡Apenas estabas vivo cuando te agarré! -Sacó otro cuchillo y detuvo el tiempo a su alrededor- ¡Bien! ¡Solo te mataré y luego acabaré con esa perra que hizo que Brandish se volviera en contra de nosotros!
Ella cargó contra el congelado Natsu, con la intención de apuñalarlo en el corazón, se acercó a su objetivo y levantó el brazo para bajar el cuchillo, ella no dejaría las cosas al azar esta vez, lo apuñalaría una y otra vez y luego llevaría su cabeza a Zeref para asegurarse de que fuera recompensada adecuadamente como la guerrera más fuerte del Imperio.
Pero su momento de gloria se fue al caño cuando Natsu levantó la mano y la tomó su muñeca.
Dimaria: ¡¿Qué?! -jadeó horrorizada- ¿Pero cómo? ¡Aún deberías estar congelado en mi mundo de tiempo!- Cuando sintió su muñeca arder, comenzó a gritar de dolor- ¿Qué está pasando? ¡No deberías poder usar magia! -gritó recordando los grilletes anti magia que le había puesto anteriormente-
Pero cuando escuchó el sonido del tintineo del metal, miró hacia abajo para ver las esposas antimágicas en el suelo, el metal se había derretido por el calor de las llamas de Natsu, Dimaria abrió la boca para expresar su incredulidad, pero se detuvo cuando Natsu le dio un fuerte golpe, cuando el tiempo comenzó a fluir, Natsu golpeó a la mujer rubia una y otra vez, golpeando ferozmente a la miembro de los 12 Spriggan 12, sosteniendo su muñeca quemada, Natsu la arrojó contra la pared.
Dimaria: ¿Que esta pasando? -Gruñó, el dolor atormentaba su cuerpo, cuando su cuerpo golpeó la pared, un chorrito de sangre cayó de sus heridas y salpicó el rostro inconsciente de Lucy, ocultando sus ojos de la carnicería que estaba a punto de desarrollarse, entonces oyó un gruñido salvaje que venía del pelirosa-
![](https://img.wattpad.com/cover/169482586-288-k581194.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Dilema de Dimaria
FanfictionDurante la guerra contra el imperio Alvarez, algo cambio en la Spriggan Dimaria Yesta, un suceso que la marcó de por vida, algo tan terrible y tan traumatizante que sólo pudo decir. "Es un monstruo" ¿Pero qué habrá pasado en ese lugar? ¿Qué fue ta...