𝘛𝘩𝘦 𝘨𝘳𝘦𝘢𝘵 𝘥𝘦𝘢𝘵𝘩 𝘢𝘯𝘥 𝘩𝘰𝘳𝘳𝘰𝘳 𝘶𝘯𝘷𝘦𝘪𝘭𝘦𝘥

648 41 13
                                    

Durante un día tranquilo en Nueva York, todos disfrutaban del clima cálido, saliendo a correr, a pasear a sus mascotas o simplemente comer un helado bajo los rayos del sol.

Julian Casablancas, una de las tantas súper estrellas de rock que vivían en la ciudad, había salido de su departamento, con su pequeño perro atado a una correa, quien caminaba rápidamente tratando de olisquear todo lo que veía.

Jugueteando con las llaves de su departamento entre las manos, decidió meterlas en uno de los bolsillos de su pantalón para evitar perderlas.

Bastante tráfico fluía por las calles, teniendo que esperar en la acera hasta que apareciera la luz roja.

Siendo un lugar tan concurrido no le era raro escuchar ruidos, especialmente pasos detrás de él, puesto a que estaba acostumbrado a los fans acosadores que lo seguían a donde fuese, así que pensó que seguramente sería uno más de ellos y no le tomó mayor importancia.

Revisó brevemente su celular y en cuanto los autos se detuvieron, lo guardó, siguiendo su camino cruzando la gran avenida.

Caminaba lentamente, sin prisa alguna y bastante calmado, aún cansado de todas las presentaciones que había hecho con sus bandas. Él hubiera preferido no salir, pero su mascota tenía necesidades y no había nadie más que pudiera pasearlo.

Central Park estaba ya a tan sólo un par minutos, pero aún seguía escuchando aquellos pasos que lo incomodaban, cuando de pronto, escuchó un fuerte sonido a sus espaldas, seguido de dos más.

Una sensación tibia y dolorosa recorrió su pecho y su abdomen. Sus piernas dejaron de responder y se desplomó en el suelo, escuchando como la gente gritaba y corrían aterrorizados.

Aún un poco consciente, pasó sus manos por su pecho, empapándolas con su propia sangre y mirándolas incrédulo, asegurándose de que le habían disparado a él mismo.

En cuestión de segundos, la respiración le comenzó a fallar. Trataba de dar grandes bocanadas de aire, pero no le eran suficientes.

La gente había comenzado a acercarse para ayudarlo y a lo lejos se podían escuchar las sirenas de las ambulancias y policías.

Julian intentaba luchar por su vida, pero le había comenzado a salir sangre por la boca y ya no pudo respirar más, hasta llegar al punto de simplemente cerrar los ojos, dejar de moverse e irse de este mundo.

11th Dimension (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora