Pasado en común: Cristian y Anastasia

Capitulo 33

POV CRISTIAN

Ana estaba bañándose a unos cuantos metros de mí y estaba teniendo problemas. Sin darse cuenta, ella era muy sensual y es la primera vez que me había dado cuenta de eso. Su cuerpo era tentador y podía ser un problema para cualquier padre protector. ¿Cómo no se había dado cuenta de eso, hasta ahora? Había dicho que tenía un cuerpo tentador, salvo que ahora lo encontraba sensual.

Habíamos tomado unos minutos para descansar y poder sacarnos el sudor que había quedado en nuestros cuerpos a causa del trabajo. Ray y Frank se nos acercaron para saber cómo estamos y Ana les mostro lo que habíamos descubierto. Ellos suspiraron y acariciaron las cajas como si algo en ella les resultaba familiar. Eso era imposible, a no ser que sean reencarnaciones.

Volvió su mirada a la mujer que estaba llamando la atención y suspire frustrado al darme cuenta que Ana ya se estaba vistiendo. Nos habían traído comida y un poco de agua para que siguiéramos trabajando. Frank le comento que estaban trabajando en la parte opuesta a la de ellos. Habían encontrado unos esqueletos con los cuales estaban trabajando. Vi cómo se alejaban. Entrecerré los ojos y pensé, ¿Qué más nos ocultaban?

-esto es lo que necesitaba para que mis neuronas estuvieran en blanco. Hemos trabajo arduamente y eso ha significado el cansancio tanto psicológicamente como físicamente- dice Ana. Ella me sonríe mientras peina su cabello.

-nos queda la mitad de la historia aun. ¿Estás lista para seguir?- le pregunta. Ella es la que está haciendo casi todo el trabajo. Ella me sonríe y siento que no hay nada más maravilloso verla sonreír. ¿Qué es lo que está pasando conmigo? No puede existir nada entre nosotros pero esta, relación ha hecho que mis sentimientos hayan cambiado. Algo, nos une y ya no se puede negar. Lo malo es que no estoy seguro que sea bueno, ya que por el amor equivocado de una mujer, ha causado demasiadas muertes en el pasado.

-si. Ya recupere mi energía, así que es hora de seguir- dice y sonríe. Le entrego la caja número nueve y ella suspira, cuadra los hombros y comiza a leer para luego traducir. Me tiene asombrado la habilidad que tiene para traducir algo que está en un idioma hace más de 500 años o más. Hasta el momento no hemos podido descifrar el año exacto que esto ocurrió. Así que podemos estará hablando de un idioma de hace más de 500 años o más de 5.000 años.

"Tiempo después comenzó a correr el rumor, que en el algún lugar del desierto una nueva civilización estaba surgiendo. Esta era igual que la civilización del jefe, con los mismos beneficios y las mismas características. Eso llamo la atención de los pocos miembros que quedaba y comunicándoselo al jefe, fueron a investigar. Tal como decían las malas lenguas, el pueblo cercano tenia de todo mientras ellos no tenían nada. Los hombre que llegaron al nuevo pueblo, se dieron cuenta que su líder no era nada más y nada menos que una mujer. Su piel era blanco como la sal y hermosa como una mariposa. No era común que una mujer fuera la jefa de un pueblo y más aún, que la respetaran y cuidaran tanto. Una noche, los hombres fueron y descubrieron varios puntos débiles. Con eso, podrían tener a la mujer y así, algo con que negociar para comer. Un animal salvaje, con ojos rojos y grandes garras se les apareció en el camino, el animal los lastimo de muerte pero, alcanzaron a llegar al pueblo y mientras agonizaban, les contaron, lo mejor que podían al jefe de lo que habían descubierto. Tiempo después, los hombre murieron y el jefe tenía un plan en mente".

-y seguimos con las muerte. ¿Será que siempre el pasado debe de estar ligado a la sangre?- dice Ana de repente.

-¿Perdón?- digo. Esa frase no la esperaba.

-desde que tengo memoria, la historia ha estado manchada de sangre. Las guerras mundiales, Troya, la historia de los trescientos, las guerras de los romanos y más. Todo tiene relación con la sangre derramada de inocente. ¿Será que esta civilización es más de lo mismo?- me dice y se deja caer.

-no había pensado en eso. Aquí está la caja 10. ¿Quieres seguir?- pregunto y me acerco a ella.

-si. Entre menos nos demoremos, más rápido sabremos qué es lo que ocurrió con mi madre y por ende, con este pueblo. Además, no sé porque tengo la sensación que el jefe, tiene más de un plan en mano y uno de ellos es el secuestro de una mujer- sonrió porque también estaba pensando en lo mismo. Le entrego la caja y ella suspira.

"Con un plan en mente, el jefe junto a unos pocos hombres, van en busca de esa mujer. Tenían que estar seguros de que la mujer se encontrara sola para poder llevársela. Si era tan importante como dijeron los hombres que habían muerto hace unos días atrás, era mejor llevársela rápido. La encontraron caminando cerca de un rio. Lo que más le llamo la atención a los hombres, fue la claridad del agua que corría por este riachuelo. El jefe pensó que era una trampa al darse cuenta no había nadie con ella. Pero a los segundos descubrió el motivo. La mujer comenzó a desnudarse y luego entro al agua. Los hombres babearon cuando vieron la hermosa creación que estaba delante de ellos y el jefe no le pasó desapercibida la electricidad que comenzó a correr por su cuerpo. El grito de una mujer lo saco de su sueño y varios hombres los rodearon. Lucharon para escapar de ese lugar, habían descubierto que ella pasaba tiempo a solas y eso podría ser la única oportunidad que tuvieran. Para salir del lugar, tuvieron que defenderse pero, más de alguno termino con heridas, que con el correr de las horas termino con su vida".

-no estabas equivocada al decir lo del secuestro y también tienes razón, hay mucha sangre de inocentes derramadas por los errores de los demás. ¿Quieres seguir o quieres descansar unos minutos? Me he dado cuenta que estas masajeando tu sien. Debes de descansar si lo estas- digo. Ella se levanta y en cámara lenta, veo como su cuerpo se derrumba delante de mí. Corro a su lado y me doy cuenta que está muy pálida. A un lado de ella, hay una fuente con un líquido de color oscuro, lo huelo y me mareo.

Conozco ese olor o parte de él. Una es belladona. Es común en este lugar encontrarla pero, hay otro olor que no puedo descifrar. Es una mezcla bastante fuerte que por lo visto puede provocar desmayos. Lo quito del lugar donde estaba y lo dejo a un lado de la cueva. Miro el cuento y frunzo el ceño al darme cuenta que es un cuenco antiguo. Suspiro. Al parecer los fantasmas de este lugar no están muy contentos con tenernos aquí.

Vuelvo con Ana. Ella a un está dormida pero, puedo ver que es algo que necesitaba. Comienzo a ordenar un poco el lugar y me percato de una hoja que está en el suelo. Tiene la letra de Ana y frunzo el ceño. Tiene una fecha de hace varios años atrás.

"Querido amigo sin nombre: hoy se cumple un nuevo de año de vida para mi vida. Un nuevo año que no sé nada de mi madre. Sé que está en algún lado porque mi corazón así lo dice y no puede estar equivocado. Me gustaría que para mis 15 años, alguna información de ella llegara a mis manos. No importa lo que diga, solo quiero saber de ella. Papá no está muy contento con lo que está pasando. El me asegura que mamá me ha querido siempre y que si no esta es por mi bien pero, yo quiero tenerla a mi lado. ¿Podrías hacerme el favor de cumplir ese sueño? Me gustaría que cuando cumpliera 15 años, algo de ella llegara a mis manos. Aunque sea algo pequeño. No seas malo y cúmpleme ese deseo. Dejar a una niña de 10 años sin su deseo, no es buen visto. Por favor y no seas tan malo. Aunque no lo creas, te quiero mucho y sé que no me defraudaras. Besos".

Sonrió al ver como aun, en su inocencia, sabia más de su madre de lo que pensaba. Suspiro. Guardo la carta en mi cartera y me gano a su lado para ver como duerme. Sé que las plantas que estaban en el cuenco pueden ser toxicas, siempre y cuando se consuman por vía oral. El olor solo hace que le de sueño a las personas, como acaba de pasar en este momento.

A veces pienso, que estas cosas pasan por algún motivo que beneficie a Ana. Es cierto que duerme en mis brazos pero, descansa poco. Es como si su cerebro no descansara mientras duerme. La tomo en mis brazos y nos sentamos en el suelo. La aprieto contra mí y sin esperar a que despierte, la beso. Aun, con el calor y lo árido que se siente el ambiente, sus labios son suaves y apetecibles. Los beso con ternura y luego me dispongo a descansar. Después de esto, sin la compañía de Ana, me costara mucho dormir. Sin duda, la costumbre nos hace meternos en problemas y hacer la vida un poco más difícil.

AQUÍ DEJO UN CAPITULO... 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

LOS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO... 

BESOS...