Esta es la primera vez que vengo a escribirle con puño y letra después de muchos años, a usted, mi querido padre.
Primero quiero comenzar con agradecerle por haber sido parte de mi vida, mi más grande amor y sí lo es, es mi más grande amor, junto con mi madre.De repente para muchas señoritas de mi edad, su más grande amor es un príncipe azul o... simplemente un joven que les pinte pajaritos, pero yo digo y siempre diré qué el primer y más grande amor de una niña es el de su padre, porque él es el primer hombre que les enseña el verdadero significado de la palabra amor; sin duda alguna estoy muy agradecida de tener a un padre tan bondadoso y con un corazón de oro.
Yo sé que como es lo normal, los seres humanos cometemos errores, recurrentemente, pero de esos errores vamos aprendiendo. Desde muy pequeña llevo culpándome a mí y a todos los que están a mi alrededor por las funestas situaciones que me han tocado vivir y, ¿sabe una cosa? Me he estado atormentando con los fantasmas que habitaban en mí, ocasionando que mi luz decayera, que mi alma se deteriore poco a poco. Cada vez que ya no soportaba, que mi mente convulsionaba, mis labios exclamaban y expresaban sus más sensatos dolores, mediante los gritos y llantos; las lágrimas empapaban mis mejillas como las gotas de lluvia lo hacen con nuestra querida tierra. Mientras mi madre me hablaba e intentaba que entre en razón, mis oídos se ensordecían y buscaban la paz que tanto han añorado.
Yo sé que mi madre le ha contado esas situaciones que lamentablemente y sí, escribo lamentablemente, porque me apena que a sus oídos lleguen ese tipo de situaciones, me hacen ver débil. Pero... ¿Quién no se ha tropezado? ¿Quién no ha caído en un hoyo en el que creyó nunca salir? Creo... que todos hemos pasado por diferentes situaciones nefastas.
Sin embargo, ¿sabe cuál es la mejor parte de esta pequeña historia? Poder escuchar su voz al final del día, sentir su apoyo a pesar de la distancia, sentir que por un momento no hay problemas, que por un momento los fantasmas se hayan desaparecido y que mi ángel guardián me consuele con su voz, con su risa a carcajadas que sin duda alguna me reconforta el alma; con el simple hecho de que me timbre en una llamada y me exclamé que sea feliz, yo ya soy feliz con escucharlo. Y usted, me ha enseñado a valorar la vida en todo el sentido de la palabra, en sus momentos congojos y en sus momentos más deslumbrantes. Me enseñó lo que es la maravilla de la sencillez, apreciar cada detalle que nos puede regalar la vida, por más sencillo que sea, como... la alegría que pueden causar las sonrisas de las personas más queridas o de algún desconocido, qué más da, enfermarse y llenar a otros de alegría es la mayor dicha que puede existir.
Yo sé que puedo llegar a ser una pequeña insoportable, con sus llantos, berrinches y todos sus defectos que me acompañan, pero esta pequeña la ama con todo su corazón y sé que las palabras se las lleva el viento, pero le escribo con la más pulcra verdad; siempre lo mantendré en lo más profundo de mi ser, y...
¿Qué sería de mí sin mi ángel guardián?
Pues no veo una vida en la que mi padre no esté presente, un hombre que a pesar de las adversidades continúa con paso firme en el camino de tormentos y florecimientos que la vida nos otorga. Usted ha sido mi más grande ídolo y mi más grande maestro, un hombre cabal.
No quiero que esta pequeña carta se desaparezca en la tinte de un lapicero o en las teclas de una máquina, quiero que penetre en lo más profundo de su corazón y que permanezca ahí hasta que su alma florezca a otro universo.
Desde esta pequeña carta le escribo mis más profundos sentimientos que permanecían ocultos y hoy quieren hacerse oír mediante estas escrituras; mi corazón le es otorgado hasta el final de mis días, mi respeto y mi apoyo siempre estarán dispuestos. Solo le pido algo a cambio, para mí el intercambio más preciado que pueda existir en la vía láctea, hasta incluso que pueda llegar a existir en el universo entero, como... un quásar, como mi quásar favorito.
Pues... aquello que es tan preciado para mí, es su singular manera de reflejar su felicidad, con una grata y significante sonrisa, con un cálido y reconfortante abrazo, esas pequeñas y sencillas cosas son lo único que le pido a cambio. Por favor, nunca deje de manifestar su felicidad en... bailes, cantos, abrazos, sonrisas, que para sus hijos, para mí es una de las cosas más hermosas que haya podido apreciar en mi corta edad. Que usted pueda compartir su felicidad a mi lado es sencillamente bello.
Agradezco el cariño que me es otorgada mediante su persona, le agradezco por ser mi ángel guardián, por el esfuerzo y sacrificio que conlleva hacia el éxito que sus ojos desean observar mediante la coyuntura de sus hijos.Para culminar con estos escritos, solo quiero que tenga presente... que mi amor por usted será eterno y nada ni nadie cambiará ese sentimiento que ha florecido con el paso de los años.
Espero haya sido de su agrado, pues lo he escrito con todo el amor que puede aguardar en mí.P.d: Su más grande fan.
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El amor de mi vida.
SpiritualEsta carta fue escrita en lo más profundo de mi ser. Y yo sé que en alguna parte de nuestro pequeño mundo habrá algún lector que se sienta identificado con esta pequeña carta. Por qué... ¿Qué sería de nosotros sin nuestro ángel guardián?