— hey bebé, ¿no has visto a jisung por ahi? y ¿por que estas pálido?
el contrario estaba parado del otro lado de la isla de la cosina, lo que habia presenciado no le había gustado para nada.
pero la voz de su novio, ahora comprometido lo había sacado de su transe.
— ¿bebé estas bien? — este se habia acercado a el, ya que su cara de susto, asombró, en realidad no sabia como definirla, lo estaba asustando.
— hmm...si, estoy bien. — le dedicó una sonrisa al mayor para que no se preocupará.
— ¿entonces por que esa cara?
♡
ten se dirigía hasta la habitación que compartía con taeyong, para cambiarse de camiseta,está se había manchado con vino y no quería quedarse con la mancha en su camisa.
subió las escaleras despacio, luego mientras camina por el pasillo, escucho un ruido muy raro, proviniente de la antigua habitación del hermano menor de su prometido, por lo que optó por acercarse y averiguar qué pasaba, pero no pensó encontrarse con tal escena.
— mñns, lele ahgm.
— ¿te gusta esto? — dió otra nalgada en la mejilla del trasero contrario.
— me encanta, más...ahm.
su cuñado se encontraba en cuatro mientras su novio lo penetraba y pegaba nalgadas.
quedó en total shook.
cerró la puerta sin que los dos mencionados antes se percataran.
bajo corriendo hasta la cocina quedando apoyado en la isla de esta.
— ohh, así que ahí estaba ese mocoso, no le puedo creer,encima en mí fiesta de compromiso ashh, no importa luego hablaré con el sobre esto.
— este bien, ahora tendré que quedarme con la camisa sucia. — este tenía un puchero en sus labios.
— sabés si quieres puedes sacartela. — dijo mientras le giñaba un ojo al tailandés.
— ash tu y tu hermano son igual de pervertidos. — protestó.
— bien que te gusta que sea así. ¿verdad?
— ¡no! bueno si.
— ven te daré tu regaló de compromiso.
— ¿¡enserio!? ah, ya quiero saber qué es.
los dos comprometidos se dirigieron hasta su habitación, pero antes se fijaron en los dos pervertidos encontrándose con una tierna escena, los dos tortolos abrazados.
— como es que pueden ser tan tiernos.
— por que no los viste follar por eso.
— bueno está bien, mejor vámonos a nuestro dormitorio.
— si, ya quiero ver mí regalo.
ten se encontraba sentado en la cama mientras que el otro registraba todo el armario en busca del regalo.
— ehm, tenie. tu regalo, cierra los ojos, no quíero que lo veas.
— esta bien. — llevo sus manos hasta sus ojos tapandolos.
no tuvo que esperar mucho, ya que a los segundos sintió como sus ojos eran vendados con una tela suave.
— shh, no temas es solo una venda.
dijo al momento en el que sintió como el tailandés se tensaba bajo su tacto.
— ¿como vere el regaló con la venda puesta?
— descuida, vas a usar el sentir no el mirar.
— ¿ah? ¿cómo es eso?
— que no necesitaras ver el regalo, disfrutarás más sintiendolo.
— oh entiendo, esta bien.
el mas alto hizo acostar al contrarió para haci empezar a desabrochar la camisa manchada que traía puesta.
su manos se pasearon por todo el abdomen del mas bajo, asi haciendo estremeser al cuerpo de abajo.
— ¿tu regaló son caricias? pues, amo tu regalo, amo tus manos sobre mi.
— lose, pero no es mi regalo, este es mi regalo.
taeyong abrió un bote de jarabe de cerezas y vertió un poco de este en el pecho de su pareja.
— hgñn, e-sta frio y pegajoso ¿qué es?
— es el principio de mi regalo, disfruta bebé.
y asi fue como la boca del mayor empezó a lamer todo el jarabe que se hallaba en el abdomen contrario.
— hgsh...tae...hgñam.
las manos de ten fueron hasta el cabello del otro para así guiar sus movimientos de cabeza sobre su propia panza.
sentir la boca de su prometido sobre su propio torso era algo sensacional, seguramente los chupones que el otro dejaba al dia siguientes se notarían.
— vamos tae, hazlo.
rogó cuando el contrario ya habia bajado sus pantalones y empezado a besar sus muslos.
así fue como la boca del mayor empezo a besar toda su longitud, por su espalda paso un escalofrio que hizo que levantara sus caderas asi profundizar más su estremidad en la boca del mayor.
antes de correrse alejo a su prometido, todavía no quería hacerlo, sino tenia pensado hacerlo cuando este dentro suyo.
como no podía ver, por la venda que tenía puesta, decidió empujarlo asi sentarse encima suyo.
— tennie, bebé ¿que quieres hacer?
sus manos fueron hasta las caderas del mas bajito y las apretó cuando empezó a menearse sobre su miembro.
— jugar, eso quiero.
fin del especial, espero lo hayan disfrutado mucho, como yo escribiéndolo.
no sé olviden de dejar su estrellita, eso me anima a seguir.
