Mi Familia y Yo [MISHYY #3]

Capítulo 7

Un tono.

Dos.

Tres.

Buzón.

¿Dónde mierda se meten el celular en las fiestas?

Me empujan levemente hacia adelante, me giro y me hago a un lado para ver de quién se trata.

—¡Esta cosa pesa una tonelada! ¿¡Dónde mierda está Melanie!?

—no me contesta, tirala al sillón encima de la otra, nos quedan diez

Comienza a lloriquear mientras marco el número de Karen esta vez.

—¡Se supone que las fiestas se deben disfrutar! ¿Por qué tuvimos que tener huevos?—me jala de la camisa.

Deja tú los huevos, ¿Por qué tantos tíos? ¡No son conejos!

—creo que no podré con otra...—lo oigo murmurar mientras se soba la espalda.

Al fin se cortan los tonos.

—¿Bueno?—contesta una voz masculina. Frunzo el ceño.

—¿Quién mierda eres? ¿Por qué contestas este teléfono?

Matt me jalonea de la camisa, volteo a verlo de reojo.

—¿Es un chico?—pregunta en un susurro, asiento, alza ambas cejas y rápidamente corre hacia las escaleras de la casa.

Cuelgo y hago lo mismo.
Al llegar al pasillo la música parece bajar de volúmen, hay un poco de luz iluminando a una que otra pareja calenturienta, y de una de las habitaciones sale un chico disparado contra la pared del pasillo, segundos después sale Matt dispuesto a golpearlo.

—¿¡Ya no tienes tantos huevos verdad imbécil!?—exclama furioso y le regala un puñetazo en la cara quebrandole la nariz.

Jalo a Matt de la camisa.

—ve por ella, bestia—le digo y antes de irse le escupe al chico, hago una mueca.

Que punto asco, ya no quiero ni golpearlo por más que se lo merezca.

—agh..levantate—le ordeno y lo hace con algo de dificultad, intenta sostenerse de mí pero me lejos rápidamente con una mueca de asco y asombro al mismo tiempo.—¿Qué te pasa? No me toques perro—le doy un golpe en el estómago regresando al piso.—eso es por intentar tocarme—le doy una patada en las piernas.—y esto por Karen

Comienza a toser y lloriquear como niño, yo con una mueca de asco me alejo y limpio mi mano en el chico que miraba todo con atención.

—pero qué...—lo oigo decir mientras me alejo.

Esto de ser niñero es agradable después de todo, van cinco tipos a los que golpeo, me siento bien malote y orgulloso.

Sonrío y en mi campo visual aparece la dueña de la casa con el ceño levemente fruncido por lo que borro mi sonrisa rápidamente y ella su ceño fruncido.

—¿Te desagrada mi aparición?—ladea un poco la cabeza y sonríe.

Suelto un suspiro de alivio.

—creí que me ibas a decir algo por lo del idiota...—me callo y abro mucho los ojos, ella sonríe divertida.

—¿Qué? ¿Cuál chico?—alza una ceja.

Niego varias veces y sonrío más relajado, le quitó su vaso rojo para beber de el y paso mi brazo sobre sus hombros comenzando a caminar en dirección de Matt y las chicas.

—¿Cómo va la fiesta?

—bien—respondo mientras me muevo al ritmo de la música.

—vi que venías de arriba...—comenta en tono suspicaz, sólo hago un sonido de afirmación mientras doy otro trago.—¿Subiste...con alguien?