• parte única •

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CURIEUSE

🐞🐞🐞

El pulcro azul característico del cielo comenzaba a perderse en impresionantes tonalidades lilas, rosadas, rojizas, y anaranjadas que el sol coloreaba a su paso, antes de que su tiempo de iluminación terminase.

Las alargadas farolas ya se encendían, dibujando líneas de luz en un limbo entre las calles y el cielo, que desde ciertos ángulos podías observar. Claro, admirar en las alturas el digno paisaje era una oportunidad que no se dejaba pasar. Ella, sin importar que la razón por la que saltaba por los tejados de distintos edificios sin rumbo era para salvar su pellejo, se permitió deleitar su vista... aunque fuese por unos instantes.

Logró distraer a su contrincante durante un buen rato, y ya tenía un plan en mente, solamente debía usar la sucia estrategia de el ataque por la espalda. Supuso que podía tomarse unos momentos de tranquilidad.

Sin embargo, el tablero se volteó.

Sintió que todo el espacio se había reducido hasta ejercer una presión descomunal oprimiéndola. Podía ver el mismo entorno, sentir el mismo aire despeinando su coleta alta, pero perdía aquella libertad de movimiento de la que hace unos instantes gozaba, puesto que una gruesa enredadera la tenía atrapada. Sus intentos por zafarse fueron nulos, tenía las manos y el torso inmóviles.

—Si tan sólo entregaras las malditas joyas podríamos terminar con esto —escuchó la irritada voz femenina detrás a sus espaldas. La chica prisionera de las enredaderas soltó una estrepitosa carcajada.

—Uhhh, qué oferta tan tentadora, pero paso. —Y siguió tratando de escapar, aunque no tuviera nada. Poco a poco la desesperación le corroía.

Florissant, la akumatizada del día, gruñó furiosa. Llevaban un buen rato persiguiéndose en círculos por la ciudad haciendo que la situación que en un principió destilaba adrenalina, se convirtió en una de sus batallas más tediosas. Otra enredadera proveniente de los guantes esmeraldas de la rubia atrapó las piernas de la heroína vestida con motas negras, era su oportunidad de al fin culminar con la batalla saliendo victoriosa, así que, con ayuda de sus enredaderas atrajo el cuerpo de su rival.

—Parece que no tienes salida, insecto —sentenció con altivez, estando frente a frente.

Acercó sus manos enguantadas a las orejas de la superheroína para arrebatarle los dichosos pendientes. Y por primera vez en mucho tiempo, la excesivamente confiada Lady Cramoisi se sintió completamente indefensa.

La trillada frase "situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas" (o algo así recordaba) se inmiscuyó en sus pensamientos.

Entonces puso en práctica la primera idea que surcó su mente: un cabezazo. No le gustaba golpear personas... bueno sí, un poco, pero prefería evadir los golpes y eso. No tenía la fama de ser la mejor en los combates cuerpo a cuerpo y temía dar un mal golpe, sin embargo Florissant no le dejaba muchas opciones.

¿Por qué aún no había invocado al milagroso lucky charm? Simple: no fue una emergencia hasta que la acorralaron, cual mosquita en telaraña.

La akumatizada en cuestión cayó aturdida, lo suficiente para bajar sus defensas y regresarle su libertad, asimismo Lady Cramoisi cayó de sentón sobre el tejado pues su soporte dejó de existir. Eso sólo podía significar una cosa: un buen dolor de trasero.

curieuse • one-shot #intercambiomilagrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora