Capitulo 2.

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El sueño estaba matándome pero estaba segura de que tendría alguna horrenda pesadilla, por lo que opté por sólo descansar.

-Hey, Alice.-susurro Marcus.

-Mmm -murmure adormilada.-dime.

-¿Estabas durmiendo?

-Estaba en ello.

-Lo siento.

-Ah, no importa, tranquilo.

-Está bien, quería decirte que ya estamos cerca, casi llegamos.

-Genial.

Estaba a punto de dormirme pero cuando dirige mi vista al frente por unos segundos, habían como diez infectados frente al vehículo viniendo hacia nosotros. Al chocar con ellos sentí un gran golpe y de un segundo al otro el auto estaba girando por la carretera.

El auto se detuvo de cabeza y gracias a mi cinturón no salí volando.

Estaba mareada, todo se hacía borroso y volvía, sentía dolor por todas partes y cuando mire hacia mi derecha no había nadie, Marcus no estaba... ¡Marcus no estaba!

No podía moverme, sentí muchos disparos y al cabo de unos segundos la puerta de mi lado se abrió.

Sentí como un líquido rojo caía por mi cara y por mi boca.

Un sujeto que no pude ver estaba junto a Marcus, creo que era él, Eran dos chicos, uno parecía más joven, sólo pude distinguir que su cabello era oscuro al contrario del de Marcus que tenía cabello castaño casi rubio.

Gritaban mi nombre pero no podía responderles, estaba en shock.

Dos brazos me sacaron y me cargaron como a un bebé mientras cada movimiento me hacía retorcerme.

Sentí la presencia de la preocupación en los ojos de Marcus y en los azules ojos de ese misterioso chico.

-Tranquila, todo va a estar bien.-escuché antes de cerrar mis ojos despacio hasta caer en la profunda oscuridad.

(...)

Mis ojos se abrieron despacio haciendo que entrecierren a causa de la luz que había en el ambiente. Pestañe varias veces para acostumbrarme a la luz y mire hacia los lados encontrándome a un chico muy guapo de ojos azules y cabellos oscuros, tez blanca y labios finos y rosas.

-H-hola.-susurre y él me miró asombrado pero luego sonrió.

-Hola, cariño ¿te.encuentras bien?

-Eh... eso creo ¿dónde estoy? ¿dónde está Marcus?

-Él debe estar descansando ya que estuvo aquí horas sin dormir.

-¿de veras?

-Sí, yo creo que te aprecia mucho. De seguro le caeras bien a sus hijos.

-¿hijos? Espera, deja que mi mente procese todo.-dije mientras intentaba ordenar los pensamientos en mi cabeza.

¿Marcus tiene hijos? Si estaban aquí, ¿por qué estaba en Atlanta?

No entiendo nada.

-Estoy confundida.-dije con la voz ronca.

-Marcus fue en busca de sobrevivientes a las ciudades y te encontró.

-Ah, creo que entiendo... o un poco más.- dije y rió haciendo que dos hermosos hoyuelos se formaran en sus mejillas. Su perfecta dentadura adornaba su sonrisa junto a sus perfectos labios color rosa. Se veía perfecto.

«¿De qué hablas Alice? Estamos en una apocalipsis aquí y tú fijándote en un chico que ni sabes su nombre.»

-Pensé que... que morirías.-susurro.

-Pues no cambiaría mucho las cosas.-murmure. Él permaneció en silencio. -Lo siento si te hice sentir incómodo, sólo... Olvidalo. ¿cómo te llamas?.-sonreí.

-Ah sí, que tonto, mi nombre es West.- dijo y sonríe, yo imito la acción.

-Yo soy Alice.-dije sonriendo.

-Bonito nombre, Alice.- dijo y reí por su gracioso tono de voz.

-Gra...-iba a hablar pero un sonido prominente de otra parte del lugar en el que me encontraba me interrumpió.

-¿qué fue eso?.-pregunté sentándome en la cama rápidamente.

-No lo se, iré a ver.-dijo tomando su arma y poniéndose de pié.

-Yo voy con tigo.-dije intentando pararme pero me tomo de la cintura y me llevó al colchón otra vez.

-Aquí te quedas.

-No, yo quiero ir.-dije cruzandome de brazos.- ¿y sí necesitan ayuda?

-Quédate aquí, sí algo sucede sólo grita.

-Está bien.- murmure rendida.

-Ya vuelvo.

West salió por la puerta de la habitación en la que nos encontrábamos y

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