Casa de Daren.

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Me separé al escuchar aullidos de los chicos del equipo, Daren me mira extasiado.

—Me sorprendes, Sarco —dice asombrado. Seguido de esto toman a Daren entre todos y lo levantan alejándolo de mi, mi respiración es agitada y mi corazón late descontroladamente. Hasta que salgo de mi trance.

¿Me llamó por mi apellido?

¿Como sabe mi apellido?

—¡Wow! ¿Qué fue eso? —dice Elena abrazándome.

—¡Al fin aprendiste algo de mi!— dice Tiara colocándose al otro lado —.Esto si vale la pena celebrarse.

***

Llego a casa aún asombrada por lo que acabo de hacer, debo admitir que estoy muy nerviosa de lo que pueda pasar después de eso, tanto departe de Daren como de Heather. Como de costumbre mi madre no está así que me tranco en mi habitación y pongo música. Decidí no ir a la fiesta, debido a que la Ana ordinaria había vuelto a mí así que los nervios tomaron posesión de mi ser. Decido revisar instagram como de costumbre, recibo un mensaje de Elena y entro inmediatamente a la conversación, mi mandíbula cae al ver una foto de Daren y yo besándonos en el campo, se ve alucinante, así tipo películas de romance.

Elena

Me dieron ganas de subirla, pero me contuve.

Yo

Quién la tiro?

Elena

Pues quién más, tu servidora. Cambiado de tema, debiste venir a la fiesta.

Yo

¿Por qué? ¿Tanta falta te hago? :P

Elena no respondía así que me integré nuevamente en instagram, me encontraba concentrada mirando fotos hasta que mis ojos chocolates se abrieron hasta donde pudieron al ver un vídeo de Daren bebiendo alcohol hasta mas no poder, cuando terminó la botella todos hicieron una bulla, hasta que pasó lo que me bajo de mi nube de felicidad, Heather lo besó, ahí terminó el vídeo. Me tapo la cara con una almohada furiosa, que complicado se ha vuelto conocer a Daren y como de costumbre, siento ganas de llorar.

***

¿Por qué me siento como si estuviese resacada? Me encuentro recostada de la mesa en el comedor, sin aún haber tocado mi almuerzo.

—Y le dije que no tendría sexo con él por ser guapo y atlético —Culmina Tiara con un deje de orgullo.

Todas aplauden como si fuera una sala de alcohólicos anónimos.

—Terminé con Alen hace una semana, pensé que estaría más triste, pero anoche bese a Carlos, así que no me siento culpable de nada —Esta vez hablo Melanie. Todas se echaron a reír.

—No fuiste la única en ver las estrella anoche —Dice Amanda pícara, enfocándose en mi. Vuelvo a hundir mi cara entre mis brazos. No quiero recordar que Heather también lo besó, no puedo contra eso, me rehúso a competir.

—¿Melanie pudiste hablar con Emma? —dice Elena cambiando de tema, sé que lo hace a propósito, le doy una ligera sonrisa de agradecimiento a lo que ella me devuelve la sonrisa.

Por alguna extraña razón no he visto a Daren el día de hoy, al parecer no vino, porque he visto a su grupo de amigos más de tres veces el día de hoy y en ninguna ocasión lo encontré con ellos.

A menos que se esté escondiendo de mi, quién sabe.

—Traté pero me mandó a la mierda —dice Melanie cruzándose de brazos y moviendo su cabeza en forma de negación haciendo que su coleta alta se mueva con ella. Su pelo es naturalmente castaño claro, con Highlights rubios, me recuerda a mi helado favorito, dulce de leche con vainilla. Tiene un piercing transparente en la nariz que trata de disimular ante los profesores.

—¿Por qué no la visitamos? Algo debe estar pasando —dice Amanda.

Claro que algo pasa, ese algo se llama Dylan Scott.

***

El timbre suena anunciando el despacho. Salgo del colegió con la intención de irme a mi casa a disfrutar de mi agonía y sufrimiento pero Kennet interrumpe mi camino.

—¿A donde vas tan rápido bonita? —dice alegre como siempre. La única vez que lo vi serio fue cuando nos encontrábamos en la cafetería de los padres de Jayson. Espero no volver a verlo así nunca más —.Tengo un encargo para ti.

Frunzo el ceño en respuesta —¿Qué? —Pregunto insegura.

—Daren faltó a clases hoy, necesito que le lleves algo de mi parte, no creo tener tiempo de hacerlo hoy. —Mi ojos se abren como platos.

—¿Por qué yo? Ni siquiera sé donde vive. —digo bastante nerviosa.

—Te daré la dirección y te daré lo que quieras si me haces este favor —dice suplicante mientras me tiende un paquete. Lo miro desconfiada para luego suspirar.

—Dame la dirección. —digo resignada tomando el paquete, pero muy en el fondo sé que siento curiosidad por saber donde vive Señor odiosin. El saca un papel y un lapicero y comienza a escribir super rapidísimo, me lo tiende y lo tomo leyendo curiosa.

—Por eso eres mi amiga. —dice sonriendo con todos sus dientes perfectos —.Cuento contigo Anita. —dicho esto se marcha dejándome desconcertada. Lo observo alejarse para luego volver a mirar la nota.

***

Me bajo del taxi, para admirar la casa sorprendida, si no estoy equivocada debe ser esta. Lo primero que captan mis ojos es los cuatro convertibles que hay alrededor de la entrada, puedo reconocer el auto de Daren, otro auto negro mate que conozco muy bien, es el auto donde me monté cuando tuve el pequeño accidente que debo suponer que es de su hermano. El tercer auto es color rojo y es hermoso, se ve super carísimo, el último es una jeepeta color gris. no tengo ni mínima idea de carros ni de marcas, pero estoy cien por ciento segura de que son carísimos.

La casa es de tamaño normal, de dos pisos, es sorprendente porque es de esas casas estilo moderno, con toques metálicos y algunas paredes de cristal.

Mi madre se volvería loca viendo esto.

Avanzo con pies temblorosos hacia la puerta, pensando mas de diez veces en devolverme, estoy al frente de la gran puerta marrón oscuro, doy dos golpecitos sintiendo que nadie escuchará puesto que lo hice muy débil, pero descarté la idea al ver que la puerta se abría, mi corazón nunca había latido tan rápido como ahora. El hermano de Daren abre la puerta y su cara muestra sorpresa al verme.

—Que tal Ana! —dice alegre —.Pensé que nunca vendrías, entra —sonrío a modo de saludo y entro a la casa, mi asombro no es disimulado, es más sorprendente por dentro, es super espaciosa, todo aquí es neutro: Blanco, negro y gris. Su decoración es simple pero delicada y muy detallada, esta sala sería el sueño frustrado de mi madre.

—¿Está Daren? —Voy al grano.

—Segundo piso, última puerta. Dice mirando su reloj.

—¿Que? —Digo sin nerviosa. ¿Realmente piensa que voy a merodear una casa que no conozco?

—Lo siento es que ando tarde. —Dice sonriendo —No te preocupes no es complicado, la música te guiará. —Dicho eso sale de la casa dejándome completamente sola y nerviosa en una casa que no conozco.

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Simple Y Complicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora