No podía creer lo que veía.... Después de todo este tiempo ahí estaba, tan perfecto como lo recordaba. Lágrimas caían sin control por mis mejillas y una estúpida sonrisa aparecía en mí rostro. Sus ojos iban desenfrenados, observando todo, como buscando algo o a alguien. Fueron segundos los que tardo en encontrarme y ahí fue cuando muestras miradas se conectaron como en aquel baile, como aquella primera vez....
Flashbacks
Todo el pueblo estaba en el baile ya que era el último al cual asistirían los jóvenes muchachos antes de partir. La guerra había comenzado y su país los necesitaba . Thomas,un muchacho alto, delgado,de porte elegante, inglés hasta los huesos. Sus ojos eran como mirar el mismísimo cielo y que decir de su sonrisa,era estar allí, en las nubes, donde las preocupaciones o los problemas no existían. Caballero,detallista,cariñoso,soñador, romántico. Era el príncipe con el que toda mujer soñaba,pero hasta el momento ninguna había robado su corazón.Sus amigos lo habían convencido de ir a aquél baile,decían que allí encontraría a alguna señorita de su agrado. Pero lo que Thomas no sabía era que sus amigos tenían razón,lo que no le dijeron es que allí encontraría el más puro amor hecho mujer.
A pesar de encontrarse en los extremos opuestos de aquella pista de baile, sus miradas se cruzaron y nunca más se pudieron despegar. Ella, también obligada por sus amigas a ir, soñaba al igual que el, con encontrar a alguien con quien compartir la vida, a alguien con quien compartir el amor en su estado más puro.
Ambos incrédulos con lo que veían sus ojos,sacudieron sus cabezas,creyendo por un momento que el poco alcohol que corría por sus venas, era el culpable de una broma pesada. Pero no, al ver que ninguno de los dos se había esfumado, lentamente comenzaron a acercarse para comprobar que eran real. Sus cuerpos eran como imanes,impulsados por una fuerza invisible pero poderosa, que solo ellos sentían. Cuando por fin estuvieron de frente,todo a su alrededor transcurría en cámara lenta,parecía que a ambos, los ratones le habían comido la lengua ya que ninguno pronuncio palabra alguna. Eso si, sus miradas estaban unidas, sacándose chispas entre sí. Ambos sonreían. Luego de unos minutos Thomas habló:- Buenas noches señorita,disculpe el atrevimiento, pero que hermosa sonrisa tiene! - exclamó
- g...gr...gracias - respondió sonrojada y con cierta dificultad a causa de la vergüenza.
- Mi nombre es Thomas William Hiddleston, un placer señorita...- dice mientras toma delicadamente su mano y depositaba un beso en ella.
- Elizabeth Evans , el placer es mío - dice haciendo una reverencia.
- perdoné mí atrevimiento pero luce realmente hermosa esta noche
- gracias, usted no se queda atrás -dice sonrojada
- Elizabeth me concedería esta pieza?
- Por supuesto Thomas- acepto gustosa
- Por favor dígame Tom -dijo este mientras tomaba su mano y se dirigían hacia la pista de baile
- Entonces tú dime Eli- sonrió
Toda la noche estuvieron bailando,cuando se retiraron, Tom la acompañó hasta su casa. Una vez allí, le prometió que volvería una vez finalizada la guerra,y como garantía le dejó un collar plateado con una pequeña piedra color Rojo carmesí. Mientras que ella le dio un collar el cual tenía una foto de ella.
10 años habían transcurrido desde ese día,10 años en donde Elizabeth lo espero pacientemente, rechazando a cada joven que pretendía esposarla. Hasta que un día llegó una carta donde se anuncia la llegada del último barco del ejército al pueblo de San Blas.Fin flashbacks
Ambos quedaron paralizados por unos segundos hasta que reaccionaron y comenzaron a correr uno hacia la dirección del otro. Una vez frente a frente se abrazaron sin poder creer que fuera cierto, se separaron unos pocos centímetros y al fin después de tanto tiempo y tanta distancia se dieron su primer beso. Y como dice la frase,vivieron felices por siempre.