❝Porque estoy vencido en esta guerra de corazones.❞
¿Qué pasaría cuando Allison se entere que por parte de su madre es cazadora de sombra? ¿Cuándo se entere que sus padres le volvieron a mentir de lo que realmente es?
O qué se enamore de un cazador...
CHAPTER SEVEN _________ I' M K O L M I K A E L S O N
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Me concentré, mirando la lata que estaba lejos de mí mientras apuntaba bien con mi arco. El viento movía mi cabello detrás de mis hombros. Las hojas se chocaban entre sí haciendo ruido, algunas se caían o se levantaban del suelo. Agarré con fuerza el arco mientras estiraba mi brazo y soltaba la flecha, me quedé viendo la flecha ir con rapidez hacia la lata y hacerla caer al suelo. Sonreí victoriosa, guardé mi arco en el carcaj y me empecé a quitar los guantes.
De momento, escuché una ramita quebrarse. Me alerté y de ambas botas saqué mis dos cuchillos. Empecé a escuchar pasos que se hacían rápidos como si estuvieran corriendo, hasta que vi algo venir hacía mí con una velocidad supernatural. Al momento que reaccioné ya estaba en el suelo tirada y un peso encima mío, un grito ahogado salió de mi garganta.
– Auch – me quejé. Abrí los ojos lentamente con miedo. Cuando mis ojos se acostumbraron a la claridad, miré al culpable que me hizo caer, me sorprendí al ver a Alec mirando mis labios. Al darse cuenta de que lo estaba mirando, cambió la vista y me miró a los ojos.
– Perdón – fue lo unico que dijo antes de levantarse y ofrecerme su mano. La acepté todavía un poco adolorida y me levanté. Acomodé mi cabello y sacudí algunas hojas que estaban en mi ropa.
– Te pude haber apuñalado con uno de mis cuchillos – hice una pausa al darme cuenta de algo. – Espera... ¿dónde están? – empecé a buscarlos con la mirada.
– Las tirastes cuando caístes al suelo conmigo – dijo. Lo vi agacharse y coger mis cuchillos. Las tomé de su mano y las volví a guardar de donde estaban.
– Gracias – susurré. Él asintió con la cabeza y miró detrás de mí. Iba a voltear para ver la dirección que él estaba mirando cuando me toma de la cintura y me acerca hacia él.
– ¿Qué haces? – susurré cerca de sus labios. Tan cerca que estábamos que podía sentir su pecho chocando contra el mío.
Se quedó en silencio mientras me miraba fijamente. Hasta que se detuvo en mis labios, mi respiración empezó acelerarse mientras que mi corazón empezaba a latir con fuerzas, por un momento pensé que se me iba a salir del pecho. Estuvimos así por varios minutos que para mí fueron una eternidad, hasta que Alec poco a poco fue soltando su agarre en mi cintura.
– No sé – dijo volviendo su vista a mis ojos. Todavía estábamos cerca, me estaba empezando a poner nerviosa y sentía ¿mariposas? No. Sentía un maldito zoológico en mi estómago.
Dí tres pasos para atrás al ver que no se movía, ya que estaba concentrado mirándome. Cambie mi vista y me agaché para tomar mis cosas, guardé el arco en el carcaj lo coloqué en mi hombro y tomé los guantes. Lo miré por última vez y me giré sobre mis talones para empezar a caminar hacia mi auto, me sentía cansada y todavía sentía mi corazón latir con fuerzas. Respiré hondo y exhalé para calmar mi respiración, llegué al auto y saqué las llaves de mi bolsillo, abrí la puerta y me adentré a el.
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– ¿Cuánto más tenemos que esperar por la princesa vampira? – habló Stiles con irritación.
Todos lo miramos con frustración. Stiles alzó sus manos en son de paz, respiré hondo y toqué mi sien cansada de escucharlo. Caminé hasta tomar asiento en unos de los sillones sintiendo la mirada penetrante de Alec.
– No, en serio. ¿Vamos a seguir esperándolo? Mira, ya Alli está cansada de esperar que hasta se tuvo que sentar – dijo señalándome. Todos me dieron una rápida mirada y me dí en la frente con mi mano.
– Stiles... – lo llamé y me miró. – ¿Puedes callarte? Llevas como veinte minutos hablando tonterías y no has parado de hablar –
Él me miró sorprendido y a la vez tenía su mano en su pecho. Puse los ojos en blanco y me acomodé mejor en el asiento.
– ¿Stiles? ¿Quién llama así a un hijo? – una voz masculina se hizo presente. Me sobresalté y miré para atrás, encontrándome a un chico guapo.
– ¿Y tú eres? – preguntó Stiles con un poco de enojo en su voz.
– Soy la princesa vampira – dijo divertido. Me ahogué con la soda que estaba tomando.
Empecé a toser y sentí a alguien darle palmaditas suaves a mi espalda. Miré por encima de mi hombro y logré ver que era Izzy. Le sonreí y ella paró para sonreírme.
– Oh... – fue lo único que pudo decir Stiles.
Scott frunció el ceño. – Huele a muerto.. –
– Y aquí huele a perro mojado y no me estoy quejando – le sonrió falsamente.
Derek sonrió de lado pero su sonrisa desapareció a los segundos que apareció y se aclaró la garganta.
– Estos son mis amigos, de los que te hablé. Y ellos... – dijo señalando a los cazadores de sombras. – Son los que necesitan de tu ayuda y los famosos cazadores de sombras –
– Yo soy Kol Mikaelson. Unos de los primeros vampiros. – se presentó mirando a todos hasta clavar su mirada en mí.
Lo miré con una ceja alzada a lo que él me guiñó el ojo. Escuché a Alec gruñir detrás de mí, lo miré un poco confundida y él solo me miró serio. Se formó un silencio un poco incómodo y todos nos encontramos mirándonos las caras. Stiles rodó los ojos y se aclaró la garganta y habló.
– Ya estamos. Ahora, ¿nos puedes ayudar a matar a estos vampiros? – le preguntó a Kol, quién solo sonrió divertido.
– Manos a la obra – dijo y se frotó las manos.
Derek fue el primero en salir seguido de Scott y Kol, y luego los demás salimos del salón para irnos a donde estaban los autos y así hacer un plan ya que Stiles tenía un mapa del bosque, y quería que lo usaramos. Como buenos amigos,aceptamos esa idea y más ya que Kol no sabe nada de aquí y mucho menos del bosque.
