Pasando unos días desde aquella salida con el extranjero. El cantante no recordaba su presentación especial en un concierto en la ciudad. Las salidas y charlas con el mayor lo alejaron de esa realidad. Algo que llevaba necesitando hace tiempo pues el llevar ese tipo de vida con el tiempo iba a consumirlo por completo como a cualquier persona común que se sobrecargaba de trabajo pero lo que lo mantenía sin preocuparse por dicha sobrecarga es su pasión por ello.
Tras recordar esa presentación por las insistentes llamadas de su manager. Le quedaba tiempo pero no demasiado como para tardarse una vida arreglándose en casa. Se despidió de su familia como es debido. Subió a su auto y tomó rumbo al estadio donde se daría inicio.
—Disculpen la tardanza. Estuve ocupado y me olvidé de esto —Dijo entrando a su camerino mientras miraba a su staff preparando las cosas—
—No te preocupes Miguel. Igual aún falta para que salgas así que trata de relajarte y ve a ponerte tu vestuario.
—Gracias Samantha, no sé que haría sin ti. —Le sonrió y se fue a cambiar con ayuda de sus ayudantes—
—Miguel. ¿Quieres algo para tomar? ¿Te hacemos un té? —Se acercó al sofá en el cual se encontraba sentado el chico—
—Si no es molestia un poco de agua. Gracias.
En el pueblo de Santa Cecilia un Extranjero se encontraba delante de la casa de los Rivera con una gran necesitad de tocar con la espera de toparse con aquel chico que lo ha acompañado durante estos días.
—Buenas tardes señora Luisa. ¿Está Miguel?
—Oh Hiro. ¿No te dijo? Miguel tiene un concierto en la ciudad.
—Oh, ya veo, después vendré.
—¿No quieres pasar a tomar algo?
—No quiero molestar la verdad.
—Vamos pasa, sirve y te doy algo que sé te va a gustar.
—Déjeme ayudarle con los vasos —Habló dirigiéndose a la cocina, para servir agua—
—Mira, estos son nuestros boletos. Por si quieres ir con tus amigos a ver el concierto— Habló con una sonrisa—
—¿Pero ustedes no irán?
—No creo que le moleste que ustedes vayan en nuestro lugar, tranquilo.
—Es muy amable de su parte señora Rivera, nos vemos después.
El pelinegro corrió con dirección al hotel donde se hospedaba con sus amigos con una gran sonrisa para contarles que la señora Rivera le había dado boletos del concierto de Miguel. Dicha acción del menor los sorprendió demasiado pues ya hacía tiempo que no veían felicidad en su rostro. La ultima vez fue cuando salvaron Sanfransokyo y ya había pasado tiempo de eso. Y no podían negar al menor a ser feliz después de mucho.
—¿Entonces que dicen? -Preguntó entusiasmado-
—Me parece bien.
—Hiro, are you okay?
—I'm fine, why shouldn't I be? [Estoy bien ¿Por qué no debería estarlo?]
—We see you very excited. [Te vemos muy emocionado.]
—It's getting late, we must go now.[ Se está haciendo tarde, debemos irnos ahora.]
Las estrellas se hicieron presentes junto a la luna pero no iban a ser las únicas cosas que brillarían aquella noche. Las luces que provenían del estadio, eran demasiado brillantes; cambiaban de color e iluminaban cada rincón del lugar, los gritos de la gente aclamando por el artista.
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¿PUEDO TOMAR TU ORDEN ? [En edición]
FanficUn chico muy servicial de diescisiete años que trabaja en una cafetería cuando no se encuentra ocupado dando conciertos. Llevaba una vida tranquilo, sin problema alguno hasta la llegada de aquel grupo de chicos extranjeros que decidieron ir a la caf...