dieciséis: el campamento

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Después de lo sucedido con Bethany, Madison organizó un campamento de fin de semana para mejorar la convivencia del equipo

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Después de lo sucedido con Bethany, Madison organizó un campamento de fin de semana para mejorar la convivencia del equipo. El lugar que eligió para el campamento era un club de playa situado en la costa a más de treinta kilómetros de Bayview.

La mañana del sábado, abordamos un autobús y nos movilizamos al club.

Lo primero que hicimos al llegar fue montar las tiendas de campaña en el área de acampar. Madison y yo compartiríamos una tienda, por lo que tomé la iniciativa de montarla yo misma, pero fue un completo desastre. No seguí los pasos como debería y la tienda no se levantó.

—Déjame te ayudo —se ofreció Madison, que terminó haciendo todo el trabajo.

En pocos minutos, la tienda estaba montada y lista para usarla. 

—Bien hecho —la animé, sintiéndome una completa inútil.

Madison me sonrió y luego fue a ayudar a las demás.

Una vez montado todo el campamento, nos fuimos a la playa, que era muy impresionante. El agua de color azul marino y la arena dorada eran una combinación natural y muy hermosa. Una fresca brisa soplaba desde el mar, pero el día estaba cálido y el cielo despejado.

Era un día perfecto para disfrutarlo en la playa. Algunas animadoras se fueron a nadar, otras se tumbaron a tomar el sol y algunas otras, entre ellas Madison y yo, jugamos voleibol de playa.

Poco a poco, sentí como el estrés de las semanas anteriores iba desapareciendo y por un momento me olvidé de mis preocupaciones.

Cuando el sol se puso, regresamos al campamento e hicimos una actividad para conectar las unas con las otras. Nos juntamos en parejas y teníamos que decir una cosa que nos gustaba de la otra.

Cara fue mi compañera. Últimamente había estado muy indiferente conmigo, pero no dejé que eso me afectara, aun tenía algo bueno que decir sobre ella.

—Tienes mucha confianza en ti misma y siempre sabes decir las cosas correctas —le dije a Cara.

—No soy tan segura como piensas —replicó Cara—. ¿Recuerdas esa vez que nos encontraste a Jordan y a mi besándonos en la biblioteca? —Asentí, ¿cómo podía olvidarlo?—. Después de que nos dejaste solos, Jordan me pidió que me fuera. Me puse tan celosa, porque te prefirió a ti cuando estaba conmigo.

Ladeé la cabeza a un lado. —Jordan dijo que tú fuiste la que se marchó.

—Lo hice, pero porque él me pidió —Sacudió la cabeza—. Lo que intento decir es que después de eso, no te pude ver igual. Te guardaba mucho rencor, pero por más que te pusiera malas caras, tú siempre me has tratado con mucha amabilidad —hizo una pausa—. Eres una buena persona. Ahora entiendo por qué le gustas a Jordan.

Solté una risita nerviosa. —No le gusto.

—Conozco a Jordan desde hace mucho tiempo y nunca me había rechazado como lo hizo. La razón eres tú.

Reparando Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora