Capítulo XIII: Mitos

46 9 0
                                    

Narra Yara:

Cerré la puerta del bar, dispuesta a ir a por mi hermana. Esta tarde iríamos juntas a la biblioteca, aunque también se apuntó Marcos.

Cuando mis pies pisaron el suelo del orfanato, mis ojos buscaron a Alexa. Y al verla hablando tan animadamente con Marco algo se rompió dentro de mí.

Odiaba ser tan tímida, odiaba tener esa angustiosa sensación de ponerte las cuerdas que te atan a un suelo cálido que te ofrece una reconfortante y artificial comodidad, y no tener el valor suficiente de desprenderte de tus propios amarres, para enfrentarte al más allá.

Por eso siempre otras serían mejores, en cada historia siempre nos gusta la típica chica fuerte y valiente, aquella que no duda ni un segundo en hacer y decir lo que piensa. Pero por desgracia yo no soy esa chica, aunque lo deseara había algún tipo de barrera dentro de mía que me lo impedía.

Me aproximé lentamente, no me parecieron notar hasta que mi codo por accidente impactó con un jarrón, que por desgracia cayó haciéndose mil pedazos.

- ¿Estás bien?- Se acercó rápidamente cogiendo mis manos entre las suyas y mirando mis brazos para asegurarse de que estaba bien.

- No sabía que eras tan patosa querida. -Sonrió leve y se acercó al brazo de Marco, rodeándolo entre los suyos.  - ¿Vamos a salir o nos quedaremos aquí como pasmarotes?

- No, vamos. -Separé mis manos de las de Marco y comencé a caminar, viendo como ellos se quedaron atrás charlando.

Tras un interminable trayecto,  al menos para mí, donde me sentía la sujeta velas oficial. Llegamos a la biblioteca, saludé de forma educada a la bibliotecaria y busqué algún libro que llamará mi atención.

- ¿En serio vais a poneros a leer? -Preguntó al ver que Marco y yo buscábamos libros.- Para un día que me conceden una hora fuera. -Añadió quejándose.

- Te recuerdo que dijimos a los profesores que sería para traerte aquí, a leer otras cosas.

- Aburridos, ni que leer sirviera para algo. -rodó los ojos.

No entendía como siendo seguramente mi hermana, podía no gustarle leer mientras a mi me fascinaba. Con las yemas de mis dedos rocé un libro "Troya" y otra mano chocó con la mía.

- Mejor cógelo tú. -dijo riendo y achinando un poco sus ojos.- No sabía que te gustaban los mitos griegos.

- Los mitos son historias que dejan una huella en la historia, hay historias que desaparecen con el viento. Pero otras que perduran para siempre, de boca en boca y ahora de papel a papel. Sin duda, esas son las que merecen la pena.-Sonreí leve.

- Eres tan misteriosa. -Me miró con una intensidad que no podría describir.- Hay días en los que no pareces tú...

- Ups perdón - Dijo al caer un libro al suelo- Auch duele. -Al parecer era un libro pesado y le hizo un pequeño corte en la mano. Quería saber a qué se refería Marco, pero estaba claro que sería en otro momento.

Cogí mi libro y comencé a viajar a tiempos de Paris y Helena, una guerra promovida por el amor de dos vientos, que juntos desencadenaron el tornado de la destrucción.

El Antifaz [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora