T3. Episodio 3, parte 3

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(Flashback)
Amelie se levantó con un dolor de cabeza horrible. Rosie dormia en la cama contigua. Se quedó un rato más en la cama hasta que no aguantó el dolor y se fue a buscar una pastilla.
-Buenos días, señorita.- La saludó John con un tono raro en su voz.-¿Qué era lo que estaban haciendo ustedes dos en un pub?
-Antes que nada, quiero una aspirina. - Su padre se la alcanzó- Gracias. Ahora, voy a contarles la verdad, no hay porque mentir. Supuse que el asesino iba a atacar otra vez asi que fuimos para detenerlo. Está claro que no lo atrapamos, pero si logramos salvar a su próxima víctima.
- Eso no explica el alcohol.
- Ahogamos nuestras penas. ¡Estaba deprimida! Estuve a esto de agarrarlo - Sin más, se volvió a su habitación y se acostó.

-Hay que apurar las cosas. Dígame, Srta. Holmes, ¿Qué sucedió a continuación?
-Acá es cuando todo se torna un poco más raro. Verá, no tenía nada. Me estaba desesperando. No solamente por el hecho de que sentía que les fallaba a Emma y Alexa, sino también porque le demostraba a mi padre que no podía resolver el caso por mi cuenta. -Miró a Sherlock con preocupación y este le respondió con un gesto, a su manera, dulce.
Mas tarde, el sábado, fui a la morgue para ver si podía averiguar algo más. Molly Hooper me ayudó. Sacamos los cuerpos, los observamos, leímos otra vez registros, todo. Me encontraba sentada, abatida en un banco, leyendo el archivo de Alexa justo en la parte en la que hablaba sobre la heroína, cuando Molly me preguntó:

- ¿Cómo te sientes? - Ella se refería a la... a la ... reseca.

-Bastante bien, la verdad. Es la primera vez que tomo tanto alcohol, pero. - Me quedé unos segundos pensado. "Alcohol, alcohol, alcohol".
Ahí es cuando la lamparita se prendió. Tomé el registro de Emma y lo abrí en la parte de toxicología. Las cantidades de alcohol en sangre eran distintas. No obstante, las de heroína no. Eran exactamente la misma. No hay coincidencias. Si lo piensan, eso no es nada para un juicio, pero yo solo necesitaba encontrar la verdad. No había marcas de algún tipo inyección.
Mi deducción: alguien se las había dado. En más detalle, en la bebida.
-Eso no explica nada. - Comenzó el abogado defensor- Las víctimas pudieron tomarlo por su cuenta.
- ¿Sin que ninguna de sus amigas se diera cuenta? Discúlpeme, Sr Gwen, pero en estos tiempos ninguna chica haría algo como eso sola, en especial ellas. No eran de esa clase de chica. Sí, bebían alcohol, pero no exageraban.
Luego de eso, volví a hablar con las amigas. ¿Y adivine que dijeron? "Ella nunca hizo eso".
-No las podían haber visto.
- ¡Gwen! Déjela terminar- interrumpió el juez.
-Como decía, creía que alguien se lo había puesto. Las había drogado para que lo siguieran tontamente. ¿Quién? ¿Cómo iba a encontrarlo? Cualquiera podría haberlo hecho.
En este punto de la historia, el abogado defensor puede que tenga un poco de razón. Lo primero que pensé fue un hombre que atendiera la barra. No porque tuviera evidencia, sino porque creí que iba a ser un buen inicio.
Descubrí que era él porque cuando nos acercamos a hablar, escapó. Sabía que era el mismo hombre que se me escapó a mí la otra noche. Corría de la misma manera.
Y aquí viene mi parte favorita...
El secuestrador, violador y asesino de Emma Walsh y Alexa Patterson era este hombre que ven aquí, Thomas Mayer. - Amelie bajó del estrado y se dirigió a su asiento con la cabeza en alto, no sin antes dirigirle una mirada cargada de furia al acusado.

(Flashback)
Thomas Mayer se encontraba en una sala de interrogatorios. Amelie y Rosie lo observaban con desprecio. El detective a cargo entró en la habitación.
- ¿Podemos interrogarlo nosotras? - Preguntó Rosie. El hombre gruñó.
-Creo que, después de que ustedes resolvieran el caso, se merecen algunos minutos con él. Solo 10 minutos.
Las niñas entraron. El hombre de 32 años lucía tranquilo.
-No tengo nada que decir. Soy inocente. Ni siquiera tienen pruebas.
- ¿Ah no? - Dijo Rosie con sarcasmo- Bueno, entonces no te importará que tomemos una muestra de tu ADN ¿verdad?
-Claro que no. ¿Por qué no habría de hacerlo? No es que llegaran a encontrar un cabello en la escena o, quizás una huella.
Ninguna de las dos niñas podía creer lo tonto que era para ser un asesino y violador.
- Eres un maldito estúpido- Observó Amelie mientras se paraba y se acercaba al rostro del hombre. - Eres muy estúpido. Hasta me molesta. Es cierto que no encontramos pelos ni nada por el estilo. Pero te voy a decir una cosa: Emma y Alexa fueron violadas. Seguramente encontremos algún presente tuyo dentro de ellas con el que podamos arrestarte. - Los ojos de Thomas Mayer se abrieron como platos. Lo atraparon.

-Me gustaría pegarte hasta que te sangre el rostro.- Le dijo Rosie.- Pero estoy en Scotland Yard y prefiero no ser arrestada.- Se dirigió a la salida, se paró y se volvió hacia él.- Aunque... Puedo hacer esto:- Levantó su dedo mayor y siguió su camino.

El juicio terminó como debió: Thomas Mayer fue condenado a cadena perpetua.

Durante el transcurso de la semana, la familia Holmes-Watson recibió un mensaje de Mycroft, mejor dicho, una invitación a una gala en honor a las víctimas de su reciente caso.
- Tu le dijiste que lo hiciera ¿Verdad, Ami? - Preguntó John
- Odio esas fiestas. - Agregó Sherlock.
-Las odiaras, pero vendrás. No todos los días Mycroft hace algo para beneficencia.

El fin de semana de la fiesta, Sherlock y John esperaban a sus hijas en esmoquin. Amelie bajó las escaleras con un vestido 1-hombro negro, el cabello en rulado suelto y tacones del mismo color.
- ¡Rosie, vamos! El taxi espera afuera. - Le gritó John.
Rosie bajó lentamente, cuidando de no caer por los tacos. Usaba un vestido tipo princesa blanco. Se había hecho un peinado recogido con su cabello rubio.
John estaba atónito. Lo único en que podía pensar era "Luce exactamente como su madre el día que nos casamos"

- Por favor- Pidió Mycroft- Compórtense.
Todos excepto John, comenzaron a hacer ridiculeces en la gala: Saludaban a la gente con reverencias exageradas; imitaban a Mycroft por la espalda; hasta en una ocasión se pelearon con alguien solo por diversión.
A fin de cuentas, la gala estuvo bastante entretenida. Muchos de los invitados eran gente rica, poderosa o noble.
-No es tan aburrido¿no?- Le preguntó John a Amelie en un momento.
-Para ser algo de mi tío, está bastante bien.- Los ojos de la niña se perdieron por un rato, detrás del hombro de John.
-¿Pasa algo?
-¿Qué? Ah, no. No pasa nada.
Cada una de las niñas balió con su padre. Pero no pudieron hacer mucho más, ya que la gente se abarrotaba a su alrededor haciendoles preguntas sobre el caso. Hubo un hombre particular que puso con los nervios de punta a Rosie.
- Las niñas de hoy en día se menten en lios tremendos.-Comentó. Rosie lo ignoró.- Seguro que las eligió por como estaban vestidas.- Esa frase hizo que Rosie saltara sobre el hombre. Por suerte, John la agarró por la espalda, aunque no pudo detener el torrente de groserías que dijo su hija.
Después del brindis, la familia Holmes-Watson decidió que era hora de irse, aunque la gala no hubiese concluido. Estaban caminando hacia la salida cuando Amelie se para en seco.
- ¿Qué tienes? - Preguntó Sherlock.
- Nada. Yo solo... Creí haber visto a alguien, nada más.
Pero Amelie no estaba tan equivocada. Si había alguien que los estaba observando...

Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora