↟ a tí ↟

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Debo salir de aquí

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Debo salir de aquí.

Fué lo primero que pensé al observar como la japonesa entraba a mi habitación junto a mi mamá, evitando contacto visual conmigo, Yenling mostrándole la ropa que podría usar y el lado de mi cama en donde podría dormir. No sólo bastaba con verla ésta noche, ¿Ahora dormiría con ella? ¿Qué clase de karma universal era éste?

Mientras ambas hablaban, me escabullí de la habitación con unas converse en mano y bajé las escaleras perturbada. Necesitaba salir de ahí, obviamente volvería pero en el momento no podía estar en esa habitación. Dando la vuelta a la cocina, choqué precipitada contra un cuerpo mucho más grande y fuerte que el mío, una mano aferrándose a mi brazo para que no tambaleara.

- Oh, Tzuyu, lo lamento. - habló Jiwon, deteniéndose un momento para observarme - ¿Estás bien?

- S-sí. - tartamudeé sin mirar a sus ojos - Pensé que te habías ido.

- Tu madre me pidió quedarme aquí hoy, disculpa no haberte dicho primero. - dijo rascando su nuca, agité una mano para restarle importancia al asunto - ¿Vas a algún lado?

Nos miramos por unos segundos, cierto destello de comprensión reflejó en sus ojos. Supe entonces que aunque él no sabía del problema en cuestión, debía de tener al menos la sospecha de que todo se resumía a la persona que compartiría habitación conmigo hoy. Quizá observó algo durante la cena o en la forma en que me comporté, Jiwon podría ser brutalmente observador para ser honesta.

- Da una vuelta, yo le digo a tu mamá que estás en el baño. - dijo poniéndo su mano en mi hombro - Y recuerda, los problemas no desaparecerán a menos de que los enfrentes.

 - dijo poniéndo su mano en mi hombro - Y recuerda, los problemas no desaparecerán a menos de que los enfrentes

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Pasado unos veinte minutos, finalmente decidí regresar a casa. Me sentía un poco más tranquila y somnolienta, el cigarro en mi mano derecha contribuyendo a la causa. Sana probablemente estaría dormida en éste momento, así que simplemente me acostaré a un lado, lo más lejos posible del cuerpo ajeno, e intentaré dormir bloqueando todo tipo de pensamiento... intrusivo.

Sentí una gota de agua caer justo en mi hombro izquierdo, y levantando mi mirada observé como iba a ser la primera de muchas. Gruñí y apresuré mi paso, estaba aún a unos cinco minutos de mi casa. Cómo el karma enserio decidió joderme hoy, cuándo ya estaba a punto de llegar, la lluvia cayó vigorosamente contra el asfalto, y en el proceso contra mi cuerpo. Intenté caminar lo más rápido posible (porque yo no corro, jamás se pierde el glamour), más el instante en el que me encontraba frente a la casa, el diluvio me había empapado completa. Un frío desmesurado estremeció mi cuerpo, entré a la casa y cerré la puerta con sigilo. Procurando no hacer ningun ruido, subí a mi habitación y abrí la puerta causiosa. El cuarto estaba oscuro, y al acostumbrar mi vista al leve reflector de la lampara de noche, noté la cama desocupada. No tuve que indigar mucho el paradero de la japonesa cuándo una voz se hizo presente en la habitación.

satan is a woman  ↟  satzu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora