"A ship in harbor is safe,
But that's not what ships are built for"John A. Shedd
Mi vecina de mesa está otra vez en su mundo, hundida el la lectura de su libro y pensando bien, le tengo un poco de invidia, yo no sería capaz de esto, por mucho que me gusta leer, por muy interesante que sería el libro, no sería capaz de hacer caso omiso de todo lo que pasa en mi alrededor.
Y siento que tengo que decir algo, aunque lo lógico sería pagar la cuenta, saludar y irme a descansar.
Ahora mismo,después de todo lo que pasó, y el desconocido que me espera por delante, intentar ligar con una chica, en un pueblo perdido entre las montañas, no sería muy inteligente de mi parte. Y aún así hay algo que me impide irme. Me vienen en mente las historias de amor a primera vista, de amor "eterno" que solía leer mi esposa. ¿Será esto....? Suena muy, pero que muy empalagoso...
Sólo con pensarlo se me escapa una sonrisa...
Que tonterias, me vuelvo gilipollas.
Con una mezcla de rabia y vergüenza, le pido al camarero que me traiga la cuenta mientras saco la cartera del bolsillo. Mañana me queda mucho camino por recorrer y un montón de cosas en que pensar, tengo que poner orden en mi vida como sea, flirtear con la reina de hielo, por lo atractiva que sea, es una pérdida de tiempo.
Una sensación de que tengo que salir ya me invade, como huir de un peligro se tratase.
Y me parece que el camarero tarda una eternidad.
Miro otra vez a mi vecina de mesa y todo sigue igual, está totalmente hundida en lectura, moviendo los labios como una niña que está aprendiendo a leer. A pasar página suelta un suspiro y los labios se le quedan entreabiertos...
¡Sexy as fuck! , pienso...Y de repente...
-Tiene qué ser muy bueno el libro...
A la mierda toda la maldita lógica, las palabras simplemente salieron solas.
La reina de hielo tarda en levantar la mirada, como si le costase abandonar su libro.
- Si es otro intento para ligar, que sepas que esto no es lo tuyo, eres malísimo...
Y otra vez esa sonrisa irónica que me sube toda la sangre a la cabeza. Me pone nervioso y por lo extraño que puede sonar, eso me gusta. En general suelo controlar muy bien mis gestos y mis reacciones, las pocas situaciones en que eso no pasó, fue por cosas serias, no tenían nada que ver con unos labios sexy...
Pero aquí está, un chiquilla con diez años menos que yo, qué me vuelve loco con su sonrisa y me hace comportar como un adolescente tímido.
- ¿Ligar...?
Empiezo a reír y espero ser convincente, pero la verdad es que su respuesta tan directa me desconcierta un poco.
- Tranquila, no eres para nada mi tipo baby...sólo quería ser amable, estoy a punto de irme.
- ¿Ah, si...?
La sonrisa irónica pierde un poco en intensidad y estoy disfrutando de ello.
- ¿Y qué tipo soy yo...?- pregunta.
- No el mío, y con eso me sobra,le digo sin dejar de sonreír.
- Entiendo, ¡eres gay!
¡Joder! La chiquilla contraataca y eso me gusta muchísimo.
- Si eso hará que duermas mejor esta noche, venga, vale, le digo entre risas. Pero la verdad es que eres demasiado friki para mi.
- ¿Friki...?
Está sorprendida y tengo que aprovechar el momento.
- A ver, es viernes y estas en un pub ruidoso, leyendo tu libro como si esto fuera el salón de tu casa! Tienes que reconocer que es un poco raro.
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Debajo de los tilos
Romance¿Bebí tanto anoche...? ¿Anoche...? ¡Si ni siquiera sé dónde estoy! Con los ojos entreabiertos, estoy intentando ubicarme con la poca luz que se filtra por la ventana. Mi maleta deshecha, mis vaqueros colgando sobre la mesita de noche, la ha...