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Lágrimas

Sentía las lágrimas resbalar y recorrer sus mejillas, para luego caer inconscientemente en algún lugar de su cama.

Aquellas lágrimas... Resguardadas por tanto tiempo bajo una mirada fría y seca, creando un muro de tormentoso cielo gris, pareciendo indestructible en su potencia, siendo imponente.

No tenía por qué sentir pena.

No tenía por qué temer.

Ya no lo había.

Por eso cuando la primera fisura surgió él no se molestó en curarla. Por eso, cuando la primera lágrima cayó él no recurrió a ocultarla.

Sintió que unos brazos lo rodeaban.

Se alegró de haber elegido a la persona correcta. A quién sabía que hacer en esos momentos.

Sonrió.

Pero entonces el muro cayó y la corriente se liberó.

Desahogó su miserable pena tras una sonrisa que pronto se convirtió en una mueca de impotencia.

No lo soportaba más.

Los sollozos resonaron en la habitación.

Necesitaba desechar los viejos recuerdos.

Los gritos de un dolor oculto siguieron.

Los recuerdos de una guerra, de la condena de su padre, de la muerte de su madre.

Y el silencio fue lo que ocurrio después.

Pero las lágrimas no pararon.

Solo necesitaba dejarlas correr junto a los recuerdos del pasado.

Fueron tantas las que acumuló que podría ahogarse en un mar de ellas.

Entonces recordó que ahora había alguien junto a él.

Alguien que le ayudaría a secarlas cada vez que el sintiera que se asfixiaba en ellas.

Alguien que estaría para él.

Sus lágrimas pasaron a ser menos y cuando pararon de caer sintió como se apretaban los brazos que se encontraban a su alrededor.

Se dejó llevar por los movimientos del otro chico mientras se acomodaban en un apretado abrazo bajo el cobertor.

Suspiró cuando habló sobre su oído:— Te amo, Draco Malfoy.

Correspondió la sonrisa del otro cuando éste se la dio.

—Te amo, Harry Potter.

Ellos no tenían que decir más, estarían él uno para el otro.

Siempre.

Lágrimas | Drarry•HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora