Tiempo atrás, los humanos se hallaban divididos según su alimentación.
Los carnívoros, seres astutos y muy peligrosos dominaron por mucho tiempo, intimidando a los omnívoros y dando una mortal y descarnada cacería a los herbívoros quienes estuvieron cerca de la extinción.
Los alfa carnívoros eran especialmente sensibles al olor de los herbívoros, específicamente al de los omegas, lo que los llevaba a encontrar y devastar ciudades enteras, obligándolos a escapar constantemente.
Es por este motivo que muchas veces, los omegas herbívoros eran vistos como un signo de desgracia entre sus familias y comunidad, siendo abandonados, sacrificados o usados como cebo para distraer a los carnívoros mientras sus familias huían.
Sin embargo, un día los omnívoros y herbívoros unieron fuerzas y lograron contener a los carnívoros encerrándolos en ciudades rodeadas por omnívoros, restringiendo su libertad y así se halló algo de paz.
No sabían que eso era solamente una ilusión que no tardaría en desaparecer.
Tuve un sueño extraño que quise atribuir a mi eterna soltería.
Estaba desnudo junto a un joven. Tenía el cabello y los ojos de un lobo siberiano, así como la mirada y dentadura de un carnívoro.
Estábamos juntos, muy juntos, y el sueño era tan real que podía sentir claramente como tomaba mi cuerpo. Como sus caderas quedaban encerradas entre mis rodillas y su sexo encajaba en mí como una pieza de rompecabezas mientras intentaba anular los gemidos nacientes en mi garganta.
Era delicioso. Simplemente delicioso.
—Yuri...—susurró a mi oído acomodándose. Su mirada aguda y penetrante me hipnotizaba, no podía apartar mis ojos de él. Era como ver a una cobra antes de lanzarse contra su presa —. Voy a marcarte.
Se acercó esperando el beso que daría el permiso para hacerlo. Íbamos a enlazarnos, a formar un vínculo definitivo entre nosotros y eso nos uniría por siempre. Lo bese con profundo deseo.
Sus manos buscaron las mías sujetándolas contra la cama y apresándome mientras sus labios repasaban mi clavícula dirigiéndose a la zona entre mi cuello y hombro, presionándose en la zona que él elegiría para dejar su marca. Dio una lamida, y otra, y otra más. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo, no tenía escapatoria alguna.
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Hunter [Omegaverse/YOI]
FanfictionIncluso si su instinto le mandaba a huir de ese alfa carnívoro, él obedecía ciegamente a esa vocecilla que le susurraba que él era por quien estaba esperando. Yuri Katsuki es un omega de la especie de los herbívoros. Despreciado incluso entre su mi...