☾1: El lobo siberiano.

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Tiempo atrás, los humanos se hallaban divididos según su alimentación

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Tiempo atrás, los humanos se hallaban divididos según su alimentación.

Los carnívoros, seres astutos y muy peligrosos dominaron por mucho tiempo, intimidando a los omnívoros y dando una mortal y descarnada cacería a los herbívoros quienes estuvieron cerca de la extinción.

Los alfa carnívoros eran especialmente sensibles al olor de los herbívoros, específicamente al de los omegas, lo que los llevaba a encontrar y devastar ciudades enteras, obligándolos a escapar constantemente.

Es por este motivo que muchas veces, los omegas herbívoros eran vistos como un signo de desgracia entre sus familias y comunidad, siendo abandonados, sacrificados o usados como cebo para distraer a los carnívoros mientras sus familias huían.

Sin embargo, un día los omnívoros y herbívoros unieron fuerzas y lograron contener a los carnívoros encerrándolos en ciudades rodeadas por omnívoros, restringiendo su libertad y así se halló algo de paz.

No sabían que eso era solamente una ilusión que no tardaría en desaparecer.

No sabían que eso era solamente una ilusión que no tardaría en desaparecer

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Tuve un sueño extraño que quise atribuir a mi eterna soltería.

Estaba desnudo junto a un joven. Tenía el cabello y los ojos de un lobo siberiano, así como la mirada y dentadura de un carnívoro.

Estábamos juntos, muy juntos, y el sueño era tan real que podía sentir claramente como tomaba mi cuerpo. Como sus caderas quedaban encerradas entre mis rodillas y su sexo encajaba en mí como una pieza de rompecabezas mientras intentaba anular los gemidos nacientes en mi garganta.

Era delicioso. Simplemente delicioso.

—Yuri...—susurró a mi oído acomodándose. Su mirada aguda y penetrante me hipnotizaba, no podía apartar mis ojos de él. Era como ver a una cobra antes de lanzarse contra su presa —. Voy a marcarte.

Se acercó esperando el beso que daría el permiso para hacerlo. Íbamos a enlazarnos, a formar un vínculo definitivo entre nosotros y eso nos uniría por siempre. Lo bese con profundo deseo.

Sus manos buscaron las mías sujetándolas contra la cama y apresándome mientras sus labios repasaban mi clavícula dirigiéndose a la zona entre mi cuello y hombro, presionándose en la zona que él elegiría para dejar su marca. Dio una lamida, y otra, y otra más. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo, no tenía escapatoria alguna.

Hunter [Omegaverse/YOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora