Capítulo 7

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El llamado del más allá.

Su mirada choco con la mía nuevamente, aquel azul perfecto me atrapaban mágicamente, Mikael estaba frente a mí, Lilo estaba en la pista junto a Ingrid, hace un momento él le había propuesto ser su novia y como era de esperarse ella acepto. Me encontraba feliz por ambos poco a poco cumplía mis últimos deseos de vida.

Me dirigí hacia el baño de damas, era muy extraño el clima en ese lugar, una misteriosa ráfaga de viento hizo cerrarse la puerta principal, me acerque al lavamanos abrí la canilla, mojé mis manos y las lleve a mi rostro, entro una chica rubia se me hacia conocida, me sonrió, me introduje dentro de unos de los cubículos se apoderaron de mi unas ganas de devolver el estómago, por debajo de la puerta pude observar como ella se acercaba hasta la puerta en donde me encontraba, golpeo tres veces, y un escalofrío subió por mi espina dorsal.

—Está ocupado, ¿A caso no viste cuando entre?, tienes más cubículos desocupados— dije algo molesta, las ganas de vomitar se hacían presentes. — Aquella persona volvió a golpear tres veces; abrí de mala gana pero no había nadie, volví al lavamanos, intentando tranquilizar mi taticardia, cerré los ojos y al abrirlos allí estaba ella, del otro lado del espejo, empapada de sangre, gritándome que le ayude vi que era una de las chicas de mi visión, di un paso hacia atrás, me lleve las manos a la cien y dije — ESTO NO ES REAL, INKERI, ESTO NO ES REAL— Ellos dijeron que podrías ayudarme— contesto— Jesse está en un coma inducido, debes ayudarla, la tiene en cautiverio y no dejara que se marche con nosotros— conto apresuradamente, —el ya viene tengo que irme— de la nada desapareció.

—Inkeri todo bien? — Pregunto Mikael del otro lado de la puerta— si ya salgo— respondí. Respire profundamente, y salí— estabas demorando un poco, creía que te habías desmayado en el baño— se preocupó.

—Puedes hacerme un favor— pregunte; — dime— respondió— necesito que me lleves al hospital sin hacer preguntas— musite viendo el reloj del pasillo que marcaban mas de la media noche.

Nos dirigimos hasta donde se encontraban mis amigos, por ningún motivo iba amargarles la noche especial que estaban teniendo.

— Lilo, me iré a casa con Mikael—mencione— déjalo, nos vamos todos— respondió— claro que no macho alfa tú te quedas con Ingrid y sigues disfrutando de la noche o golpeare ese lindo trasero que traes— contra ataque —Inkeri— nos vemos el lunes en clases Elías, me despedí de Ingrid y fuimos a por un taxi.

Nos subimos al primer taxi que vimos, el conductor me miraba por el espejo retrovisor, me ponía la piel de gallina Mikael vio mi incomodidad, tomo mi mano y me sonrio.

—Ahora si me vas a decir que hacemos aquí? — pregunto

Me acerque a la enfermera que se encontraba en la sala de información, —podría saber en qué piso se encuentra Jessica Olsen— está en terapia intensiva en un coma inducido— respondió amablemente.

—quien es Jessica Olsen—Pregunto Mikael—luego te explico— respondi.

En si no sabía cómo decirle que había una voz murmurándome cosas que hacer y entre ellas el nombre de la única sobreviviente del accidente.

Llegamos al piso encontrándonos al parecer con su familia, una madre desconsolada lloraba al pie de la puerta de la habitación y un padre completamente furioso caminaba de un lado para otro.

Llamo mi atención una pequeña niña castaña, se me acerco tomo mi mano —sabía que vendrías, ella te necesita Inkeri— me dijo poniendo la cara más dulce que había visto; — él quería verte y tomo a mi hermana para llamar tu atención, debes ayudarla.

—Inkeri con quien hablas— pregunto Mikael algo preocupado— con... voltee a mostrarle a la pequeña pero ya no estaba.

—Maldita sea Sussan si no le hubieses dado las maldita llaves del auto mi hija estuviera bien en este momento— reprocho el hombre mayor que se encontraba en la sala. —no es momento de reproches Alejandro— contesto una mujer que consolaba a la madre. — se te olvida que por su maldito descuido Aimé se fue, — se acercó bruscamente a la madre — escúchame muy bien, si le llega a pasar algo a Jesse no te lo perdonare nunca me entendiste.

Sentía mucha impotencia por la brusca manera de actuar del padre hacia la madre, recuerdos de mi infancia se hicieron presentes al ver aquella situación, la sangre de mis venas estaba ardiendo, quería gritarle aquel tipo que respetara a su mujer.

—Inkeri tu nariz— fue lo último que escuche de los labios de Mikael, de ahí todo se volvió oscuro.

Abrí lentamente mis ojos, lo primero en ver fue a la misma niña que me hablo antes de desmayarme.

—Aimé—pregunte— él está en el sótano, salva a mi hermana— dicho esto último se esfumo.

Se empezó a mover todo a mí alrededor, un rugido de furia se escuchó con eco, me incorpore, tenía una bata de hospital puesta, seguí el rastro de pequeñas pisadas, llegando al sótano; abrí la puerta, esta se cerró instantáneamente al entrar.

INKERI "La Salvación de los Ángeles Caídos"Where stories live. Discover now