My First Love [O.S]

Víspera de Navidad

Narrador Omnisciente:

Cinco años después de la separación de Twice:

Jihyo corría de un lado hacia el otro sosteniendo las bandejas de comida que había preparado desde muy temprano, la adulta se movía con agilidad por el comedor observando con verdadera admiración como le había quedado la decoración; "por fin", pensó la castaña permitiendo que un suave suspiro desprendiera de sus carnosos labios, la coreana se dio un merecido descanso apoyando su espalda contra la pared, con la mirada perdida y su dos manos en el interior de los bolsillos de sus pantalones observó a la nada misma recordando aquellos tiempos donde solía compartir con las ocho integrantes de su tan aclamado grupo. Jihyo sonrió por instinto porque amaba con toda su alma la víspera de navidad y más por el hecho de que ese mes era uno de sus mejores recuerdos, la adulta jadeo sintiendo sus ojos aguarse ante la vivida imagen de sus amigas deambulando por su hogar mientras que podía oír la peculiar forma en que Momo estornudaba y como aquello provocaba que la escandalosa risa de una de sus japonesas resonaran por el lugar.

La coreana sacudió su cabeza volviendo a entrar consigo misma, con rapidez la joven retomó sus actividades observando de forma intranquila el pequeño reloj posado sobre la pared; Jihyo mordió su labio inferior al notar que faltaba poco para ver nuevamente a las chicas, por volver a abrazar a su peculiar familia femenina. La castaña nuevamente sacudió su cabeza queriendo disipar el nerviosismo que había comenzando a consumir sus pensamientos, se ordenó a sí misma el volver a enfocarse en sus quehaceres porque a pesar de la emoción que emanaba de su cuerpo ella verdaderamente deseaba que todo saliese a la perfección.

Luego de media hora todo estaba en su lugar, Jihyo por instinto sonrió ocultando sus atractivos ojos a causa de sus marcados pómulos y el largo de sus pestañas, la adulta estaba rebosando una emoción poco usual en ella, pero debía admitir que aquel sentimiento le fascinaba. La castaña llevó sus dos manos hacia la espalda deshaciendo el pequeño nudo que se había creado para amarrar el delantal a su torso, rápidamente la coreana tiró de aquella tela hacia la entrada de la cocina para luego simplemente correr como si de una niña pequeña se tratase en dirección de las escaleras, subió importándole bien poco el tropezar por los cortos escalones, "que mas da", se cuestionó en silencio pasando su palma por aquella rodilla que aun se mantenía resentida. Jihyo caminó por el segundo piso sintiendo como el silencio esta vez era más alegre, y eso era extraño, ella no se iba engañar, tenía una vida plena, un trabajo soñado y todo lo que desease a su disposición, pero entonces, ¿Por qué sentía su hogar tan vacío y solitario? y quizás solo quizás, la adulta simplemente extrañaba el calor del cuerpo ajeno; de un bonito cuerpo con propietaria japonesa.

La coreana ingresó en su habitación despojándose de su ropa a mitad de camino, lentamente comenzó a dar pequeño brincos intentando de forma desesperada el poder desprender las telas que cubrían su atractivo cuerpo. Lo logró, le tomó casi diez minutos pero la castaña logró con completo éxito el poder desnudarse, sin esperar más Jihyo se adentró en su pequeño baño dándose una merecida ducha sintiendo como el agua caliente recorría sus caderas para luego empaparla por completo. Desnuda y con su cuerpo completamente húmedo la adulta abandonó el pequeño cubículo importándole bien poco el conseguir una toalla para cubrir su intimidad, la castaña caminó por el interior de su habitación dirigiéndose hacia su closet, se quedó en silencio frunciendo sus bonitos labios de una forma adorable, estaba indecisa, tenía tantos vestidos pero por algún extraño motivo ninguno de ellos le hacían sentirse del todo atractiva.

Otra media hora más y la castaña se encontraba sentada frente al espejo peinando su lacio cabello mientras que observaba con verdadera satisfacción el vestido que había elegido; Al final la coreana había tomado la decisión se colocarse aquel vestido rojo que utilizó la última vez que vio a sus amigas, y para su suerte este aun encajaba a la perfección con su esbelto cuerpo. Jihyo nuevamente se retocó el maquillaje pasando el labial de tono carmesí por sus labios, con lentitud sacó su húmeda lengua saboreando sus labios para acostumbrarse de aquella capa que cubría sus cerezos, se veía bien, y ella era mas que consciente de aquello. De repente, el timbre sonó indicando que sus tan anheladas invitadas ya habían llegado, con los nervios a flor de piel y las palmas húmedas ante la emoción, Jihyo se levantó de su asiento caminando con una seguridad fingida por el pequeño lugar en dirección de la salida.