Wake me up {Ed Sheeran One Shot}

Me despierto con los ojos hinchados y secos, por las lágrimas de otra pelea de noche.

Son las 9.30 a.m., y estoy sola en la cama, lo que es raro; Ed no se levanta hasta pasado el mediodía. Me levanto y camino hasta el comedor.

–Ed...–llamo. Nada. –Eeeed...– más silencio.

Ugh, mi cabeza duele. Me arrastro a la alacena, donde están los calmantes.

«¿Qué es esto?». Junto a los medicamentos hay un sobre blanco. Lo cojo junto con una tableta de ibuprofeno. Lleno un vaso de agua y trago las pastillas; luego voy hasta el sillón, donde me desplomo. Doy vuelta al sobre, pero sólo dice "Ed". «Por favor, que no sea lo que creo». Lo abro con manos temblorosas, y saco una carta, escrita con su letra.

"Hola, amor. Apuesto a que encontraste esto buscando aspirinas. Lamento mucho haberte causado dolor, y no hablo solo del físico.

Y esa es una de las razones por las que tengo que irme. Pero no quiero que esta carta sea deprimente. Así que, en vez de enumerar las razones por las cuáles no puedo quedarme, enumeraré las que me hacen desear hacerlo; pero no puedo, porque no soy del tipo egoísta, aunque no lo creas.

¿Cuándo me enamoré de ti? Parece como si siempre hubiéramos estado juntos.

Amo todo, absolutamente todo lo que eres. Nunca sabrás lo hermosa que eres para mí. Amo cómo tus ojos preciosos ojos verdes, se tornan grises en invierno. Amo abrazarte en los días fríos, y sentir tu calor mezclarse con el mío. Sabes que soy malísimo para los juegos de PC, y tu hermano siempre me gana. ¿Recuerdas cuando me enojé tanto, que lancé los controles a la pantalla? Amo cómo te reíste de mí, hasta caer al suelo de la risa. Y yo te tomé en mis brazos, y fuimos a tu habitación, donde te acosté en la cama. Nos tumbamos ahí, y justo antes de quedarme dormido, pude sentir tus pestañas aleteando en mis mejillas, mientras me preguntabas somnolienta si estaría en casa la próxima semana.

Me has hecho amar Shrek, obligándome a verla contigo doce veces; yo fingiría que estaba harto de repetir esa película, pero ambos sabemos que disfrutaba cada segundo de ello, porque amo acurrucarme contigo por horas. Pero quizá lo que buscas sea un cuento de hadas, y... no puedo darte eso.

Por favor, nunca cortes tu cabello. Amo la manera en que lo sacudes de tu hombro. Quizás me enamoro cuando me despiertas, con una taza de té caliente recién preparado.

Debería tatuar tu nombre en mí. Debería prepararte un baño caliente, lleno de burbujas, como sé que te gustan. Debería tirar mi pasaporte a la basura. Pero no puedo, cariño; no puedo.

Eres mi mundo, dulzura. Eres mi copo de nieve. Eres adorable. ¿Recuerdas ese día que fuimos a la playa? Mientras caminábamos por la arena, me agaché y cogí una piedra con forma de corazón. Y al llegar a casa, la convertí en un collar. Úsalo siempre, así sabrás que mi corazón está junto al tuyo, ahora y todos los días; déjalo descansar allí, donde debe estar.

Quizás me enamoro cuando me despiertas con un beso por las mañanas.

Sé que odias que fume, porque siempre tratas de convencerme para que lo deje. Y te amo por querer lo mejor para mí; ¿me culparías por hacer lo mismo?

Creo que me enamoré cuando me despertaste, y todo a mi alrededor era más hermoso.

Te ama, Teddy."

Creía que nunca lloraría más que anoche; pero no era cierto, porque mis mejillas están inundadas por mis lágrimas. Pero no son sólo lágrimas de tristeza. Porque sé que él está persiguiendo su sueño, siguiendo el camino por el que se supone que su vida debía ir. Y aunque yo ya no esté incluida en él, siempre lo llevaré en mi corazón.

Corro al cuarto que solíamos compartir, y abro el primer cajón de mi cómoda; ahí está. Lo abrocho a mi cuello, y me siento feliz. Porque lo único que necesito hacer ahora es respirar, sólo respirar para sentir su corazón junto al mío.