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-Shawn, mi amor, cómo estuvo tu día de colegio? -mire la felicidad en la cara de mi mama cuando entre en la casa. Le sonreí como pude, ignorando el agujero negro en mi estómago.

-Estuvo bien, pero Ziggy quedo en el otro curso -hice una mueca y mi mama me revolvió el pelo.

-No es un obstáculo para su amistad, tenes que saberlo -Dean  asomó la cabeza con un paquete de galletitas y masticando una.

-Hola, rata -normalmente ya estaría devolviendole el halago, pero no me siento bien. Mire a mi mama, quien me mira en la espera del divertido juego entre mi hermano y yo. 

-Voy a la pieza, si? -sin esperar respuestas camine por el pasillo hasta mi habitación. Al entrar, un pequeño calor me recorrió la espalda. Camine hacia la ventana y la abrí, dejando que un pequeño aire recorra hacia adentro.

Mi celular viró dentro de mi bolsillo, lo saqué y un mensaje de alguien que no tengo agendado apareció en la cima de la aplicación.

[+54 9 1129509348]

En línea

"Hola, soy Mateo

quería saber si podíamos 

juntarnos más tarde, o mañana?"

12:39pm

Fruncí mi ceño, cómo consiguió mi número? Irá a mi curso? La verdad es que ni siquiera me fijé con quién quedé. Mis dedos temblaron sobre el teclado sin saber que hacer. Podría ser mi amigo, sin Ziggy, necesito a uno.

"Hola, quisiera saber quien te dio mi número, no digo que...

Borrar, borrar.

"Hola, como estas?...

Borrar, borrar.

"Que tal todo?...

Borrar, borrar. En que estoy pensando? Tome su segundo mensaje y toque la opción de responder.

"Dale, a qué hora? Hay una plaza acá cerca,

 supongo que la conoces"

13:05pm

[ Mateo ]

Escribiendo...

Me mordí la piel muerta de mis dedos y esperé mirando la pantalla con su chat. 

Sí, creo suponer cual es, 

nos vemos a las cuatro

13:06pm

Bien, a las cuatro. Cerré el chat sin contestarle. Debería ir? Volví a morder mi dedo, apoyé el teléfono sobre la cómoda y lo mire. Bien, tendría un nuevo amigo. Creo.

-Hijo, la comida -mi mama asomó la cabeza por la puerta entreabierta. Asentí. Pero, recordé.

-Mama, un amigo me invitó a salir a la plaza, así que, comeré algo con él -hizo una mueca pero asintió.

-Cambiate de ropa, sí? -esta vez fui yo quien asintió y se fue. Me saqué el suéter y la camisa a duras penas no se rompió. Las reemplacé por una camiseta blanca y una sudadera azul. Me saqué las zapatillas y el pantalón. Un jean tomó su lugar y las zapatillas volvieron a su lugar. Agarré el teléfono y salí de mi habitación.

-Chau, ma, después nos vemos -Dean fruncí el deño al verme pasar.

-No vas a comer? -pegó un grito y escuché como mama le contestaba. Así que, salí de la casa ignorándolo. Bien, vamos bien.

Gor-Shawn[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora