Dad for All

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Eran las 8 de la mañana cuando Izuku se despertó. Salió de su cama y notó que no tenía ropa. Raro pensó, pero no le dio mucha importancia. Sin embargo, en su cama sí que habían ropas, solo que no eran de él. De hecho eran demasiado pequeñas para ser de él. Más bien parecían las de... ¿un niño pequeño? ¿De quién eran y por qué estaban ahí? Además parecían estar rotas...

Decidió que lo mejor que podía hacer era vestirse y bajar al área común de los dormitorios. Quizás le podría preguntar a alguien sobre la ropa que estaba en su cama. Y los juguetes. Todo parecía tan extraño. Él mismo se sentía extraño. Y necesitaba respuestas...

—¿¡ah!? ¿¡Midori-chan!? —Lo saludó una sorprendida joven.

—Ah, buenos días, Ashido-sa...

—¡AIZAWA SENSEI! ¡ALL MIGHT SENSEI! ¡VENGAN! ¡PRONTO! —gritaba la hiperactiva chica mientras salía a los pasillos a buscar a los profesores, dejando a un aturdido Izuku en la escena.

—¿Eh? ¿Ashido-san? a donde... —. Pero antes de poder terminar su pregunta, Uraraka y Kirishima se le acercaron, con la misma cara de sorpresa y asombro que antes había mostrado la joven Ashido.

—¡Deku-kun! ¿eres tú? ¡Deku-kun si eres tú!

—¡Midoriya! por fin regresaste a la normalidad! Wow viejo, no sabíamos por cuánto tiempo iba a durar el efecto de ese quirk. Aunque debo admitir que voy a extrañar jugar a los héroes con el pequeño Izu-chan jeje —decía el pelirrojo con una sonrisa sincera.

Espera espera espera. ¿Volver a la normalidad? ¿Izu-chan? ¿Pero qué estaba pasando? Todo era cada vez mas confuso en la mente de Izuku. Antes de que pudiera siquiera formular preguntas, el resto de sus compañeros ya habían llegado a la escena y ahora lo estaban rodeando, bombardeándolo de preguntas. Todos hablaban al mismo tiempo y Midoriya Izuku no podía estar más confundido, hasta que...

—Alto —.Se escuchó la cansada, pero aun así cargada de autoridad, voz del profesor Aizawa. Las voces cesaron al instante. Aizawa se abrió paso hasta donde se encontraba el confundido joven

—Midoriya, como te sientes —preguntó en su característico lánguido tono de voz.

—Aizawa sensei... yo... ¿qué está pasando?

—¿Eh? —murmuró un confundido Aizawa—. Así que no recuerdas nada... Me lo suponía. Dime, que es lo último que recuerdas Midoriya.

—¿Lo último que recuerdo? Mmm bueno... —decía, mientras ponía esa pose característica cuando se ponía a murmurar sin sentido, apretando su labio inferior con los dedos—, estábamos luchando contra esos villanos cuando... mmm... —el joven trataba de rememorar sin mucho éxito. De repente sus ojos se abrieron como platos cuando un recuerdo vino a su mente— ¡Oh si! La villana. No pude esquivar su ataque y... todo se puso blanco de repente y después... no puedo recordar mas allá de eso... Aizawa sensei...

—Ah. Ya veo. Me lo suponía. No creo que sea tan grave, pero para descartar cualquier daño, ve con Recovery Girl.

—¿Awww realmente no recuerdas nada Midoriya? —Murmuró Hagakure, con un notable tono de decepción—. Eras tan adorable...

—¿Eh? ¿recordar qué chicos? No entiendo nada...

—El quirk de esa villana te alcanzó, mi chico. Durante toda esta semana, fuiste un niño de aproximadamente cuatro o cinco años —. Le explicó All Might, quien había estado escuchando detrás de Aizawa todo este tiempo.

—Aaah claro... eso explica muchas cosas entonces, como la ropa pequeña y los juguetes en mi habitación...

—Jeje me alegra que estés de vuelta a la normalidad, joven —dijo Toshinori con una tímida sonrisa. —Creo que es hora de que vayas a que te revise Recovery Girl.

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