- Cristian, ¡¿qué diablos estabas haciendo muchacho?!- exclamó su padre al verlo en aquel estado.
- Lo siento papá, no quería causarte tanta preocupación, estábamos en la fiesta de la escuela y...algo surgió. Tuve que irme y le pedí a Sebastián que me llevara a casa, empezó a llover y todo se repente se puso muy loco- Cristian intentaba calmar la ira y la angustia de su padre, narrando de manera no tan cierta lo acontecido la noche anterior.
- ¡Casi me matas del susto, muchacho idiota! ¡¿Puedes ser acaso más irresponsable?! - el padre de Cristian estaba que echaba humo por los oídos- ¿Dónde está Sebastián?
- Hace unos minutos lo cambiaron de habitación, parece que estará internado por un tiempo hasta que despierte de su coma- Cristian realmente se sentía muy mal por el estado de salud de su fiel compañero y amante. Sin embargo, no podía permitir que su padre se diese cuenta de que su preocupación iba mucho más allá.
Ethan Black, ese era el nombre de aquella sombra que en muchas ocasiones llegó a atormentar la vida de Cristian. Era un hombre en extremo testarudo, egoísta, violento, calculador, obsesionado con el dinero y cómo si fuera poco...ultraconservador y homofóbico; Ethan no siempre fue así, antes era un hombre íntegro y con un corazón noble y lleno de amor para los demás, sin embargo, este cambio cuando su esposa murió, de ahí en más se convirtió en todo lo que su hijo temía llegar a ser.
Desde su niñez Cristian sabía lo que otros chicos le provocaban, simplemente no podía evitar sentir algo más por sus amiguitos en el jardín, sin embargo, nunca se sintió seguro de hablar del tema ya que tenia miedo al rechazo de su padre y de todas los que en momento le rodeaban. A la única persona que pudo abrirle en determinado momento su corazón fue a su madre.
-Elizabeth...- la recordó brevemente.
- ¿Dijiste algo? – Inquirió su padre.
-No.
- Volveré en un minuto, iré a ver como sigue tu amigo- su padre salió de aquella fría habitación dejando al muchacho de ojos verdes solo. Fue ahí cuando Cristian empezó a recordar con mayor lucidez todo lo que había acontecido la noche anterior: El sobre, la fotografía, las personas que solían llamarse amigos arrojándoles cosas, aquel punzante dolor en el pecho que sentía mientras Sebastián manejaba a toda velocidad, la violenta tormenta y el nefasto accidente. No puedo evitar sentirse totalmente afligido en ese momento, evocar aquel episodio en el que vio a Sebastián cubierto de sangre en la ambulancia simplemente le rompía más y más su ya desquebrajado corazón.
Se dio entonces la oportunidad de llorar, de dejar que la herida que se había hecho en su alma se desangrase, sentía como si una hemorragia se desatara en el interior de su ser, desbordándose en sus ojos y convirtiéndose en un embravecido mar de lágrimas. Lloró, lloró porque se sintió culpable por no haber tenido la suficiente fuerza para afrontar la situación con Seb, se lamentó porque justo cuando tenia al amor de su vida con él, una vez más, se le fue arrebatado, lloró y desgarró su alma en aquella habitación desolada del hospital central porque sabía que su padre JAMÁS permitiría que ellos fuesen más que amigos...sintió que algo, muy dentro de él, había muerto.
_________
- Te darán de alta mañana en la mañana- dijo April entrando a la habitación donde se encontraba el azabache- fui a ver a Seb hace poco, aún sigue en coma, pero sus signos vitales están volviendo a la normalidad los doctores dicen que podrá estar despertando en unos cuantos días, máximo una semana.
- Siento que es mi culpa April- le dijo Cristian sin siquiera mirarla- creo que por todo lo que pasó en ese momento entré en shock y no pude ayudarlo, tuvo que lidiar con todo eso el solo.
ESTÁS LEYENDO
GRAVEDAD (Secuela)
Teen FictionCuando tenía 5 años solía tener un Superman miniatura, era mi juguete favorito. Jugaba todos los días con él, soñaba que siempre él vendría a salvarme, me lo llevaba a todas partes, simplemente lo adoraba, lo protegía contra todo y todos, no dejaba...