Capítulo 1: Las primeras palabras

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Camino por la acera lentamente, la brisa choca en mi cara tornandolas de un color carmesí por el frío invierno.
Camino y camino hasta llegar, unas cuadras más adelante, a mi apartamento.
Saco de mi bolsillo las llaves de la puerta grande y bufo al no encontrarlas, toco mis bolsillos traseros y delanteros hasta encontrarlas.

Extiendo mi mano para colocar la llave en la cerradura pero de inmediato mis ojos bajan a un pequeño sobre blanco casi cubierto a la mitad por la puerta de metal, me inclino un poco para tomarla y nuevamente vuelvo a mi posición, abro el sobre lentamente y comienzo a leer:

"Hola; no me conoces, pero yo si a ti. Lamento si sueno algo mal, sólo quiero expresarte lo que siento, eres perfecto. Desde que te vi en ese café el sábado por la mañana no pude dejar de pensar en tu sonrisa, tus labios gruesos y rojos.. tus ojos azules, tu cabello de ese bello color celeste. Que por cierto te queda bastante bien, no te diré mi nombre, quiero que sea un misterio para ti hasta el momento en que nos veamos de frente.

Disfruta el dia, aunque estuviera lloviendo o nevando, con tu presencia todo es primavera.

ATT: Alguien que te ama."

Esto es raro, ¿Por qué habría una nota para mi bajo la puerta? Quizás es un chiste de mi mejor amigo, Kim TaeHyung. Pero para su cerebro sería difícil elaborar un plan para molestarme, descarto esa opción.

—¿Qué haces ahí parado? — dice alguien detrás de mí.
— ¿¡Quieres que me muera del susto!?
—Grito mientras me giro —¡No vuelvas a hacer eso TaeHyung!
— Lo siento jaja — Rie y aprieta su estómago— Pero tu cara realmente es divertida, ¿Pero qué te pasa?
— Acabo de encontrar esto aquí — digo mostrándole la carta — No se quien es el que la dejo, pero es para mi.
— ¡Uyy! — dice en tono pícaro - tienes un admirador secreto —Rie.
— ¡Cállate! — Digo casi gritando - No es así, no se quien es..
— Pues se supone que no debes saber por que es secreto ¡Duh! — dice poniendo cara de "Obvio tonto" — Vamos tengo hambre Jimin..
— Sólo vienes a mi casa a comer —Bufo — Tragon - rio en mi interior nuestras abro la puerta. Puedo imaginar su cara, realmente odia que le diga "Tragon".— ¿Ya te enojaste? — me giro y veo su cara, está haciendo pucheros super mega adorables por está razón es que lo adoro — ¿Tae?
— ¡Dame comida! — Grita haciendome saltar.
— ¡Bueno no me grites! — hablo con el se lo fruncido — Ya te doy comida, vamos a pedir una pizza por que ya tengo hambre de tanto pelear contigo.
— Vamos — dice ignorandome completamente y entrando hacia el interior, caminamos por el pasillo hasta llegar a las escaleras.
— Tae - susurro — ¿Realmente te molestaste conmigo?
— No — dice seriamente — Sólo no me gusta que me digas..
— Tragon — Sonrió - Lo sé, no volveré a decirlo, ¿Amigos? — Pregunto mientras pongo delante de el mi dedo meñique.
— Esta bien — dice y sonríe uniendo su dedo con el mío — Te adoro Jiminnie.
— ¡Ya! - digo seguido de un sonrojo — Vamos a arriba.

Subimos rápidamente las escaleras, lo que más quiero es llegar a mi apartamento y tirarme en el sofá, realmente el trabajo y el estudio es mucho para mi. Estudio arquitectura y trabajo en un restauran por la noche. Hoy de milagro logré salir temprano, realmente estoy agotado.

— ¿Jimin estas bien? — dice la voz de Tae interrumpiendo mis pensamientos — Te noto muy tenso.
— Estoy demasiado cansado — digo y a pocos metros veo la puerta de mi apartamento — Quiero llegar y tirarme a dormir en el sofá.

Tae no dice nada, sólo camina a mi lado hasta llegar a la puerta, meto la llave en la cerradura y empujo. Corro directamente al sofá y me tiro boca bajo estampado mi cara en una almohada.

— Jimin — dice Tae sentándose a mi lado — Estás muy cansado deberías ir a dormir.
— Vamos a pedir Pizza — digo sentándome — Vamos a comer y después iré a dormir, no puedo dejar que el cansancio me venza.
— Pero Jimin..
— Shh — Digo intrumpiendolo - Esperame y busca alguna película para ver.

Me pongo de pie y camino hasta la cocina, tomo el teléfono y marco al primer número de pizzería que veo en la puerta de la nevera.
Camino hacia la ventana y miro hacia afuera, en la esquina hay un farol, apenas ilumina a su alrededor ya que el foco es viejo y con el tiempo pierde su intensa luz. Miro detenidamente y noto que en medio de esa oscuridad hay alguien, alguien que está observandome, por alguna razón imagino una sonrisa malvada en su rostro aunque no pueda ver su cara.
Temo por mi, temo por mi vida.

Cartas De Un Asesino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora