No me importa lo que hablen sobre mí o sobre ustedes!

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❌ALERTA: ESTE CAPÍTULO PUEDE CONTENER PARTES FUERTES Y VOCABULARIO VULGAR. LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD.❌

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Ya se ha pasado toda la tarde y estamos por cenar, Florencia tiene una sonrisa de oreja a oreja y no deja de mirarnos. Ceno algo nerviosa ya que estoy pensando en donde podría dormir, Gonzalo se da cuenta de mis nervios, toma mi mano y me sonríe. Ya terminamos de comer y nos levantamos de la mesa para ayudar a Lorena a despejarla. A pesar de que ella insiste con que no lo hagamos, yo no puedo hacerle caso.


-Mamá, ¿Luna dónde va a dormir?*Pregunta Gonzalo dejando unos platos*

-Contigo, tu cama es bastante grande, ahí tranquilamente entran los dos. No la puedo mandar a dormir con Flor. Si Luna está de acuerdo ya pueden ir a acostarse.*Dice Lorena mirándonos a ambos*

Dejo las últimas cosas que traía de la mesa y me quedo parada al lado de la heladera. Gonzalo me ve, se acerca a mí, toma mi mano y me lleva hasta su habitación. Me hace sentar en la cama y se queda mirándome unos segundos.


-¿Tú? ¿Durmiendo conmigo?*Dice observándome de arriba hacia abajo*

-¿Cuál es el problema?*Digo ofendida*

-No quiero dormir con una drogadicta. Dormiré en el piso, puedes tomar toda la cama.

-¿Es una broma? Porque si es así te voy a golpear.

Gonzalo sale de la pieza sin responderme, miro incrédula la puerta y me levanto de la cama. Primero finge amarme y de un momento a otro me dice drogadicta, ahora mismo quiero irme, preferiría dormir en el banco de una plaza a compartir la habitación con él. Salgo de la pieza, agarro una campera y me pongo unas zapatillas, abro la puerta de la entrada, dejo las llaves sobre la mesa, salgo y cierro la puerta. Iré a cualquier lugar a dormir. Camino unas cuadras, ya que mi auto lo tiene la policía, llego hasta un parque y me siento en una de las bancas. No creo poder dormir, después de todo, esto es un capricho. Cierro un segundo mis ojos para descansar mi vista, voy a regresar a la casa de Gonzalo, no me queda de otra. Estoy sentada en una plaza, en pleno invierno, tengo solamente un abrigo puesto, y soy la hija de un millonario. Abro los ojos y veo a una chica sentada a mi lado, la miro más detenidamente para asegurarme de que sea la persona que creo que es, y por supuesto, no me equivoco, es Leila. Ella tiene puesto un buzo muy corto de color negro con un pantalón que tiene un corte a la altura de la rodilla, también de color negro, las botas que lleva puestas son enormes y lleva puesta también una gorra y anteojos para tapar parte de su rostro. Me levanto dispuesta a irme pero ella toma mi mano y se levanta también.


-¿A dónde vas Luna?*Dice con una dulce voz*

-Eso no te importa, y aunque así fuera tampoco te lo voy a decir.

-Esas no son formas de hablarle a tu madre.*Dice imitando la voz de mi madre y girando mi cuerpo*

-¡Tú no eres mi madre!

-¿Sabes aunque sea a quien le estás hablando? Yo te prohibí que volvieras a ver a esa familia. ¡No voy a permitir que tú sigas viendo a ese tal Gonzalo! Nos estas dejando en ridículo, estas en todas las noticias.

-¿Acaso ese es mi problema? La única zorra interesada eres tú, a mí no me importa lo que hablen sobre mí o sobre ustedes.

Repítelo!*Me grita desafiante Leila*

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2018 ⏰

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