Ayuda

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 Existen  momentos en que debes dejar que te ayuden, porque no todo lo puedes hacer solo (a).

La mayor parte del tiempo siento que nadie en realidad puede ayudarme, por mucho tiempo he sentido que extraño mucho a alguien que no recuerdo bien, a alguien como mi padre, mi abuelo, mi   abuela, alguien mayor en quien poder apoyarme. 

Extraño ese tipo de personas que tan solo con mirarte saben si estas triste o si algo te pasa. 

Por mucho tiempo he extrañado a ese tipo de personas que siempre te traen paz y te dicen que todo va a estar bien... Lo mejor es que tu les crees y puedes volver a confiar en la vida y creer que cosas lindas y buenas pueden pasarte. 

Por mucho tiempo sentí  que perdí la fe, la esperanza, la confianza en esta vida, perdí eso que te hace caminar confiado (a)  y feliz por la vida. 

Pero cuando me detuve en este camino llamado vida... Y no solo observe lo de fuera, lo que veía en los demás, sino que me observe a mi... Me mire desde dentro, pude volver a sentirme, pude volver a recuperar  esa esencia que había perdido. 

En ese momento sucedió el milagro... Pude mirarme, abrazarme, pude prometerle a esa niña interna que vive dentro de mi, que la haría feliz, lo más feliz que pudiera. 

En ese momento pude recibir la ayuda que necesita, pude realmente escuchar y ver todas las señales que Dios me enviaba día a día por medio de diferentes personas.. Algunas que solo tendría que ver una vez en la vida, otras que siempre veo. 

Comencé a prestar atención a los mensajes que leía en la calle o que aparecían en internet, en la música, el sol, el cielo y las aves. En realidad toda la creación me estaba hablando. 

Cuando Dios más me hablaba era cuando  veía una o varias mariposas blancas que se cruzaban en mi camino... En esos momentos sentía como el amor de Dios me reconfortaba, como si me dijera... No temas, yo estoy contigo.  

Comencé a creer  que cosas lindas y mágicas podrían pasarme. Que aún  habían para mi momentos alegres y emocionantes esperándome.

También comencé a sentir como todas las personas más importantes de mi vida, las que ya habían muerto (mi padre, mi hijita, mis abuelos, mi tía)... Me decían lo mismo... No temas, estamos contigo. 

Por este tiempo Dios me ha hablado mucho a través de muchas personas. 

Solo me hacen saber que estoy en el camino correcto, ese de amarme y poder ayudar a otros. 

Muchas personas que pueden ver con el corazón del alma me han dicho.. Tu tienes un corazón puro y transparente... Y eso es verdad, por eso muchas veces sufro tanto en esta vida, porque las cosas me llegan, me afectan demasiado... 

Tengo que aprender a defenderme, a guardar mi corazón para no ser dañada, eso lo estoy aprendiendo, la vida me lo esta enseñando. 

Estoy segura que dentro de poco tiempo me amaré tanto que seré una persona muy fuerte y segura por dentro. 

Siempre hay que aceptar la ayuda que nos ofrecen otras personas, nuestros ángeles y Dios. 

Todos necesitamos de todos, no podemos viajar por esta vida solos, lo mejor es siempre poder contar con alguien. 

Es bueno dejar que te ayuden en esos días malos, que no ves el sol.. 

Es bueno que de vez en cuando te digan que es lo que tienes que mejorar. 

No es bueno cerrarse tanto y cargar solo las penas, siempre es bueno compartir con alguien en quien confías, tus batallas y tus secretos más escondidos. 

Hay personas que llegan a tu vida y te salvan... Personas que son como verdaderos ángeles para ti. 


Soy la protagonista de mi propia historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora