~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

XXX

—Entonces... Te acostaste con él ¿verdad?—

Aquel comentario de Jonas me hizo mirarlo de inmediato.
A pesar de todo lo que había pasado, aún compartíamos cuarto, por lo que lo encontré tumbado en su cama.

—¿Cómo lo...—

—Lo sospechaba, pero acabas de confirmarlo.—sonrió con cierto pesar, volteando a mirar el techo de nuevo.

—Lo siento...—el chico negó.

—No tienes nada que lamentar, ____. Si alguien tiene la culpa aquí soy yo por haber creído que de verdad podíamos llegar a tener algo en algún momento.—me tumbé a su lado—. Pero es obvio que tú sólo puedes estar con Rasmus...—

—Esto no es sólo por la inmunidad, va más allá de eso.—

—Lo sé, tú lo amas.—lo miré—. Pero entonces ¿Qué haré yo? Yo te amo a ti.—

—Jonas...—me acomodé a su lado, apoyando mi cabeza en su hombro—. Lo siento tanto...—

—Esta bien, sólo... esta bien.—sentí como me abrazaba.

—Sabes que te quiero muchísimo ¿verdad?—

—Lo sé, lo sé...

De no ser por los gritos de Patrick diciendo que nos apuráramos, habríamos estado ahí tirados el resto del día.

•○•

Empacamos lo indispensable y acomodamos todo en las camionetas, restando simplemente ver qué hacer con los lugares.

—Pues yo conduciré, así que ustedes elijan dónde subir.—soltó Martín mientras se subía a la camioneta con Simone de copiloto.

—Vamos, campeón. Compartamos el asiento de los ganadores.—soltó el de gorra, haciendo que mi hermano subiera rápidamente a su lado.

Lea, Jean y Nick subieron detrás.

—Bueno, sólo quedamos nosotros.—solté algo nerviosa al ver que debería compartir lugar con Rasmus y Jonas.

—Pido la ventana.—Soltó Rasmus mientras subía a la camioneta.

—Yo la otra.—

—No quiero ir al medio.—me quejé.

—Lo siento.—Jonas sonrió—. Pero ya pedimos primero.—resoplé molesta mientras subía junto a Rasmus.

Todo el viaje se resumió en Patrick y Noah hablando de tonterías, Jonas quejándose de que su ventanilla no bajaba y Rasmus molestándome.

—Tengo sueño y estar en el medio no es cómodo para dormir.—me quejé.

Con algo de dificultad, intenté acomodarme y recostar mi cabeza en el hombro de Rasmus.

—Estás todo sudado...—solté mientras me apartaba de inmediato.

—Perdón por ser humano y hacer lo que hacen los humanos.—

—Eso no es ser humano, es ser sucio. Nisiquiera te quitaste la ropa que tenías anoche.—

Me incliné hacia el otro lado, apoyándome en el hombro de Jonas. Miré de reojo al rubio, quien rodó los ojos molesto haciéndome reír.
Algunas horas después, nos detuvimos a un costado del camino.

—¿Dónde estamos?—Jonas intentaba mirar por la ventana, lo cual se le complicó bastante.

—Déjame a mi.—Rasmus le sonrió con maldad antes de abrir su ventanilla.

—No lo molestes...—solté mientras me inclinaba hacia adelante—. ¿Qué hacemos?—

—Descansar un rato.—

me desplomé nuevamente sobre el asiento.

—Genial, la verdad estoy harta de esta camioneta.—

—Hay un búnker aquí cerca.—Simone me extendió el mapa—. Pararemos ahi.—

~•~

—¿dormirás conmigo?—susurró Rasmus en mi oído mientras caminábamos por el bosque.

—¿te darás una ducha?—

—Tal vez...—

—Entonces TAL VEZ duerma contigo.—el chico sonrió.

-Genial.—

—¿falta mucho?—Noah bostezó—. Tengo sueño.—

—¿quieres que te cargue, campeón?—Patrick se agachó frente a mi hermano, quien se subió a su espalda.

—¿tú no quieres cargarme, Jonas?—soltó Nick mientras se lanzaba sobre el rubio, quien lo apartó entre risas.

—¡bájate!—

—¿pueden bajar la voz?—Patrick casi los mata con la mirada—. Noah está por dormirse.—

—Aww, que tierno eres.—le sonreí.

—Ahí está.—Martin llamó nuestra atención, para luego señalar un pequeño búnker a lo lejos.

Con lo cansados que estábamos, no nos llevó ni cinco minutos establecernos en el lugar.
Comimos algo rápido y nos dispusimos a dormir por unas horas.
Me tumbé sobre la primer cama que encontré, soltando un cansado suspiro.

—¿me harás un lugar?—volteé hacia la puerta, encontrándome con un Rasmus sonriente.

—¿te bañaste?—

—Seh.—

—Pruébalo.—

—Tengo el pelo mojado.—señaló su cabello.

—Mmm no sé, Noah solía mojarse el pelo y fingir que se había bañado cuando no era así.—

—¿Y qué pruebas quieres?—

—Ven aquí, acércate.—el chico suspiró.

—Eres molesta a veces.—

—Sisi, tú acércate.—

El chico se acercó a la cama y se inclinó levemente hacia mi, permitiéndome corroborar que ya no apestaba a sudor.

—¿podrías acercarte un poco más?—solté con una sonrisa.

—¿para qué?—

—Tú sólo hazlo.—

Cuando Rasmus se inclinó un poco más hacia mi, me levanté apenas de la cama y planté un casto beso en sus labios.

—Listo, tienes permiso de abordar la cama.—me hice a un lado.

—Vaya, que linda forma de darme permiso.—se acostó junto a mi.

—¿no se siente bien estar fresquito y limpio?—

—Me da igual, sólo me duché para poder dormir contigo.—me abrazó.

—Que sucio eres...—

—Soy el sucio Dan.—reí antes de tomar sus mejillas y acariciarlas suavemente.

—Ya falta poco, Rasmus... pronto todo esto acabará y podremos estar en paz.—

—Mientras estés conmigo, yo ya estoy en paz.—sonreí antes de acomodarme a su lado y cerrar finalmente mis ojos.