Esa dichosa entrevista

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Me levante de la cama con un punzor en mi cabeza bastante molesto, fruto de la fiesta en la que participe anoche. Mire a ambos lados de la habitación, notando como un cuerpo desnudo dormía plácidamente pegado al mío. Suspire con pesadez y molestia, algo que no me gustaba de la fiestas era que siempre las mujeres se me acercaban y pegaban como moscas a la miel.

Trate de recordar lo que paso, una pastilla blanca y luego todo borroso y difícil de recordar.

-Que asco... Encima ahora tendré que hechar a esta. - Miré el reloj digital de la habitación, marcaban las 5:47. Pronto tendría que prepararme para ir a trabajar en esa estúpida empresa.

Me levanté de la cama, notando en ese instante que no llevaba nada de ropa.

-Adoro tener sexo y no recordar nada al día siguiente. - Gruñi, me daba igual con quien tener sexo, con una condición, que no pasara más de un día en mi casa y que no me volviera a llamar.

La chica que yacía dormida en mi cama empezo a revolverse, despertándose poco después.

-A donde vas? -Dijo con tono juguetón. -¿No te apetece otra ronda?

-No, y es mejor que te vallas a tu casa, yo me tengo que ir a trabajar. -Contesté seco y sin rodeos.

La chica bufo, y con resentimiento se vistió y salio de casa seguido de un portazo. Me terminé duche y prepare para ir a trabajar, el reloj marcaba las 6:32. Iba algo retrasado, pero no importaba, tomaría el café una vez llegara a mi oficina. Antes de salir de casa, mire mi agenda electrónica.

°Entrevista a las 7:15

-Mierda es verdad, la dichosa entrevista, que pocas ganas de aguantar al novato. -Susurre apagando el aparato y saliendo de casa. Arranqué mi coche y conduje asta el edificio donde estaba la empresa. No era difícil encontrarla, la estructura contaba con 67 pisos, y en la azotea se podía ver el nombre de la empresa, en grande. "Exprom"

Mire la estructura con pereza, después de aparcar el coche y subir asta la planta 58 donde estaba mi despacho, me dejé caer sobre la silla. Masajee mi frente, seguia algo dormido cuando entró mi secretaría. Una mujer de largo cabello negro y cuerpo de escándalo, ojos color avellana y piel algo morena.

-Buenos días señor Conor, espero que la fiesta de anoche no le alla afectado mucho. -Me reprochó aún manteniendo el respeto y una sonrisa.

-Buenos días Selena, y para tu información, mi cara no es por la fiesta, es por la falta de sueño. Ahora,¿Te importaría mucho traerme un cafe? O tienes trabajo.

-Tengo trabajo, pero mejor que vallas tu, a si te terminas de despertar.

Sin una palabra más, Selena salió de mi despacho y se perdió detrás de la puerta.

Soplé con fuerza y sujete mi cabeza con cansancio, me levante de la silla y fui asta la máquina de café, desde esa posición se podía ver todo lo que hacia la gente, pues trabajaban en cubículos. En ese momento vi como un chico joven de cabellera negra y piel pálida entraba por la puerta y serpenteaba los cubículos asta llegar a la puerta de mi despacho.
Caminé y me puse a su espalda.

-Llegas algo tarde. - Susurré.

El chico se dio la vuelta algo asustado y me miro a los ojos rogando disculpa.

-El autobús se retraso. -Titubeo poniendo ojos de cachorro.

-Vamos, entra. La entrevista empieza ahora. -Me aburría mucho haciendo entrevistas. Todo era lo mismo, las chicas venían con ropas poco apropiadas, los hombres pues, bueno, lo normal, siempre tratando de hacerse los que saben mucho, cuando en realidad no saben nada. -Sientate, será corto.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2018 ⏰

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¿Por que tenías que ser tu? (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora