Prólogo

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22:05 h

Saskatchewan, subsuelo 3. 

La gente corría, era imposible poder identificar con claridad la angustia y el miedo que cada uno expresaba, su temor aumentaba y la vida de muchos corría peligro, aquel gas ya no daba tiempo de pensar por que en cuestión de segundos estabas muerto, no quedaba una vida en el cuerpo. La amarga tristeza de la perdida de alguna persona que algún día se quiso, muchos habían quebrado la regla de las relaciones aquella que decía que no podría involucrar tus emociones y sentimientos en absolutamente nada y esta es la consecuencia de que su amor no solo sea propio si no compartido, aunque esa regla era sencillamente una promesa rota, por que ya las había faltado hasta el presidente Morgan al haberse enlazado con una científica, que gran error. Ahora, sin alguien que controle esa plaga, el presidente había muerto y toda su descendencia se fue con el.

Sus pasos iban a una velocidad casi inhumana, tenia que salir de allí, de repente una mano agarro su antebrazo y tiro de el, movimiento que provoco un golpe de seco contra el asfalto.

— Ayúdame, por favor — Suplico, la mujer que tiro de el, estaba en el suelo de rodillas, su rostro estaba terrible, ya no le quedaban mas lagrimas y el resto de su cuerpo estaba destrozado, pero ella parecía importarle su estado, cuando se fijo en sus brazos sostenía a un niño de por lo menos 7 años. Lo que ella no sabia es que le había pedido ayuda a la persona equivocada y en cuestión de segundos, tenia en la sien una mágnum 357 — No... —sin dejarla terminar, el tiro del gatillo.

El cuerpo endeble de la mujer quedo en la carretera y su respiración cada vez era mas cortada, se levanto sin ninguna expresión en el rostro y recobro el ritmo que llevaba minutos antes de aquel contratiempo. tenia que apresurarse para cerrar la puerta lateral G1 e intentar detener a toda la multitud alterada.

— He llegado— Aviso por walkie, mientras esperaba alguna autorización, tomo las llaves y las introdujo en el cerrojo.

— Cierra las puertas, tienes la autorización de alterar la seguridad, nadie puede salir — inspeccionó el lugar y cuando estuvo seguro de que estaba solo, presionó su mano en el escaner de huellas dactilares, para iniciar el proceso de seguridad aislada, las puertas no se podrían volver a abrir. El proceso se completó y por la radio escuchó a su compañero — ¡Dave! necesitamos refuerzos, estamos perdiendo el control.

Reviso las cámaras en el sector que se encontraban y era casi imposible detener a toda la población civil, las puertas se tardaban un poco en cerrar y activar el sistema de alarma, ingreso al cuarto de armería que quedaba al lado de la sala de control, se equipó de algunas cosas y se llenó de armas blancas y de fuego, estando listo se dispuso a salir corriendo a la zona G1.

Faltando cinco calles para llegar se encontró con un grupo de jóvenes de aprendizaje greif, que intentaron impedir su llegada al destino asignado, les disparó a ellos uno de los somníferos instalados en cada una de las balas hace el dolor de una bala y el único daño que provocan es una amnesia temporal de 24 horas a 5 días. Sin percatarse de que le había disparado a todos, tomó sus cosas que se habían caído y continuó su trayecto.

Al llegar allá era todo un caos, algunos de los guardias habían agotado los somníferos y habían obrado por usar las balas normales, muchos estaban agonizando en el suelo y otros yacían ahí sin vida alguna. El resto luchaba por lograr salir de una puerta que tan solo le quedaba un cuarto. Lo desastroso de todo esto es que muchos de los civiles y aprendices tenían acceso a armas y esto se había vuelto una masacre.

En el intento de llegada a alguno de sus compañeros le tomaron por detrás dejándolo en el suelo con un fuerte golpe el la cabeza, se repuso en cuestión de segundos y optó la compostura para luchar, cuando se encontró con el rostro de la persona que le había causado aquel golpe, el chico dio un golpe al iré mientras Dave lo esquivó, volvió otro golpe que fue detenido en buena distracción para que le golpear en la cara. El golpe no le afecto mucho y este le arresto un golpe en la cara, seguido de uno en el estomago y un salto para dar una patada en la cara, movimientos rápidos que no le permitieron defenderse y cayó al suelo noqueado por su último golpe. Una daga rozó por su brazo, dejándole una herida abierta, sacó el arma y apuntó al sujeto, pero este no le permitió seguir y con una patada tiro el arma a unos metros, este volvió a golpear e intentó volver a apuñalarlo pero con más fuerza, prevenido de sus movimientos los esquivó y atentó un golpe en seco, tomó su brazo y mientras el otro intentó soltarse, este giro en 360 grados, haciendo que su cuerpo girara con el y cayera de lleno en el suelo con un hombro dislocado. Fue directo a tomar el arma pero su cuerpo terminó en el asfalto encima de él, estaba claro que este muchacho no era un simple civil.

La daga estaba en manos del muchacho había hecho un corte leve pero que dejaría cicatriz en su nuca la sangre se deslizaba por su piel hasta que en su espalda la camisa absorbía gran cantidad y una mancha se pagaba en ella, el corte le enfureció y se levantó con el aún encima y saltó hacia atrás liberándose de su agarre, tomó un cuchillo que tenía en el tobillo y lo enterró en su abdomen, se levantó y tomó el arma que se encontraba a escasos centímetros de ellos, se acercó a él y el rostro del muchacho cambió por completo y se llenó de miedo, miedo a morir aunque ya no había duda de aquello, apuntó y disparó sin pensárselo dos veces.

— ¡No! — un grito corto porque no lo escucho más cuando ella se abalanzó hacia el con unos golpes fuertes y ágiles que hacían de la pelea uno a uno, un golpe enviado y uno devuelta.

— Amy, espera — otro grito al que debió haberle prestado más atención, mientras que el grito le distrajo un poco el aprovecho el momento y le tiró de tal manera que quedó encima de ella. La oscuridad no le permitía ver con claridad el rostro y tomó una daga del bolsillo de la mujer y le amenazó, la miró a los ojos, aquellos los conocía, su espera no le dio tiempo porque un golpe en la nuca le nubló la vista y en un instante ya se había desmayado encima de su cuerpo.

Un fuerte dolor de cabeza, su cuerpo permanecía boca abajo, levantó la cabeza y vio a un grupo de jóvenes correr hacia la puerta entre ellos estaba la muchacha, buscó un arma alrededor pero no encontraba nada. 

Las puertas cerraron y ellos escaparon, un gran error no haberse precavido de aquel grito de advertencia hacia su contrincante, soltó un bufido y se reincorporo, movimiento que causo que llevara su mano directamente a la nuca y sintiera en el rozo de la yema de sus dedos con la piel herida, que un líquido se esparcía alrededor de su tatuaje "el nudo del ocho" y las golondrinas volando alrededor, con un par de cosas más, un dibujo bien estructurado. El hombre que lastimo aquel lugar había terminado mal, al hacerle volver tan temible recuerdo.

Inspeccionó cada parte de muro recorriendo toda su figura y al volver al punto inicial, empezó e reunir los cuerpos como lo hacía el resto de los agentes.

Al finalizar se habían reunido un porcentaje elevado, la causa de muerte era indescifrable, hubieron muchos factores que ocasionaron esto, mientras que los que escaparon, un cuarto de aquella población en su minoría algunos greif, el grupo más rebelde, pero no por eso menos importante, por se los portadores del experimento, son ellos el experimento y son esenciales para la carrera, absolutamente necesarios. Aún después de toda esta catástrofe se les instalo somníferos reguladores a las persona, tratando de recuperar la vida de la mayoría, de los heridos las posibilidades eran ínfimas. El aire provocado por posibles sospechas de los greif, aquel gas aún permanecía en el aire del lugar. Los aires de ventilación hacían su trabajo pero demasiado lento y la máscara ya le estaba comenzando a molestar. 95% completado y ya no la soporto más, empezó a quitársela.

— ¡¿Estas loco?! Te va a matar, ponte eso de nuevo, Dave — Amenazó su amigo con el arma apuntándole en la cien.

— No seas ridículo, ya baja eso, se te va a escapar un tiro —Termino de quitársela y extendió los brazos mostrándole que no pasaba nada, pero de un momento a otro empezó a asfixiarse y tomó su cuello en señal de que no le entraba aire, calló de rodillas y con una fuerza se mantenía la mitad de su cuerpo en vida — Ayúdame...

— ¡Dave! Resiste, hermano — soltó el arma y empezó a vacilar, su preocupación no la podía ocultar, cuando iba a pedir refuerzos, Dave se levantó y soltó una carcajada, no podía parar de reír y la expresión de su amigo no era nada amigable, se volvió alrededor para darse cuenta que su grupo los miraba y le dio un azote en la cabeza — Idiota.

— ¡Hey! Tranquilo, me tendrás por un largo rato, no te pienso dejar tan fácil — ya calmado, le dio una palmada en el hombro y este se relajó — venga, sigamos que nos queda demasiado.

Continuaron y el resto se quitó la máscara, segundos mas tarde, el marcador había anunciado la eliminación del gas completado.

Ninguna orden, ningún control. No había nadie que se hiciera cargo. el presidente había muerto, el jefe de seguridad y algunos de los miembros de seguridad estaban heridos o habían sido expuestos al gas. Aquellos hombres y mujeres que tenían el máximo poder se encontraban ahora en cuarentena, para cuando despertaran ya todo habría cambiado. 


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