Humanos a Marte. JaeYong.

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Los días de primavera a Jaehyun no le gustaban demasiado, había diversas razones para eso pero la principal era porque llegaba la temporada en que los animales entraban  en celo.

Cómo Doyoung y Johnny.

—¿pueden dejar de besarse mientras hablo? Es jodidamente incómodo.—gruñó Jaehyun comiendo su sexto sándwich.

Estaban en el casamiento de su primo Hansol, él y Johnny, los tres habían sido mejores amigos desde hacía ya varios años, luego Johnny se casó con Doyoung y ahora Hansol se estaba casando con Yuta.

Y Jaehyun soltero y virgen (mentira, virgen no pero para añadir drama), Jaehyun era muy apuesto, cuidaba de su cuerpo y siempre intentaba mantener un buen aspecto, era inteligente (bueno, en realidad no tanto, algunos dirían que su inteligencia era inferior a la común, ese alguno era el esposo de Johnny). De cualquier modo, Jaehyun era un buen partido

Pero parecía ser el partido que nadie quería jugar porque no había ningún jugador alrededor.

Al ver los arreglos florales y el pastel blanco con los muñequitos de boda a Jaehyun le dio un poco de tristeza, parecía que iba a morir solo, casi todo su círculo ya estaba casándose y teniendo hijos, y Jaehyun lo único que tenía era un gato blanco de ojos azules totalmente arisco que cada vez que Jaehyun regresaba a casa el maldito animal le mordía la pierna.

Suspiro como por milésima vez y vio a los novios sonriéndose,  vio a Johnny y a Doyoung intercambiando bocados, después de ver tanta cosa desagradable decidió bajar la mirada hacia sus zapatos de marca recién lustrados

Tenía un poco de dinero

Había logrado comprarse su propio departamento y esperaba pronto tener su propio auto

Pudo viajar a la India a celebrar el festival de colores, lo había deseado por muchos años

Conoció a Orange Caramel en su adolescencia

Pero al parecer ninguno de esos placeres alcanzaba para llegar al nivel de felicidad que ocasionaba tener una persona a tu lado que te amara. 

—No tienes que deprimirte, ya y a lo mejor tu alma gemela recién tiene diez años—burló Doyoung comiendo frutillas bañadas en chocolate.

—claro, sé de muchos artistas que sus parejas son hasta veinte años menores—comentó curioso Johnny

Jaehyun simplemente volvió a suspirar, apoyando el rostro en su mano mientras admiraba los arreglos florales.

Tal vez el amor no era para todos.

                                 🐥

Jaehyun trabajaba como vendedor en un comercial de electrodomésticos, entraba a las nueve de la mañana, salía a las doce del medio día, volvía a entrar a las cuatro de la tarde y salía finalmente a las ocho, si tuviera que decir si estaba satisfecho con su vida, Jaehyun diría que sí, sin embargo, que no era realmente feliz.

Se la pasaba parado en un traje incómodo sonriendo y hablándole lindo a las personas para que lleven un lavarropas.

Y no había estudiado leyes para eso pero no conseguía trabajo de lo que quería a pesar de tener un título, la realidad adulta era una pesadilla para aquel Jaehyun de catorce años todo idiota, iluso y soñador que pensó un día ser un importante abogado.

—disculpe, me gustaría comprar un consolador—dice una voz burlona y Jaehyun rueda sus ojos para encontrar a Johnny riendo como un idiota junto a su idiota esposo. 

—¿puedes madurar? Estoy trabajando.

—Ya,  Jaehyun, deja de ser un amargado—se apresura a hablar Doyoung—te vimos tan triste y deprimido que decidimos entrar a hablar contigo